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LORIN MAAZEL VUELVE A OVIEDO
Por
Angel Riego
Cue. Lee su
Curriculum.
Oviedo, Auditorio Príncipe Felipe. 3 de abril de 2007. Beethoven:
Sinfonías 2 y 3. Symphonica Toscanini. Director: Lorin Maazel.
Cinco años después de su última visita a Oviedo, volvió Lorin Maazel,
aunque esta vez con una orquesta de un nivel muy por debajo que la de
aquella ocasión (que era la Philharmonia de Londres). Ahora fue la
"Symphonica Toscanini", un conjunto de músicos jóvenes, principalmente
italianos, seleccionados por el propio Maazel, quien ha sido nombrado
director vitalicio del mismo. No es la única agrupación que utiliza el
nombre del gran maestro italiano del que se cumplen 50 años desde su
desaparición, pues al menos conocíamos también la Orquesta Sinfónica
"Arturo Toscanini" de Emilia-Romagna.
La Symphonica Toscanini demostró un buen nivel en la sección de cuerda,
pero como pasa con tantas orquestas italianas, a veces daba la impresión
de tener sólo cuerdas, las maderas se escuchaban poco y los metales eran
inclementes (las trompetas sobre todo). Tampoco el percusionista me
pareció de buena calidad. En resumen, un conjunto típico de "nueva
creación", con sus inevitables defectos, y donde parece que Maazel quiere
seguir los pasos de directores como Barenboim, y tener también su propia
orquesta de jóvenes.
El programa era clásico a más no poder, con dos sinfonías de Beethoven:
Segunda y Tercera, y en él se pudo comprobar el tópico
que dice que Maazel es un director de técnica formidable, posiblemente el
de mejor técnica del mundo, pero que muchas veces no está motivado en su
labor y realiza un trabajo de "rutina de lujo", apareciendo un cierto
elegante distanciamiento que a veces casi bordea la indiferencia. Y algo
de esto hubo aquí, pues en los movimientos lentos se cayó en general en
una languidez excesiva. En otros sí aparecía el gran Maazel, con un
trepidante movimiento final de la Segunda o el inicial de la
"Heroica" (posiblemente lo más logrado del concierto) pero en general
prevaleció el distanciamiento.
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