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Entrevista a Miguel Baselga Por Enrique Jiménez Sánchez.
El miércoles 29 de noviembre de 2006 fue presentado en la sede madrileña de la SGAE el último disco del pianista español, nacido en Luxemburgo, Miguel Baselga, “Vals-café”. Ricardo Llorca, compositor alicantino residente en EE.UU., autor de las notas sobre el origen del vals que acompañan al disco, dio paso a Alfonso Guerra, que justificó su tan extraña labor de presentar a un pianista por el mero hecho de que “le gusta”. Disertó luego el político sobre el vals, sus orígenes y la Viena decimonónica de “la decadencia imperial, de la frivolidad del Vals frente al Imperio multinacional y las ideas de guerra y revolución”, confesando su pasión por este mundo del “café, lugar de cita, de conspiración, de reflexión”. Por último, antes de cederle la palabra al pianista, repasó con encendidos elogios cada una de las piezas de su nuevo disco. Un Miguel Baselga visiblemente entusiasmado por su ilustre presentador declaró su intención de huir de la convencional presentación plagada de elogios mutuos y prefirió aprovechar la ocasión para interrogar al político sobre diversas cuestiones, todas ellas encaminadas a dilucidar cuál es la situación actual del Arte en general y de la Música en particular. El antiguo Vicepresidente del Gobierno confesó que, a su entender, vivimos una era de mercantilización de toda la actividad humana, incluido el arte, era de vulgarización o trivialización de todo, con la que reconoció no sentirse esperanzado. Finalmente, Miguel Baselga preguntó a Alfonso Guerra si consideraba que existía arte de izquierdas y arte de derechas, a lo que el segundo contestó que no, ilustrando su respuesta con numerosos ejemplos de artistas de derechas cuyo arte se elevó por encima de su ideología. Se cerró la presentación con la interpretación de una breve pieza (La cajita de música, de Liadov) por parte de Baselga, quien tuvo a bien contestar a unas preguntas para Filomúsica: 1- Su
último disco ha sido presentado por un conocido
político español, Alfonso Guerra. ¿Podríamos comenzar
hablando de qué relación le une con esta personalidad?
Hace años él puso "de moda" a Mahler en
España con unas declaraciones, ¿le parece realmente un
melómano de mucho nivel? 2- Su último disco,
"Vals-café", se aparta del repertorio español
(Albéniz, Falla, etc) que usted ha cultivado
preferentemente en grabaciones anteriores. ¿Cree que a
los pianistas españoles se les encasilla (tal vez de
forma injusta) como intérpretes de música española, y
que cuando se salen de ese terreno se considera que ya no
es "lo suyo"? 3-
Relacionado con lo anterior, ¿qué repertorio le
gustaría interpretar o grabar, y hasta ahora no ha
tenido ocasión de hacerlo? 4- Aunque siempre sea una
pregunta difícil: ¿tiene algún compositor preferido?
6- Háblenos de sus comienzos en la música, de cómo se le despertó la vocación musical. ¿Viene de familia?
Provengo de una familia en la que la música como
pasatiempo estaba presente. En casa había un piano, mi
padre toca un poco, fruto de que mi abuelo era
aficionado, y digamos que mis hermanas y yo heredamos esa
tradición. Por ese lado sí que hay tradición familiar
aunque ningún músico profesional. Desde pequeño
ciertas músicas ejercieron sobre mí un poder de
fascinación. Y poco a poco fue llegando todo lo demás.
Con 14 años me fui a Bruselas a estudiar más en serio
(mis padres entonces vivían en Managua) y al acabar el
Bachillerato decidí dedicarme exclusivamente a esto a
ver cómo se me daba. Y hasta hoy. 7- Háblenos de los pianistas
que más le hayan influido en su carrera, empezando por
quien fue su maestro, Eduardo del Pueyo. ¿Qué recuerdos
nos puede contar de él? ¿Cree que su figura es menos
conocida de lo que debiera? Había conocido a todo el mundo: desde Gilels a Iturbi pasando por Pollini o Böhm. Y contaba algunas cosas que por supuesto me tengo que callar Creo que es bien conocido por quien debe. Tampoco le importaba que su foto no saliera en la portada del Paris Match. 8- ¿Qué le parece que su ciclo
Albéniz haya sido comparado a menudo por la crítica con
las grabaciones de Alicia de Larrocha? Supongo que lo
considerará un gran honor... Por supuesto que es un halago. Pero no me engaño:
ante la comparación, tengo todas las de perder. Ha sido,
es y será La Gran Dama del piano en España y eso no se
cambia así como así. 9- En
cuanto a los pianistas del pasado a quienes no haya
tratado en persona, sólo conocido a través de
grabaciones, ¿hay alguno que le haya atraído
especialmente, que pueda decirse que sea "su
ídolo"? 10- ¿Está de acuerdo con esta
frase, que se escucha muy a menudo?:"Los pianistas
de antes tenían cada uno una personalidad propia, hoy
día todos tocan de forma más estandarizada". ¿No
le parece que estamos de nuevo ante esa visión del arte
como decadencia que, de uno u otro modo, afirmó
compartir Alfonso Guerra en la presentación, y de la que
Vd. no estaba convencido? Retomando las palabras de Alfonso Guerra, estoy de
acuerdo con él cuando dijo que estamos en un momento de
trivialización del arte y creo que aplicado a los
pianistas, es más real que nunca. La estandarización no
es más que una forma de banalización. No es que yo no estuviera convencido, ni mucho menos. Le planteé la pregunta para conocer su opinión. Pero no quería condicionar su respuesta, que es distinto. 11-
De sus actuaciones ¿hay algún concierto o recital que
recuerde como especialmente memorable? ¿Tal vez su debut
en el Carnegie Hall en el 99? También si podría
destacar a algún solista, orquesta o director con los
que haya trabajado, que le dejara un recuerdo imborrable.
No me gusta lo del name droping. La gente se ofende luego. Así que diré que todas las personas con las que he trabajado han sido estupendas. 12- Cuéntenos sus proyectos futuros en cuanto a conciertos o grabaciones. Tomármelo con más calma, tocar cuando me apetezca y no solamente por el cachet y sobre todo acabar con el ciclo de Albéniz para BIS antes de que él acabe conmigo
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