LAURA

Por Carlos Infante.

Tras la edición americana de LAURA ha salido en España notablemente aligerada de contenidos, esta obra maestra del cine y las bandas sonoras. Claro que poco después ha aparecido la edición integra, tal cual se ha presentado en Estados Unidos, en una presentación exclusiva para unos grandes almacenes especializados en música y cine. Una actitud muy negativa que no se ajusta a los parámetros de calidad y seriedad que siempre han caracterizado a la 20 Th Century Fox y por quien bien saben siempre he sentido una debilidad no disimulada. 

Ahora bien mi ‘amor’ por la Fox no me vuelve ciego ni carente de criterio t tengo que calificar como una autentica tomadura de pelo y un desprecio manifiesto hacia el consumidor lo que ha sucedido con las ediciones de la película LAURA.  

Dicho esto, y dado que estamos ante una de mis películas favoritas, banda sonora incluida, les cuento que musicalmente hablando todo empezó con una serie de negativas: Zanuck productor del filme ofreció la película a Alfred Newman, pero este declino dicha oferta por considerarla ‘poca cosa’ eligiendo dedicarse a otros proyectos de mayor envergadura. En esta circunstancia Zanuck pensó en Bernard Herrmann, pero Herrmann consideraba que si la película no era lo suficientemente buena para Newman tampoco tenia que serlo para él. Al final el proyecto recayó en David Raksin, un compositor especializado en las más oscuras series B de la 20th Century Fox. Prácticamente un desconocido.  

La primera vez que Raksin vio el filme se dio cuenta de que antes que una historia policíaca o de intriga se encontraba ante una historia de amor: la que el detective McPherson siente por la fascinante Laura. Tras la proyección Zanuck decidió cortar una escena, pero Raksin creía que era de vital importancia: la secuencia en la que McPherson registra el apartamento de Laura y empieza a mostrarse obsesionado por ella, Raksin alego que si cortaban esa escena el publico no sabría que el detective estaba enamorado de Laura, una mujer a la que solo había visto en un cuadro y conocía por referencias de otros. Zanuck consideraba que el publico no notaria en esa escena los sentimientos del detective, solo vería registrar un apartamento “Será la música quien se lo dirá” afirmó Raksin, Zanuck decidió darle un margen de confianza. 

Por otra parte el director Otto Preminger quería usar como melodía principal del film el “Summer Time” de la ópera de George Gershwin “Porgy and Bess” pero no consiguió los créditos y se decantó por “Sophisticated Ladies”. Raksin advirtió que si la empleaba provocaría una serie de asociaciones con el personaje de Laura. Finalmente Preminger optó por una solución salomónica y le dijo a Raksin “estamos a viernes: si el lunes me traes una buena melodía la usaremos; si no, Sophisticated Ladies”. 

Raksin durante el fin de semana entero se sentó delante del piano intentando sacar una buena melodía, pero la inspiración no llegaba. Entonces recordó algo: una carta de su esposa que tenía en su bolsillo y que no se había atrevido a abrir hasta entonces porque temía malas noticias. Lo hizo, la abrió: efectivamente, su mujer le pedía el divorcio. Raksin dejo la carta sobre el piano y empezó a teclear… Poco a poco el desinhibido sentimentalismo de la melodía de Laura, empezó a tomar forma y el lunes Preminger se había olvidado por completo de “Sophisticated Ladies”. “Puede que Laura no parezca más que uno de tantos temas pegadizos y sensibleros de Hollywood”, reconoce el propio Raksin, “pero cuando la compuse el sentimiento del que surgió era autentico”. Y buena razón tenía. 

Finalmente y por fortuna, en la famosa escena que Zanuck pretendía eliminar, se descubre por vez primera la obsesión de detective. El registro del apartamento es acompañado en pantalla por la típica música de suspense que ya era un cliché entonces, pero con una diferencia: el tema “Laura” se va intercalando hábilmente siempre que los movimientos del detective lo hace pasar por delante del retrato o cuando éste entra en el dormitorio de la protagonista tocando alguno de sus objetos personales con afán casi fetichista. 

Sesenta años la contemplan y sigue siendo una pieza magistral inigualada. Raskin falleció recientemente casi olvidado. Su primer trabajo para el cine fue la  orquestación de la música compuesta por Chales Chaplin para TIEMPOS MODERNOS en 1936. A parir de ahí componer socres para filmes de bajo presupuesto fue su principal ocupación has que la fama le llegase de la mano de LAURA. Su carrera llegaría hasta 1989.  

LAURA es fundamental, como película y como banda sonora, una delicia para la vista, un gusto para el oído. No se la pierden, es un verdadero portento artístico.