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ENTREVISTA AL PADRE VICTORIANO PLANAS
LÓPEZ.
Por Cristina Isabel
Gallego García, Daniel Mateos
Moreno, Antonio Pérez
Vázquez.
De izquierda a derecha:
Daniel Mateos, Antonio Pérez, D. Victoriano Planas, Cristina Gallego.
¿Qué labor desempeña en la actualidad?
Soy
el organista titular de la Catedral de Málaga. También soy profesor en
la Universidad de Málaga. Actualmente ostento el cargo de Delegado
Diocesano de Enseñanza.
¿Quién lo introdujo en el mundo de la Música?
El seminario. Cuando yo estudiaba éramos prácticamente 400 seminaristas.
Había una buena escola, masa coral, y mucha afición por la Música. En
mi casa tenía familiares muy aficionados.
¿Quiénes
fueron sus profesores de música?
En
mi biografía (que aparece en mis programas de concierto) pone que yo soy
autodidacta. Me formé a base de quitarme muchos recreos en el Seminario
para estudiar el armonio, que era lo que se estudiaba entonces. Pero, el
impulsor de la Música en el seminario, fue, por un lado, Don Manuel Gámez,
(director de la Escola) y después tuvimos
gente cerca muy significativa en la música. Yo con 14, 15, 16 años...
ayudaba a ensayar a una de las cuerdas de la Escola, que eran los
contraltos. Le enseñaba las
partituras de contralto a Jesús López Cobos. Las primeras notillas que
aprendió él, las aprendió de mí.
¿Dónde
ha realizado sus estudios de música aparte del seminario?
Fundamentalmente,
si he de hablar de una escuela de la que estoy satisfecho, por cultivar la
buena música, el espíritu musical, se lo debo a
Monserrat, concretamente la gran Escuela Gregorianista de Monserrat,
porque un organista debe saber mucho gregoriano si es un organista litúrgico.
¿A
que edad empezó?
Yo entré en el seminario a los 11 años, y a los 12 es prácticamente cuando empecé. Con 16 años era organista segundo del seminario y con 17,
organista primero. Eso suponía tener que tocar cosas para acompañar a la
Coral, los oficios litúrgicos del seminario de todos los días...
¿Cómo
conoció a López Cobos?
Somos íntimos amigos por diversas razones muy sencillas. Yo vivía en la
calle Niño de Guevara y él en Huerta del Conde, por tanto pertenecíamos
los dos a la Parroquia de Santiago. Los dos éramos seminaristas y pasábamos
el día juntos... Después hemos mantenido la amistad durante muchísimo
tiempo.
Pero,
¿nos está hablando de Málaga?
Sí. López Cobos nació en Zamora, pero debido a motivos de trabajo de su
padre, toda su familia se vino aquí.
Él lo primero que hizo fue estudiar en el Seminario de Málaga. Ya,
cuando se salió del seminario, pasó a Madrid a estudiar Filosofía y
Letras, y allí es cuando estudió música...
Sé
incluso el porqué de su afición a continuar en la
música: No había
Teatro de la Ópera en Madrid, y entonces hicieron un ciclo de ópera,
pero no tenían uno que ensayara coros. Él en ese momento estudiaba
Filosofía y Letras en la complutense, y llevaba un coro en la Universidad... Le pidieron que
llevara un coro para la temporada de ópera que iba a haber y la cosa salió
muy bien (recuerdo que le pagaron, por decirlo de alguna manera,
“en especies”, pues le regalaron un equipo musical bastante bueno; entonces
no se llevaban los CD's ni nada de esto..).
¿Qué
es la música para usted?
La Música es
una de las grandes bellas artes. Es verdad que cada bella arte tiene una
impronta especial, pero donde llega la música, la combinación de
sonidos, no llega nadie.
¿Ha realizado grabaciones?
Sí, en 1981, y posteriormente diversas grabaciones para RTV.
¿Por qué se dedicó al órgano y no a otro instrumento?
Háblenos de la música en el seminario.
