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NI ROMEO, NI JULIETA: EL DIRECTORSevilla, Teatro de la Maestranza. 15 de diciembre de 2006. Charles Gounod: Roméo el Juliette. Nathalie Manfrino, Richard Troxel, José Julián Frontal, Giovanni Battista Parodi, Tatiana Davidova, Mercé Obiol, Vicent Esteve, Manuel de Diego, Elia Todisco, Juan Manuel Muruaga. Coro de la A. A. del Teatro de la Maestranza. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Michel Plasson, director musical. Ivo Guerra, director de escena. Producción de la Opéra National de Bourdeaux. Por Fernando López Vargas-Machuca.
Lo mejor de este Romeo y Julieta ha sido sin la menor duda la formidable prestación del Coro de la A. A. del Teatro de la Maestranza, bien guiado por su nuevo director Julio Gergely, y de una Sinfónica de Sevilla en óptima forma bajo la dirección de nada menos que Michel Plasson, firmante de las dos versiones unánimemente consideradas como referenciales de la obra de Gounod, las protagonizadas respectivamente por Alfredo Kraus y Catherine Malfitano (EMI,1983) y Roberto Alagna y Angela Gheorghiu (EMI, 1995). Fue la suya una lectura de inequívoco sabor francés, mesurada y elegante, de texturas leves y refinadas -a veces quizá en exceso-, en la que no se descuidó el necesario dramatismo y sentido teatral en determinados momentos clave. Supo además salvar los abundantes pasajes endebles de la obra y resaltar las virtudes de los más logrados de esta partitura por lo general más decorativa que sincera, obteniendo con su prodigiosa técnica de batuta unas texturas aterciopeladas y un fraseo mórbido y seductor de lo más indicados para números orquestales como el bellísimo preludio del segundo acto. Tuve la fortuna de asistir -gracias a las facilidades que me ha dado el Maestranza- no al estreno sino a la tercera función de las cuatro que se ofrecían. Parece ser que en las dos primeras Richard Troxel estuvo tan mal que consiguió del público algo rarísimo en el teatro sevillano: abundantes abucheos. No fue así en la de la noche del viernes. Sea porque se encontraba más tranquilo o porque, se comentaba en el entreacto, se había rebajado de tono alguna de sus partes, lo cierto es que el tenor norteamericano ofreció una actuación aceptable; cierto es que su voz resulta pequeña y poco grata, y que su técnica no muy desarrollada tampoco le podía permitir grandes cosas, pero al menos cantó con cierto arrojo, fraseó con gusto y ofreció algunos pianísimos de gran hermosura, estando especialmente acertado en el último acto. Además en escena se movió francamente bien y daba el tipo del personaje. Nathalie Manfrino (cuñada de Roberto Alagna, con quien ha protagonizado su registro en DVD de Cyrano) posee una buena voz que se proyecta maravillosamente por la sala y canta muy en el estilo, desenvolviéndose con dignidad por una partitura muy exigente que demanda una vocalidad muy compleja, desde la ágil coloratura del primer acto hasta el peso y la rotundidad que necesita el aria de la poción. Pero le falta un poco más de desenvoltura en las agilidades, que no suenan con la naturalidad necesaria, y desde luego una mayor personalidad interpretativa, carencias que compensó con una juvenil y espectacular belleza física que la hicieron muy apropiada para el rol de Julieta. Abajo dejamos el enlace a su página web personal. Arrollador José Julián Frontal, un cantante de espléndida voz y técnica irregular que no siempre aborda los repertorios que le son más adecuados. Aquí estuvo sencillamente soberbio y además diseñó a la perfección en lo escénico un Mercucio claramente homosexual en una amplia gestualidad que incluía beso en la boca y movimiento de pelvis sobre el protagonista. La balada de la Reina Mab fue irreprochable, estando llenas de intención sus frases en el enfrentamiento con Teobaldo. Éste fue encarnado por Vicent Esteve, otro cantante que dio aquí lo mejor de sí mismo con una interpretación llena de chulería escénica y arrojo vocal. Muy bien Tatiana Davidova en la serenata de Estéphano y espléndida Mercé Obiol en el rol de la nodriza. Bien a secas el Fray Lorenzo de Giovanni Battista Parodi, a quien le hemos escuchado mejores cosas, y muy flojo el Capuleto de Elia Todisco, que cuando se veía obligado a cantar desde una plataforma elevada a duras penas podía hacerse oír. Convenció poco la puesta en escena, tanto por la dirección pobre de ideas, falta de unidad y a veces ridícula (¡ese baile en casa de los Capuleto!) de Ivo Guerra como por la escenografía de Giulio Achili, ineficaz no por “moderna” sino por antiestética. Por fortuna el último acto ofreció una bellísima conjunción de volúmenes y luces (espléndida la luminotecnia de Juan Manuel Guerra) que dejó buen sabor de boca en una función tan bien dirigida en lo musical que podía haberse elevado al cielo de contar con una menos molesta propuesta escénica y una pareja protagonista de mayor entidad. En todo caso la noche del viernes no hubo ninguna reacción negativa por parte del respetable y sí calurosos aplausos a la soprano, a la orquesta y a su director.
Web oficial de Natalie Manfrino: http://www.nathaliemanfrino.fr/ Web del Maestranza: http://www.teatromaestranza.com
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