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Número 85º - Octubre 2.007


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EL MAESTRO DE CAPILLA FRANCISCO DE LOSADA:
NUEVOS DATOS SOBRE SU CARRERA PROFESIONAL

Por Victoriano José Pérez Mancilla. Universidad de Málaga.

 

La figura de Francisco de Losada fue objeto de estudio por parte de Máximo Pajares Barón, quien publicó en 1993 una monografía sobre este maestro de capilla[1]. No obstante, en ella se planteaban varias incognitas respecto a la vida del personaje y a su carrera musical, lo que llevó a Máximo Pajares a plantear ciertas hipótesis. Este hecho justifica el presente trabajo, ya que recientes hallazgos documentales permiten solventar algunos de los interrogantes planteados hace años. 

Las primeras noticias sobre un músico llamado Francisco de Losada las hemos localizado en el Archivo de la Catedral de Guadix, en cuyos libros de punto se le sitúa como seise desde octubre de 1630 hasta septiembre de 1634[2]. En esta última fecha se pierde su pista, pero sólo tres años después, en mayo de 1637, un personaje con idéntico nombre es designado maestro de capilla en la Catedral de Almería con un salario anual de 170 ducados[3]. Es muy probable que se trate del mismo Losada, aunque el hecho de que un seise fuera nombrado maestro sólo tres años más tarde, demostrando cualidades excepcionales para la música, sugiere ser cautos en la afirmación. De cualquier manera, hay que tener en cuenta que en otras iglesias ejercieron como maestros de capilla músicos de corta edad; este fue el caso de Juan Ginés Pérez, quien accedió al magisterio de la catedral de Orihuela con sólo catorce años[4].   

El profesor Pajares Barón, en su estudio monográfico sobre Francisco de Losada, considera factible que éste procediera de la zona de Murcia cuando ocupó el magisterio de capilla almeriense[5]. Para ello, se basa en que la llegada a la catedral andaluza fue poco después de que su cabildo encargara a un ministril que buscase cantores y un maestro de capilla, gestiones que dieron como fruto la incorporación de dos tenores de Lorca. Así, parece acertado plantear que Francisco de Losada también procediera de alguna capilla murciana, región con la que la Catedral de Almería siempre mantuvo intensos contactos musicales, propiciados por su cercanía geográfica. A pesar de todo, hasta el momento no existe ningún dato que lo demuestre. 

         Una vez en la Catedral de Almería, Francisco de Losada opositó en el verano de 1638 al magisterio de la Colegiata de Antequera, que había quedado vacante por la marcha de Luis de Garay. No obstante, Losada fue a Antequera sin el permiso del cabildo almeriense, ya que el órgano capitular se lo denegó por las continuas faltas que venía realizando el maestro desde junio[6]. Este hecho retrasó su viaje, llegando a Antequera un día después del plazo de presentación a las pruebas selectivas. A pesar de todo, el cabildo malagueño le permitió examinarse, realizando unos destacados ejercicios de composición con el motete y la chanzoneta que le fueron requeridos[7]. Finalmente la plaza recayó en otro opositor, Bernardo Bernardino de Monteagudo, hasta entonces maestro de capilla en la localidad cordobesa de Montilla. 

Lo más curioso es que Sebastián de Guevara, maestro de capilla de la iglesia del Salvador de Caravaca de la Cruz (Murcia) y opositor también al magisterio de la colegial antequerana en 1638, no dudo en aprovechar la delicada tesitura en la que se encontraba su compañero de oposición Francisco de Losada en Almería. Así, Guevara se desplazó rápidamente desde Antequera y elevó una petición formal al cabildo catedralicio almeriense, siendo aceptado como maestro de capilla el 25 de agosto de 1538 con un sueldo de 170 ducados; eso sí, con el dictamen favorable de Silvestre Briviesca y de Bernabé Limones, organista y ministril de la catedral almeriense respectivamente[8]

         En cuanto a Losada, se sabe que no volvió a Almería, pero en el acta capitular donde se recoge su baja al frente del magisterio de capilla se cita que “está acomodado en otra parte”[9], aunque sin mayor especificación. Su destino tras el magisterio en Almería ha sido una incógnita durante mucho tiempo. Sin embargo, en 1982 Manuel Barra publicó un artículo donde demostraba que el maestro ingresó en la vida religiosa como hermano de la Orden de San Jerónimo, en el Monasterio de Nuestra Señora del Rosario de Bornos (Cádiz), aunque la fuente documental en la que se basó no indicaba la fecha de su admisión[10]. Apoyándose en este estudio, el profesor Máximo Pajares expuso en su monografía sobre Francisco de Losada que “por ahora se nos oculta [...] si entre Antequera y Bornos hubo una escala, un lugar en el camino donde ejerciese su magisterio”[11]