Cuando empecé a estudiar el
armonio, mi ilusión era ser organista del seminario. Entonces había unos
buenos armonios allí; se estudiaba armonio. Incluso siendo
seminarista me llamaban para que tocara en la Catedral, e incluso el mismo
Jesús López Cobos me ha pasado muchas veces las páginas aquí en la
Catedral, tocando. Una vez pusimos la misa Salve Regina de Jean Langlé, (el
que fue gran organista de la Catedral de Notre Damme, y que ha muerto hace
poco); esta misa era para dos órganos, trombones y trompetas. El otro órgano
lo tocaba José María Millán.
¿Y
usted ha impartido docencia de órgano alguna vez?
A los seminaristas... pero dedicarme oficialmente, no. No he impartido
clases en conservatorio porque mis obligaciones me han limitado mucho mi
tiempo.
¿Por
qué cree que se conocen tan pocos organistas? ¿Quizás por la dificultad
en la disponibilidad del instrumento?
Hay que tener en cuenta que ha habido una guerra civil, y sobre todo una república
donde son quemados los
conventos y las iglesias. Afortunadamente no le pasó nada al órgano de
la Catedral de Málaga.
Uno va por ejemplo a Polonia, Hungría,
Alemania, ... y en iglesias pequeñitas, te encuentras unos órganos
impresionantes.
Esto es un círculo vicioso: “hay pocos organistas porque no hay órganos,
y no hay órganos porque hay pocos organistas”.
Actualmente hay muchas orquestas, y también buenos organistas, pero el órgano
no parece un instrumento que esté muy en boga... en España ha habido una
carencia de música religiosa, sobre todo a partir de la guerra, que
realmente ha sido deplorable, y sigue siéndolo. El
problema actual que tienen planteados los conservatorios de España es
que hay muchas cátedras de órgano para tan pocos organistas.
Y en el seminario, ¿se sigue impartiendo?
En
muchos seminarios no saben nada de música. Antes sí había un ambiente
musical muy bueno, ahora no. Realmente ahora dicen que no tienen tiempo. Esto
un fallo de todos los seminarios de España. Hace unos días estuvimos
reunidos los maestros de capilla y los organistas de las catedrales, en
Madrid. Se intenta ver cómo se puede retomar de nuevo este ambiente; se piensa
crear una escuela superior de Musicología, en Madrid, para preparar a
organistas litúrgicos. Incluso
hay una posibilidad de retomar a gente que tenga la carrera de piano, y
entonces, aunque no haga la carrera completa de órgano, por lo menos que
sepa lo que es un órgano, y lo sepa tocar.
En
España lo que pasa ahora es que, primero, hay pocos seminaristas, y
segundo, la gente que está al frente del seminario, no entiende mucho de
música. Por esos se pretende hacer una cosa a nivel nacional, una escuela
superior de música.
¿Por
qué generalmente se asocia el órgano a las iglesias y resulta más difícil
imaginarse a un organista en una sala de conciertos?
Yo respondería esta
pregunta con una anécdota muy curiosa: Cuando
se inaguró el órgano que hay en el Auditorio Nacional de Gerard
Grensin, (él es un alemán-austriaco, afincado en Barcelona),
le encargaron entre otros, este órgano. Yo fui a la inauguración, me
invitó él, era para oír un
concierto que lo daba otro buen amigo mío, Eriver Breguer (él es
organista en Polonia y en Berlín, especialista en Bach).
Fue un concierto precioso, con una acústica impresionante...
Cuando ya salíamos, unas señoras que iban delante mía, (y no sabían
que yo era organista) comentaban: “ Sí, sí, un concierto de órgano precioso, pero el órgano tiene su
sonido en la iglesia”.
Con esto os
digo que el órgano, fundamentalmente, está hecho como instrumento litúrgico,
aunque también se utiliza como instrumento de conciertos, pero el mejor
sitio para escuchar una pieza de órgano es una
iglesia, y no una sala de conciertos. El órgano en una sala de
conciertos elimina ese "misterio" que debe tener un concierto de
órgano.
¿Cuál es, dentro del repertorio organístico, el que usted
prefiere tocar?
Esa es una pregunta de una palabra: barroco. Los órganos de la
Catedral de Málaga son barrocos.
Pero entonces opina, por ejemplo, que si el clave
bien temperado fue escrito para clave, ¿por qué lo tocamos en el piano?
¿Usted opina que se debería otra vez volver al clave para tocar estas
piezas de Bach?
