Belleza y lujo
Por
Víctor Pliego de Andrés. Lee su
curriculum.
Recital de Lieder de Dame
Felicity Lott (sorpano) y Graham Johnson (piano). Lieder de Mahler,
Schumann, Wolf, Duparc, Capdevielle, Sauguet, Debussy, Duparc, Coward,
Hahn, Strauss y Messager. XIII Ciclo de Lied coproducido por el
Teatro de la Zarzuela y la Fundación Caja Madrid. Teatro de la
Zarzuela, Madrid, 18 de diciembre de 2006.
Felicity Lott y Graham Johnson
volvieron a ofrecer una exquisita sesión de Lieder en Madrid,
renovando su triunfo ante un público con el que hay establecida una
especial complicidad. Así lo atestiguó la cálida y larga ovación
ofrecida a los artistas nada más salir al escenario. Muchos presentes
recordaban la fantástica sesión sobre “Mujeres perdidas y esposas
virtuosas” que ambos ofrecieron la pasada temporada. Sin perder nunca
la elegancia ni el buen humor, y sin exagerar, el programa de esta
velada fue algo más estricto que el año pasado. Giró en torno a la
poesía de Rücker y de Goethe en la primera parte, y de Baudelaire y
Sacha Guitry en la segunda, con una incursión en el singular universo
de Coward, compositor que nuestra dama defiende con entusiasmo. Hubo,
por lo tanto, variedad y coherencia al mismo tiempo. El arranque con
los Rückert-Lieder de Mahler fue toda una demostración de
valentía y una afirmación rotunda del dominio que Lott y Johnson
tienen del universo liederístico alemán donde se forja el género. La
soprano cantó y pronunció cada verso con perfecta inteligencia y con
una interpretación irreprochable de la música alemana, sin abandonar
nunca algo de su particular impostación “a la inglesa”. Ambos
intérpretes tuvieron una de esas noches de gran inspiración, donde la
emoción apareció unida al arte y al oficio. Los finales, preciosistas
y delicados, resonaron de forma particularmente sobrecogedora, aunque
también hubo muchos contrastes de tensión y velocidad perfectamente
entretejidos entre voz e instrumento, sin abandonar nunca la dinámica
que la cantante puede abacar. Las canciones de Schumann hicieron de
bisagra entre Rückert y Goethe, para cerrar esta primera parte con
cuatro Lieder de Hugo Wolf. En la segunda, parte la dama
Felicity demostró su versatilidad al abordar ahora canciones francesas
de Duparc, Capdevielle, Sauguet y Debussy, sobre versos de Baudelaire.
La soprano cambió de estilo y lengua como quien cambia de traje, cosa
que, por supuesto, también hizo durante su actuación. Con este viaje
desde Alemania a Francia habría quedado plenamente justificado el
extraordinario recital, pero nuestra Dama aún habría de ofrecer una
sorpresa avanzando hacía el mundo de la opereta a través de Noel Cowal
y Sacha Guitry. El recital fue una inolvidable demostración de arte,
de “orden, belleza, lujo, calma y voluptuosidad”. Las expectativas del
público quedaron completamente colmadas.
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