Por fortuna, nuestro trabajo de investigación da luz a ese eslabón perdido, ya que hemos encontrado un documento que recoge cómo Francisco de Losada fue entonces maestro en Huéscar (Granada), donde su Iglesia de Santa María contaba con una capilla musical estable desde el siglo XVI. El dato en cuestión aparece en las cuentas del mayordomo de propios del Concejo oscense correspondientes al año 1639, donde se cita que esta institución pagó 50 reales:  

“...al licenciado Francisco de Losada, maestro de capilla, del travajo y ocupaçion de las fiestas del Santisimo Sacramento y del naçimiento de nuestro señor Jesucristo y de nuestra señora de la Victoria...”[12]. 

Lamentablemente, no hemos hallado ningún otro dato sobre la estancia de Losada en Huéscar, puesto que el Archivo de la Iglesia de Santa María fue destruido casi por completo durante la Guerra Civil. A pesar de todo, cabe destacar como anecdótico el hecho de que el músico diera por perdido el magisterio en la Catedral de Almería y que la plaza recayera en un hábil Sebastián de Guevara, compañero de oposición en Antequera y antiguo maestro de capilla oscense.  

Tampoco se conoce la fecha en la que Losada abandonó la plaza de Huéscar, pero en 1644 estaba opositando al magisterio de la Catedral de Guadix. Así lo recoge un acta capitular accitana fechada el 15 de junio de ese año: 

“...En este cabildo presentaron sus peticiones el maestro Francisco Losada, el maestro Gregorio Perez, el maestro Matheo Sanchez, el maestro Thomas de Portillo y el maestro Blas Gomez de Zaragoza, en que diçen que llamados por los edictos que se han puesto para el magisterio de capilla de esta Santa Yglesia, han venido a esta ciudad a oponerse a él: suplican les hagan propuestos. Y los señores [del cabildo] dixeron que los admiten a la oposicion...”[13]. 

En este proceso selectivo Francisco de Losada no obtuvo el cargo, que recayó en un opositor presentado a última hora y que respondía al nombre de Jacinto de Mesa[14]. Sin embargo, cinco años más tarde, el 10 de mayo de 1649, Francisco de Losada fue nombrado como maestro de la Catedral de Guadix en sustitución de Jacinto de Mesa, ya que este último había obtenido el magisterio de la Catedral de Murcia. Así: 

“...unanimes y conformes acordaron los dichos señores [del cabildo de la Catedral de Guadix], que nombran por maestro de capilla de esta yglesia, cuyo magisterio está vaco por promocion de Francisco [sic] de Mesa al magisterio de Murcia, al maestro Francisco Losada, con salario de docientos ducados y dos cahices de trigo en cada un año, con silla alta en el coro...”[15]. 

A pesar de todo, Losada no se mantuvo en el puesto accitano mucho tiempo, ya que en noviembre de 1649, sólo seis meses después de su llegada, el cabildo volvió a nombrar a otro maestro. En este caso se trataba de Mateo Sánchez de Fonseca, opositor igualmente a la plaza convocada por el cabildo en 1644[16]

Es factible que el ingreso de Losada en la Orden jerónima y su traslado a Bornos se produjera después de su estancia en Guadix, pero preferimos ser prudentes con la afirmación teniendo en cuenta cómo las sucesivas investigaciones aportan datos sobre la vida del músico y concretamente, sobre la fase posterior a su magisterio en Almería. Lo que sí está demostrado es que tras su estancia en Bornos, el 4 de agosto de 1655, volvió a ser recibido por el cabildo almeriense como maestro en sustitución de Gregorio Pérez, quien había encontrado acomodo en la Capilla Real de Granada[17].  

El nuevo acceso de Losada al magisterio de la Catedral de Almería se efectuó sin ejercicios de oposición, seguramente por ser candidato único a la plaza y antiguo empleado. El cabildo le señaló una paga de 200 ducados y un cahiz de trigo, cantidad que le sirvió “para ayudar al sustento de sus padres, por ser pobres”[18]. Al parecer, ésta había sido la razón que le llevó a abandonar el monasterio, para lo cual tuvo que pedir autorización al General de su Orden. 

