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Número 79º - Diciembre 2.006


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NOCHE TRANSFIGURADA

Por Rubén Flórez Bande

El Cuarteto Artemis comienza poco a poco a volar en solitario, pese a seguir siendo los protegidos del cuarteto Alban Berg, que fueron en Colonia unos profesores para ellos, y es que ya son casi veinte años los que tiene este "joven" cuarteto, fundado en 1989 en Lübeck, pero que actualmente reside en Viena.

Han entrado con fuerza en el mundo discográfico de la mano de Virgin, aunque también han colaborado con Ars Musici. Para el sello inglés, que es el que ha producido el presente disco, ya han grabado un repertorio de lo más variado, de Beethoven a Ligeti, de Janacek a Dvorak, y el CD que nos ocupa, dedicado a Richard Strauss, Alban Berg, y Arnold Schoenberg. En esta ocasión (noviembre de 2002, que es cuando se grabó el disco), se contó con una colaboración de lujo, ya que todas las obras son para sexteto de cuerdas: dos de los integrantes del Cuarteto Alban Berg, el cello, Valentin Erben, y el desaparecido viola, Thomas Kakuska, que es a quien se le dedica este registro.

De Richard Strauss se selecciona el "Sexteto" de la ópera Capriccio, breve pieza, pero que condensa el estilo de esta "ópera de cámara". Claro que aparece el idioma de Strauss, pero todo se mueve en torno a una base clásica y en la estructura clásica, y donde se percibe la mano de Strauss en las transiciones de los temas, que parecen romper toda esa estructura, es una obra que parece que fuera compuesta en la época del joven Mozart, o Haydn. Hay que destacar aquí la labor de los primeros cellos, que en este lugar son Eckart Runge y Valentin Erben, casi protagonistas de esta obra, con gran importancia en sus partes.

Un salto estilístico es el pasar del "clásico" Strauss a las incipientes sonoridades de Alban Berg, aquí se nos presenta una transcripción para sexteto de cuerdas de su Sonata para piano Nº 1 de 1908 a cargo del uno de los violinistas del Cuarteto Artemis, Heime Müller, que curiosamente en esta obra hace la labor del segundo violín. Müller trata fielmente la partitura de Berg, sin ocultar nada, y sin inventar nada, aprovechando las sonoridades de las cuerdas frotadas en este caso, para intentar "imitar" las sonoridades de las cuerdas del piano. El resultado pienso que es de una fidelidad y respeto que no cae en la extravagancia gratuita, o en el mero virtuosismo de los instrumentistas. Una interpretación mesurada, concentrada, que nos acerca esta "pequeña gran obra" de otra manera.

La obra más interesante, y de más peso del registro, es por supuesto la Noche transfigurada de Schoenberg, en versión para sexteto. Es una lectura muy intensa, más apasionada y ardorosa que lúgubre. Para muchos, quizá suene demasiado romántica, demasiado "tchaikovskiana" que es a lo que me ha sonado, muy lírica, y fogosa. La negrura de la noche y las dudas de los amantes quizá no sean lo más conseguido. Vuelve a brillar aquí la intensidad de la cuerda grave, aunque quizá busquen eso, el juego dinámico entre las cuerdas, si es así lo consiguen.

La grabación también ayuda a ello, qué menos. Las "nuevas" incorporaciones se acoplan bien al cuarteto, o el cuarteto se acopla bien a las incorporaciones, no se sabe quién es el que marcó los parámetros a seguir.

En resumen, buen disco, estilísticamente redondo, y con obras poco frecuentes. En la Noche Transfigurada hay más donde elegir, claro. 

REFERENCIAS: 


"Verklärte Nacht" . Obras de: Strauss, Berg y Schoenberg.
Cuarteto Artemis
Valentin Erben, cello
Thomas Kakuska, viola
VIRGIN CLASSICS 00946 335130