|
ESTRENO DE CHAILLY EN LEIPZIG
Por
Angel Riego
Cue. Lee su
Curriculum.
Parece que va siendo costumbre editar los conciertos de "toma de posesión"
de directores célebres de hoy, al hacerse cargo de sus nuevas orquestas.
Después de Rattle en Berlín, y Thielemann en Munich, nos llega el primer
concierto de Riccardo Chailly como titular de Leipzig, editado con tanta
prisa que no incluye las duraciones de los tracks, como los Conciertos de
Año Nuevo.
Para la ocasión se eligieron obras de Mendelssohn, tan vinculado a Leipzig
y a su orquesta (de la que en su día fue titular) y con el aliciente que
tanto gusta a Chailly de las "rarezas", es decir, de incluir o bien obras
infrecuentes o (como es este caso) ediciones inéditas de partituras
conocidas.
El Canto de Alabanza de Mendelssohn, estrenado en 1840 para
celebrar los 400 años de la invención de la imprenta, fue modificado ese
mismo año por su autor y hoy día es conocido como la Sinfonía nº 2,
una numeración engañosa, pues la obra es posterior a las conocidas como
4ª y 5ª. Sigue un esquema similar al de la Novena
Sinfonía de Beethoven (tres movimientos instrumentales al comienzo y
un amplio final coral), y aquí se nos presenta la versión oída en el
estreno, que se diferencia de la definitiva en muy poco (suprime algún
recitativo y cambia algo el texto del final).
Los pasajes suprimidos no bastan para explicar que esta versión dure 10
minutos menos de lo habitual, algo para lo que también hay que tener en
cuenta el acelerado tempo que utiliza Chailly. Y aquí viene la principal
decepción del disco, pues el propio Chaillly había grabado años atrás, con
la Filarmónica de Londres, una de las mejores versiones disponibles de
esta Sinfonía; comparable a la magnífica de Karajan para su ciclo
(aunque de sonido ya antiguo) e infinitamente superior al fiasco que
supuso la de Abbado para el suyo, por poner sólo dos ejemplos. Sin
embargo, no encontraremos aquí ese nivel de acierto: el primer movimiento
es ligero hasta casi lo vertiginoso, le falta solemnidad, parece como si a
Chailly sólo le preocupara que la orquesta suene "pulida". Los dos
movimientos centrales parecen demasiado suaves, demasiado "light", no hay
esa vena nostálgica que sabía sacar Karajan... o el propio Chailly años
antes. En el movimiento coral (que dura más que los tres primeros juntos),
los solistas son muy buenos (la pareja Seiffert-Schnitzer, y Anne
Schwanewilms) pero en el final, una vez más, falta grandeza.
El disco se complementa con la Obertura de El Sueño de una Noche de
Verano ofrecida en el mismo concierto. Esta obra también se anuncia
como "versión original", pues aunque es bien conocido (y ha pasado a la
leyenda) que Mendelssohn nunca necesitó retocar nada de la partitura que
compuso a los 17 años, en la versión tocada habitualmente existían al
parecer erratas de copia que han sido corregidas ahora siguiendo el
manuscrito original. Las diferencias con la versión conocida "de toda la
vida" son mínimas, si acaso un sonido más contundente de metales y
percusión, que podría pasar como debido a esta ejecución en concreto.
Chailly está aquí algo mejor que en la Sinfonía. No se ha
incluido la tercera obra que figuró en el programa, el Salmo 114
del propio Mendelssohn.
En resumen, un disco cuyo principal interés, aparte de para los seguidores
de Chailly, es el musicológico, al poderse escuchar ediciones inéditas de
partituras bien conocidas.
REFERENCIAS:
MENDELSSOHN: Cantata Sinfónica "Canto de Alabanza" (versión
original de la Sinfonía nº 2). Obertura de El Sueño de una
Noche de Verano (versión original)
Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig
Director: Riccardo Chailly
Decca 475 6939
|