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Cuentos sin misterio Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum.
Les contes d’Hoffmann. Música de Jacques Offenbach. Libreto de Jules Barber. Reparto: Marcus Haddock, Ekaterina Gubanova, Giorgio Surian, Pierre Lefebvre, Desirée Rancatore, Inva Mula, Nadja Michael, Francisca Beaumont, Ángel Rodríguez, Emilio Sánchez, Joseph Ribot, Marco Moncloa, Christian Tréguier, Laura Aparicio. Coro y Orquesta del Teatro Real. Director musical: Emmanuel Villaume. Director de escena: Nicolas Joel. Escenógrafo: Ezio Frigerio. Figurinsta: Franca Saquarciapino. Iluminador: Vinicio Cheli. Director del coro: Jordi Casas Bayer. Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con el Théâtre du Capitole de Toulouse, el Teatro Regio de Turín y la New Israelí Opera del Tel Aviv. Teatro Real de Madrid, del 4 al 23 de diciembre de 2006. Offenbach escribió una excelente partitura para esta ópera, protagonizada por un tenor y tres sopranos, cada una de las cuales aparece como enamorada inalcanzable en cada uno de los tres cuentos escogidos. El entramado musical es muy bueno, pero el libreto no está a la misma altura y la pieza naufraga. El maestro Villaume dirige con gesto atlético e infatigable, poniendo toda su energía al frente de una orquesta impecable y de un reparto notable. A pesar de los esfuerzos de todos los intérpretes y cantantes, la función se hace un poco larga (dura más de tres horas y media). Los tres cuentos hilvanados en la trama no despiertan interés ni llegan a crear el ambiente de misterio que la fuente literaria sugiere. La puesta en escena es de trámite y no arriesga ni añade anda, ni disimula la debilidad del libreto. La escenografía del maestro Frigerio tampoco ayuda mucho, pues se basa en un mismo decorado para todos los actos, de inspiración industrial, que está más cerca del espíritu positivista que de las pesadillas a las que el poeta se ve arrastrado. Aún así, para dinamizar algo la escena, el decorado está animado con sus propios mecanismos y con la colaboración de una oportuna iluminación que firma Vinicio Cheli. Los elementos más fantásticos de la escenografía (y de toda la función) son los trastos y máquinas que Frigerio ha diseñado para cada acto: la fermentadora, la locomotora, el carruaje, el órgano fantasmagórico y, sobre todo, los inquietantes autómatas musicales (que me recuerdan algo a ciertos diseños de nuestro genial Paco Nieva) (además, en el Centro Cultural de la Villa coincide estos días una amplísima y muy interesante exposición dedicada a Ezio Frigerio). En esta producción de Les contes alternan dos repartos. En el que pude ver y escuchar, el tenor Marcus Haddock interpreta con brío y poder el largo papel del escritor protagonista. Ekaterina Gubakova vuelve al Real como su musa, con una agradable intervención. Las tres amadas de este reparto son Desirée Rancatore, Inva Mula y Nadja Michael. La primera cosechó una cálida ovación con sus coloraturas en el papel de la bella autómata Olympia. Merece mención aparte, por su sentido de las tablas y por su buen hacer, el veterano Pierre Lefebvre. Este espectáculo es el resultado de una amplia coproducción internacional, en la que participa el Teatro Real de Madrid.
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