Las piezas de clave son para clave. El piano y el clave son dos
instrumentos que no son hermanos, pero sí primos; el sonido auténtico...
yo prefiero a Wanda Landowska tocando el clave bien temperado, a Joaquín
Achúcarro tocándolo en piano.
Ayer tarde, concretamente, toqué una cosa de Christian Philip Emanuel Bach,
que era para clave, y en el órgano resulta muy bonito...
Sin embargo, el repertorio, aparte del barroco, en el órgano, está
bastante evolucionado. Por ejemplo, Max Regger es un autor que se toca
muchísimo y no es del barroco....
Pero eso no se puede tocar en la Catedral de Málaga.
Claro, que se podría hablar mucho más sobre este tema.... Si J.S. Bach
compusiera ahora, o Vivaldi, sus conciertos para violín, ¿los tocaría
con violines de la época o con violines de ahora? Hannoun Burt es
partidario de violines de la época, a lo mejor Bach opinaba que mejor los
de ahora... Los instrumentos se perfeccionan, pero uno se puede preguntar
cómo sonaban en tiempos de Bach... Si ellos tuvieran los recursos de hoy,
esos coros impresionantes, ahora por ejemplo, El Mesías, ¿qué
preferirían?
¿Es constitución del órgano porque no está
preparado para ese repertorio o es que no se puede por sensibilidad, por
el sonido que tiene...?
Por las dos cosas. Primero, porque un órgano romántico tiene otros
recursos totalmente distintos al moderno, pero piensa que el órgano
barroco español, éstos son de 1781 y 1782, carecen por ejemplo de
pedales... entonces como vas a tocar el Tríptico del Buen Pastor de
Gunnino o las grandes fugas de J. S. Bach, no se pueden tocar. Ahora,
alguna otra literatura, sí. Sin embargo, yo tendría que estar día y
noche, no sé cuantos años, para tocar todo lo que tengo de partitura en
barroco, apropiado al barroco español. Las escuelas barrocas españolas
son buenísimas todas: la escuela Valenciana, la escuela de Daroca...
La Catedral de Málaga se comenzó a construir en
1528, y posteriormente sus órganos. Háblenos de estos órganos que
conoce tan bien... ¿quién los construyó?
Don Julián de la Orden, que era organero de la catedral de Cuenca. Se
le trajo aquí para que construyera, en un principio, un órgano sólo. El
obispo pidió que se construyera un segundo órgano, que resultó ser
gemelo, idénticos uno al otro. Los dos lo irían construyendo al mismo
tiempo porque es imposible hacer 4485 tubos simplemente en un año con los
recursos que tenían. Seguramente tenían una escuela organística muy
grande. Julián de la Orden construyó la parte musical, los tubos etc.
Después, la parte de la fábrica, (que se llama), concretamente la
fachada, el envoltorio... lo hizo Don Antonio Martín de Aldehuela. Lo
más significativo que hizo él posteriormente en Málaga es el Tajo de
Ronda.
¿Qué caracteriza a los órganos que usted toca
aquí en Málaga?
Lo primero es que son los barrocos más grandes que hay en España.
Cada uno tiene 4485 caños sonantes. Lo segundo, que son gemelos. Lo
tercero es que se conservan en el estado original. Otras catedrales sí
han sufrido muchas transformaciones; pienso por ejemplo en la de Catedral
de Sevilla, que es otra cosa distinta de los que eran los primeros. La
belleza arquitectónica es impresionante. Son los únicos que existen de
Don Julián de la Orden, que tienen dos calderetas cada uno...
¿Cuándo empezó usted a tocar como organista?
Concretamente fue en el año 1975. Estuve de organista suplente dos
años, y en 1977 obtengo el nombramiento de canónico organista titular.
Y de los organistas actuales, ¿hay alguno que
especialmente le llame la atención?
En España hay gente muy buena, por ejemplo está Montserrat Torrent,
Ullouls en Zaragoza, en Málaga está Adalberto... Sin embargo,
actualmente hemos caído en un exceso de tecnicismo. Pasa lo mismo en
piano... Yo creo que el organista debe de tener, además de mucha
mecánica, mucha sensibilidad. El organista tiene que recrear la pieza, lo
cual no quiere decir que se salga de los cánones habituales. Ahora mismo
se está cayendo en un exceso de virtuosismo, en arte, técnica, y una
menor sensibilidad; eso es malo porque las interpretaciones resultan mucho
más perfectas y frías.
