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CRÍTICA
DISCOGRÁFICA
CRÍTICA DISCOGRÁFICA de este mes. |
Aromas de Sefarad.
Por Fernando López.
Me gustaría poder recomendar este disco. Me gustaría porque
la música sefardí, que nos ha llegado desde el medioevo hispano a
través de los siglos y de diferentes lugares del planeta tras la
diáspora, es en su naturalidad y simplicidad de una belleza
sobrecogedora. Y me gustaría también porque intérpretes como los
que conforman este Trío Sefarad, que recorre incansablemente
nuestra geografía, luchando con la mayor voluntad y entusiasmo
contra viento y marea para darnos a conocer estas maravillosas
canciones, son merecedores de la mayor admiración y respeto. |
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Radamisto. Por Ignacio Deleyto.
En un artículo
publicado en 1993 sobre el estado del arte de la ópera
handeliana*, Stanley Sadie constataba que pese a vivir una época
de resurgimiento motivado por la industria discográfica y el
movimiento historicista, más de la mitad de sus óperas italianas
todavía esperaban por una grabación digna o no se habían pasado a
disco compacto. Sin ser exhaustivo, pues, obviaba óperas como
Giustino, Sadie reclamaba la presencia en el catálogo de algunos
títulos que, en su opinión, merecían atención; entre ellos
mencionaba, en primer lugar, Radamisto, para luego seguir con
títulos como Poro, Riccardo Primo, Ariodante** o Serse, las dos
últimas calificadas de “omisiones escandalosas”. |
Andsnes vuelve a Rachmaninov. Por Rubén Flórez.
Leif Ove Andsnes
saltó en su día (1995) de Virgin a EMI precisamente con
Rachmaninov: en aquella ocasión le tocó preparar el Concierto para
piano Nº 3 junto con la Filarmónica de Oslo y el veterano Paavo
Berglund a la batuta. Diez años después, y ya bien asentado en EMI
como uno de sus pianistas "estrella", aborda los Conciertos 1º y
2º. En esta ocasión sus acompañantes son Pappano y la Filarmónica
de Berlín. ¿Se completará un nuevo ciclo Rachmaninov? Andsnes
sigue con su forma de abordar el gran repertorio como hiciera
desde sus inicios. |
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El Bruckner de Karajan en EMI. Por Ángel Riego.
Las grabaciones
que realizara Herbert von Karajan son una mina para los sellos
discográficos, pues se reeditan una y otra vez y se siguen
vendiendo dada la fama, tanto la musical como la que hoy
llamaríamos "mediática", que alcanzó en vida el célebre director
de orquesta. De hecho, la EMI ya había sacado al mercado hace unos
10 años una "Karajan Edition" cuyo principal inconveniente era la
presentación, con unas portadas bastante horteras donde se veía a
Karajan dirigiendo, y de fondo algún edificio importante de la
ciudad donde se realizaban las grabaciones. |
William Christie vuelve a Charpentier.
Por Ignacio Deleyto.
La versión del Te Deum de William Christie está justamente
considerada como una de las grabaciones más famosas del barroco
francés y, si nos apuran un poco, de toda la obra grabada del
compositor francés. Aunar grandeza, nobleza, dramatismo y energía
y al mismo tiempo obtener una excelente respuesta por parte de
solistas, coro y orquesta no es algo que ocurra todos los días.
Por ello, aquella versión, registrada en 1988 para Harmonia Mundi,
se erigió en la referencia absoluta para esta famosa obra, famosa
por su preludio convertido en sintonía de Eurovisión. |
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Minkowski sigue con Offenbach. Por Rubén Flórez.
Parece que
Minkowski le ha tomado cariño a Jacques Offenbach, compositor
alemán de nacimiento y francés de corazón. Esta es ya su tercera
aproximación discográfica a una opereta completa de este
compositor. Antes vinieron Orfeo en los infiernos para EMI y La
Bella Helena para Virgin, y ahora llega La Gran Duquesa de
Gérolstein (donde, como en las dos anteriores, utiliza la versión
original), curiosa obra a la que se han acercado batutas tan
"diferentes" entre sí como esta de Minkowski, y en su día la de
René Leibowitz. |
"La mamma morta" en versión original.
Por A. Riego.
Es curioso lo sucedido con la célebre aria "La mamma morta"
(perteneciente a la ópera Andrea Chénier de Giordano) antes y
después de su inclusión en 1993 en la película Philadelphia, lo
que nos puede ilustrar, por si aún hiciera falta, acerca del poder
del cine como divulgador de músicas que conocería apenas una
minoría si no aparecieran en la gran pantalla pero que, cuando
salen, se convierten en un fenómeno de masas. En los primeros
recopilatorios que se hicieron en CD con arias cantadas por María
Callas no solía figurar la grabación que hiciera en Londres, en
septiembre de 1954, de "La mamma morta". |
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