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RADAMISTO
Por
Ignacio Deleyto Alcalá.
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En un artículo publicado en 1993 sobre el estado del arte de la ópera
handeliana*, Stanley Sadie constataba que pese a vivir una época de
resurgimiento motivado por la industria discográfica y el movimiento
historicista, más de la mitad de sus óperas italianas todavía esperaban
por una grabación digna o no se habían pasado a disco compacto. Sin ser
exhaustivo, pues, obviaba óperas como Giustino, Sadie reclamaba la
presencia en el catálogo de algunos títulos que, en su opinión, merecían
atención; entre ellos mencionaba, en primer lugar, Radamisto, para
luego seguir con títulos como Poro, Riccardo Primo,
Ariodante** o Serse, las dos últimas calificadas de “omisiones
escandalosas”. En la actualidad, todas estas y unas cuantas más están bien
servidas en catálogo y las que tanto preocupaban a Sadie gozan de
excelentes grabaciones: Ariodante en la versión de Minkowski
(Archiv 1997) y Serse en la de Christie (Virgin 2004). Asimismo el
aficionado que ahora busque, digamos, un Rinaldo puede elegir entre
dos grandes versiones: Hogwood (Decca 2000) o Jacobs (HM 2003), ambas
extraordinarias y, hasta cierto punto, complementarias. Lo cierto es que
desde la publicación de aquel artículo hemos asistido a una verdadera
bonanza en lo que a ópera handeliana grabada se refiere además de la gran
cantidad de producciones que, con mayor o menor fortuna, han subido a los
mejores escenarios del mundo en los últimos años.
La omisión de Radamisto era calificada por Sadie como una de las
mayores lagunas en el catálogo. Radamisto fue la primera ópera del
sajón al frente de la Royal Academy of Music, uno de los periodos más
fructíferos del Handel escénico con títulos de la categoría de Giulio
Cesare, Ottone o Rodelinda.
Existen dos versiones diferentes: la estrenada en abril de 1720 con
Margherita Durastanti como protagonista y la de diciembre del mismo año,
para la segunda temporada de la RAM, en la que el papel protagonista
recayó en Senesino (Durastanti encarnaría entonces el papel de “Zenobia”)
y para la cual Handel reescribió gran parte de la partitura incluyendo
doce arias nuevas y un cuarteto final.
De la segunda versión, la más popular, existe la grabación de McGegan (HM
1994) y de la primera nos llega ahora la de Alan Curtis. No se incluye el
aria “Sposo ingrato” basada en otra aria del Rodrigo y se sustituye
por “Barbaro, partiró” perteneciente a la segunda versión. Curtis aduce
que el aria no le parece apropiada a la situación dramática y emplaza al
oyente a escuchar el aria original en su grabación del Rodrigo (y
de paso hace publicidad “encubierta” de otra grabación suya). No es el
único cambio en favor de la segunda versión. También en el Acto III el dúo
“Non ho piu affani” sustituye el aria de Zenobia “O scemami il diletto”.
Llamativa decisión que no censuraremos pese a lo poco respetuosa que
resulta con las intenciones originales del compositor.
El reparto en esta nueva versión es bastante homogéneo y todos, salvo
quizás el tenor, cumplen más que dignamente con su labor. El papel
protagonista recae en la mezzo Joyce DiDonato, una voz nada especial pero
con amplias dosis de expresividad y dominio de la coloratura. En su aria
de salida, “Cara sposa”, que recuerda mucho al “Falsa immagine” de
Ottone, DiDonato aúna sensibilidad y seguridad técnica. Igual ocurre
con la sentida “Ombra cara di mia sposa” del Acto II donde la mezzo
americana sabe transmitir el difícil momento emocional del personaje. Por
el contrario, también es capaz de mostrar su lado más fiero en la enérgica
“Vanne, sorella ingrata”. Quizás su mejor intervención sea “Qual nave
smorrita”, una de esas arias de Handel que llegan directamente al corazón,
donde DiDonato revela un instrumento cálido y ornamenta con maestría y
sensibilidad. El da capo es una auténtica lección de buen gusto.
Maite Beamount es una de las bazas importantes de la grabación con un
instrumento ágil, templado y expresivo. Muchas son las arias que podemos
destacar: por su tono melancólico nos fijaremos en la cavatina del Acto II
“Quando mai, spietata sorte” interpretada con particular ternura. “Deggio
dunque”, excelente aria del Acto III, es el mejor ejemplo de la amplitud
de la paleta expresiva de la mezzo navarra. Carácter y fuerza dramática
son las constantes en “Empio, perverso cor!”. También de gran factura es
su contribución en los dos duettos con la protagonista donde su
bella oscura voz mantiene además una línea de canto homogénea y sin
fisuras.
Las tres sopranos no se quedan atrás. Patricia Ciofi aporta su habitual
capacidad dramática, eficaz fraseo y seguridad en las agilidades.
Dominique Labelle es una voz delicada, de bello timbre y especial
luminosidad y Laura Cherici destaca principalmente en “Deh, fuggi un
traditore”, una de las arias más bonitas de toda la ópera, que canta con
arrojo y habilidad aunque en ciertos momentos parezca no controlar bien el
agudo.
Todo un lujo el “Farasmane” de Carlo Leopore; de voz granítica y timbrada,
el bajo italiano canta con autoridad, musicalidad y dominio de la frase
handeliana. (Lástima que sólo le podamos disfrutar en su única aria “Son
lievi le catene”). No podemos decir lo mismo del tenor, el australiano
Zach Stains, de timbre ingrato y voz algo chillona que no consigue
convencer aunque valor y motivación no le faltan. Su mejor aportación es
la impresionante aria de batalla “Stragi, morti, sangue ed armi” con unas
trompetas capaces de resucitar a un muerto.
Alan Curtis compone una versión sólida y rotunda, sin manierismos ni
manipulación en los tempi, y dirige con fuerza dramática y sentido de la
unidad. Interesantes notas a cargo de Anthony Hicks y buena toma de sonido
sin llegar a la excelencia por revelar cierta sequedad. En definitiva,
calurosa recomendación para esta importante contribución al catálogo
handeliano.
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* Sadie, S: “Handel’s Operas”; Págs. 25-26. Gramophone, Marzo
1993.
** Por entonces no
se había reeditado la versión de Raymond Leppard (Philips 1980) de la que
Sadie dice podía “merecer reedición”.
REFERENCIAS:
G. F. HANDEL:
Radamisto HWV 12a. Primera versión, abril 1720. Joyce Di Donato,
mezzo-soprano. Maite Beaumont, mezzo-soprano. Patrizia Ciofi, soprano.
Dominique Labelle, soprano. Laura Cherici, soprano. Zachary Stains, tenor.
Carlo Lepore, bajo. Il Complesso Barocco. Alan
Curtis, clave y dirección. VIRGIN CLASSICS 45673 2. 3 CDs.
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