Y organistas a lo largo de la historia, ¿hay alguno
en especial que quiera destacar?
Aparte de J.S. Bach, para mí ha habido uno que era muy bueno, C. Richter
(él tocaba magníficamente la integral de Bach, era gran organista), el
mismo Langlé... Para quedarse con organistas del siglo XX, me quedaría
con Richter.
La piel de los secretos (pieza fundamental del
órgano, deja pasar el aire a las tuberías) y los tablones (reparte el
aire entre los tubos) estaba dañada en uno de los órganos de la catedral.
Pero, ¿no cree que los sonidos que se produzcan en él serán más ricos
y limpios que en el que toca usted?
Serán de entrada, más potentes, porque ya están limpiados los
secretos y entonces no habrá fugas de aire, pero el sonido tiene que ser
el mismo porque no se ha tocado absolutamente nada las piezas originales.
En definitiva tiene que quedar lo mismo. A mí me desagradaría que sonara
de otra manera distinta, porque entonces no es una restauración original.
Antes de que nos lo entreguen hay que estudiarlo, verlo.... Incluso
estamos viendo la pintura verde y de pan de oro, que tienen los órganos
por fuera, se han hecho pruebas de cómo eran a como son; es un verde de
otra tonalidad distinta y no sabemos si impregnarlo o no.
¿Quién está llevando a cabo la restauración?
Federico Acitores. Es un organero de los tres grandes organeros que hay en
España. Él ha restaurado mucho, tiene experiencia en órganos barrocos;
vive en un pueblecito de Palencia que se llama Torquemada y tiene el
taller. Allí trabaja pero, lo nuestro, a excepción de algún secreto
(pieza del órgano fundamental) y del teclado, lo está restaurando aquí.
Afortunadamente la tubería está en muy buen estado.
¿Cuándo cree que finalizará la restauración?
El compromiso era para la noche de Navidad, ya que el órgano se estrenó
en Navidad de 1781. Lógicamente la restauración se estrenará en un acto
litúrgico, porque no olvidemos que el órgano en la Catedral es para el
culto. No va a ser estrenado por un concierto. Después, ya sí que habrá
conciertos. Está pensado que se finalice para Navidad, pero yo me temo
que no esté, es muy complicado.
¿Qué opina de otros órganos en España?
Sobre todo me encantan los órganos barrocos que tiene restaurados Grensi,
un órgano barroco muy bueno está en el colegio de los Padres Agustinos
en Palma de Mallorca; el órgano de la Catedral de Segovia... El de la
Catedral de Santiago no es barroco. Yo he estado este año con el
organista allá arriba, tiene una resonancia muy buena, por ser una
iglesia románica... El de Cobarrubia, el de Daroca también lo he
tocado... me gustan prácticamente la totalidad de los órganos de la
provincia de Palencia, que ahí sí que hay verdaderas obras de arte tanto
en iglesias como en órganos. Yo estoy pensando en Villa Sírica, Fromista,
Támara (tiene un órgano que se llama Gobado, es un órgano en una
columna, que es una preciosidad). Otro órgano moderno, malo, es por
ejemplo el del Valle de los Caídos, está en un lamentable estado.
Para un alumno que estudie órgano, ¿qué le recomendaría usted?
Que estudiara mucho, que tenga constancia... pero depende del alumno
en cuestión, si quiere ser un organista litúrgico o concertista, ya que
varía mucho. Habría que recordarle que cultive la sensibilidad, además
de la técnica.
¿Y para un organista litúrgico?
Que conozca las normas litúrgicas y sobre todo, ahí si que
interviene la sensibilidad, porque depende de cada momento litúrgico lo
que debes tocar. Por ejemplo, si tú te pones a tocar en una cuaresma, una
fanfarria, "estás metiendo la pata"... En el momento de
comunión, tienes que tocar una cosa que realmente ayude... Yo diría
que la Música en la Iglesia no es para distraer, sino para ayudar a
rezar.
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