         En el verano de 1656, Losada se hizo eco de los edictos publicados por el cabildo de la Catedral de Cádiz para el puesto de maestro de capilla, siendo nombrado mediante concurso de méritos el 3 de julio de ese año. Una vez conocida la designación se lo comunicó al cabildo almeriense, como medida de fuerza para un aumento salarial. Sin embargo, la subida que le ofreció este último órgano catedralicio no satisfizo las expectativas de Losada, tras lo que solicitó una licencia para ausentarse veinte días, que en realidad, era la excusa para abandonar la plaza y no volver a Almería[19]

         El 6 de octubre de 1656 comenzó su periodo como maestro en la Catedral de Cádiz, con un sueldo 50% superior al que recibía en Almería, es decir, un salario de 300 ducados[20]. Debió sentirse muy cómodo en la plaza, ya que fue verdaderamente ejemplar en el cumplimiento de sus obligaciones. Entre las actividades de Losada en Cádiz puede destacarse la creación de los seises como institución formal y estable, aunque existen pruebas de que estos niños intervinieron en los cultos catedralicios mucho antes de la llegada del músico[21]. Finalmente, el maestro murió en Cádiz el 31 de mayo de 1667, estando aún al servicio de su Catedral. 

         En definitiva, queda claro que se conocen bastantes datos sobre la carrera profesional de Francisco de Losada, un ejemplo del continuo peregrinaje de los maestros de capilla por las iglesias en busca de mejoras laborales. Sin embargo, con este estudio también se pone en evidencia cómo la investigación musicológica descubre día a día nuevos caminos y da respuesta a antiguos interrogantes; así, se contribuye a escribir una historia de la música española cada vez más completa.


 

[1] PAJARES BARÓN, Máximo: Francisco Losada (h. 1612-1767). Vida y obra de un maestro de capilla, Cádiz, Universidad y Centro de Documentación Musical de Andalucía, 1993.

[2] (A)rchivo de la (C)atedral de (G)uadix. Libros de punto, (vol)umen XIV, (fol)io 314 (r)ecto; y vol. XV, (s)in (f)oliar.

[3] LÓPEZ MARTÍN, Juan et al.: Noticias y catálogo de música en el archivo de la S. y A.I.C. de Almería, Granada, Centro de Documentación Musical de Andalucía, 1997, (p)ágina 58.

[4] AGUILAR GÓMEZ, Juan de Dios: Historia de la música en la provincia de Alicante, Alicante, Instituto de Estudios Alicantinos y Diputación Provincial, 1970, p. 49.

[5] PAJARES BARÓN, Máximo: Francisco Losada..., (ob)ra (cit)ada, p. 11.

[6] LÓPEZ MARTÍN, Juan y col.: Noticias y catálogo de música..., ob. cit., pp. 58-59.

[7] PAJARES BARÓN, Máximo: Francisco Losada..., ob. cit., p. 22.

[8] LÓPEZ MARTÍN, Juan et al.: Noticias y catálogo de música..., ob. cit., p. 59.

[9] Citado en ibídem, p. 16.

[10] Véase BARRA RODRÍGUEZ, Manuel: “La música entre los jerónimos de Bornos (Cádiz)”, Revista de Musicología, V, nº 2, 1982, p. 247.

[11] PAJARES BARÓN, Máximo: Francisco Losada..., ob. cit., p. 26.

[12] Archivo Histórico Municipal de Huéscar. Cuentas de propios, caja 2, siglo XVII, expediente “año 1641”, referido a 1639, s/f.

[13] A.C.G. Actas Capitulares, vol. XIV, fols. 240 (v)uelto-241r.

[14] Ibídem, fols. 243r-244v.

[15] A.C.G. Actas Capitulares, vol. XV, fol. 236r.

[16] Ibídem, fol. 268r.

[17] Sobre el nombramiento granadino de Gregorio Pérez como maestro de capilla, véase LÓPEZ CALO, José: Catálogo del archivo de música de la Capilla Real de Granada, Granada, Centro de Documentación Musical de Andalucía, 1993-1994, vol. II, pp. 50-52.

[18] Citado en PAJARES BARÓN, Máximo: Francisco Losada..., ob. cit., p. 28.

[19] Ibídem, pp. 28-29.

[20] Ibíd., p. 34.

[21] Ibíd., p. 38 y siguientes.