Revista mensual de publicación en Internet
Número 75º - Abril 2.006


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"LA MAMMA MORTA" EN VERSIÓN ORIGINAL

Por Angel Riego Cue. Lee su Curriculum.


Es curioso lo sucedido con la célebre aria "La mamma morta" (perteneciente a la ópera Andrea Chénier de Giordano) antes y después de su inclusión en 1993 en la película Philadelphia, lo que nos puede ilustrar, por si aún hiciera falta, acerca del poder del cine como divulgador de músicas que conocería apenas una minoría si no aparecieran en la gran pantalla pero que, cuando salen, se convierten en un fenómeno de masas.

En los primeros recopilatorios que se hicieron en CD con arias cantadas por María Callas no solía figurar la grabación que hiciera en Londres, en septiembre de 1954, de "La mamma morta". De hecho, en el álbum que más se suele recomendar para los que desean empezar a tener algo de la mítica soprano greco-norteamericana (el triple CD "Die Stimme des Jahrhunderts", reeditado con el nombre de "Great Moments of... Maria Callas"), publicado por vez primera en 1989, no figuraba dicha aria. Ahora bien, todo fue aparecer en aquella película (en la versión de Callas, se entiende) y ya tenemos "mamma morta" hasta en la sopa: hoy día prácticamente ningún recopilatorio de arias de ópera por la Callas (de los que salen todos los años, volviendo a repetir lo mismo, refrito tras refrito) puede venir sin "La mamma morta", incluso aunque ocupen un solo CD.

Al lector que esté interesado en dicha grabación puede resultarle de interés que en esta edición de EMI se reproduce completo el contenido original (portada incluida) de aquel disco grabado en 1954 que incluía el aria susodicha, donde la aristócrata Maddalena describe la muerte de su madre, al ser incendidado su palacio por las turbas durante la Revolución Francesa. Este disco es uno de los once LPs de recitales de arias que grabó Callas en EMI (aparte de sus grabaciones de óperas completas), y por supuesto ha sido editado y reeditado muchas veces. En los años 80, los 11 discos originales se agruparon en 7 compactos (la duración de cada CD permitía incluir LP y medio), luego en los 90 se decidió respetar el contenido original y reeditarlos como 11 CD's, con sus portadas originales, y en la presente reedición se ha vuelto a incluir LP y medio y el sonido ha sido reprocesado de nuevo, con lo que estas grabaciones "mono" se escuchan con mayor potencia y brillantez como nunca han tenido, sin el soplido de fondo que tenían en las primeras ediciones en CD.

El LP original constaba de dos partes. La primera consistía en arias del verismo de autores contemporáneos de Puccini: las típicas de la Adriana Lecouvreur de Cilea ("Io son l'umille ancella" y "Poveri fiori"), La Wally de Catalani ("Ebben? Ne andrò lontana") y el Mefistofele de Boito ("L'altra notte in fondo al mare"), además por supuesto de "La mamma morta". No se incluía ninguna del propio Puccini, pues Callas acababa de grabar otro disco dedicado íntegramente a arias suyas. La segunda parte del disco incluía arias de "coloratura", es decir, de exhibición de pirotecnia vocal, como "Una voce poco fa" (del Barbero de Sevilla, de Rossini), la "Ombra leggiera" del Dinorah de Meyerbeer, la "Canción de la campana" de Lakmé de Delibes (en italiano) y el Bolero de Las Vísperas Sicilianas de Verdi.

Todas son arias muy conocidas, y las versiones aquí presentadas ya son historia. No quiere decirse que no pueda haber otras interpretaciones del mismo nivel, o incluso preferibles: por ejemplo, se ha dicho muchas veces que las arias veristas las cantaba con mayor perfección la gran "rival" de Callas, Renata Tebaldi; basta escuchar la misma "Mamma morta" por ambas, cómo Callas culmina su frase final "Io son l'amore" con un sonido ciertamente desagradable y Tebaldi, en cambio, parece el canon del canto. Pero es una rivalidad que hoy día, cuando ambas han pasado a la historia, ya no tiene sentido: si por algo fue grande la Callas no sería por la pureza de sus sonidos, sino por la interpretación que daba a sus personajes, por esa personalidad (otros dirían histrionisno) que otorgaba a sus creaciones. Como también sería ocioso recordar que en las arias de coloratura fue más perfecta una Joan Sutherland, o que en el Barbero de Sevilla (un papel de mezzo), la Callas puede estar en desventaja respecto a mezzos "auténticas" como Teresa Berganza; las interpretaciones de Callas tienen una personalidad propia, al margen de comparaciones.

El "medio disco" con el que se complementa el CD procede de otro recital grabado en Milán al año siguiente y dirigido (al igual que el de Londres) por la mano experta de Tullio Serafin. Incluye arias de repertorio belcantista de comienzos del XIX (Medea de Cherubini y La vestale de Spontini) y es en estas obras donde Callas no ha tenido rival.

 

REFERENCIAS: 

"MARIA CALLAS: LYRIC AND COLORATURA ARIAS"
EMI "Great Recordings of th Century" 7243 4 76842 2 7