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Número 19º - Agosto 2.001


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ENTREVISTA A TITO GARCÍA GONZÁLEZ.
Curriculum de Tito González.

Tito en vivo y en directo.



Entrevista realizada por Daniel Mateos.

¿Existía alguna tradición musical en su familia?
Mucho gusto por la música sí, toda mi familia y antepasados tanto paternos como maternos han sido melómanos pero no profesionalmente.

¿Por qué eligió el piano en vez de otro instrumento? ¿Fue su decisión?
No recuerdo muy bien. Mi gusto por el piano vino porque en mi casa había piano. En plan lúdico mi padre y mi madre me enseñaban alguna pieza muy sencilla desde muy pequeño.

¿Cuándo tuvo claro que su vida iba a ser el piano?
Cuando me fui a Alemania a estudiar con Kurt Seibert después de hacer décimo de piano en Málaga. La decisión no era fácil pero pudo más la pasión por el piano que la razón o los consejos familiares.

Entre todos sus profesores, ¿de quién se considera discípulo y por qué?
De Kurt Seibert pues con él estudié seis años el piano durante mi carrera de música en la "Hochschule" de Bremen y a él le debo mi formación pianística aunque tuve otros maestros a los que también le debo parte de mi formación musical.

Es difícil conocer a alguien tan joven y sin embargo con tanto bagaje concertístico como usted. ¿Qué siente cada vez que toca en público? ¿Aún tiene nervios?
Los nervios dependen, yo creo, de la responsabilidad del concierto. No ha sido lo mismo un concierto en la sala Siebold de Bonn o en el Teatro Colón de Buenos Aires que en una gala del Rotary Club en Baviera. Yo siempre procuro prepararlo bien y tocar al más alto nivel que puedo pero no sé por qué, dependiendo de lo formal del concierto, se tiene un estado de ánimo distinto. De cualquier manera no tengo nervios, no. Cuando subo al escenario y estoy tocando no me dan ganas de bajar. Es lo más apasionante. Ese sentir la transmisión del arte de la obra y de tu interpretación hacia los oyentes es indescriptible pero si a algo se pudiera comparar sería al goce amoroso, a la comunicación entre amantes.

¿Qué cosas recuerda con cariño y qué cosas le gustaría cambiar tras su paso por el Conservatorio Superior de Música de Málaga?
Hombre, pues... con cariño recuerdo muchas situaciones y a muchas personas, sobre todo a Dñª. Pilar y a Dñª. Carmen que fueron las que me iniciaron en el solfeo y en el piano. Y de cambiar cosas... cuando yo estaba en el Conservatorio de Málaga era muy joven y, supongo que no tendría el criterio maduro como para atreverme a aconsejar nada a nadie.

¿Qué diferencias ha encontrado entre la enseñanza musical en Alemania y la española?
Lo que más me impresionó en la primera clase con el Profesor Kurt Seibert fue que en su aula me sentó en un piano Steinway donde me veía en un gran espejo todos mis dedos desde distintos ángulos, y él, al lado en otro piano igual, tocaba todo lo que yo le llevaba; y cuando me aconsejaba mover la mano o el brazo o el cuarto dedo, lo hacía él primero. Y así siguió los tres primeros años de la carrera. La manera de dar clase es totalmente distinta, pero esto no se puede contestar con una pregunta de una entrevista porque es demasiado complejo.

¿Resulta difícil para alguien joven como usted abrirse paso en este mundo del concertismo?
Sí. En Alemania se me estaban poniendo las cosas más fáciles porque ya me estaban conociendo, sobre todo después de estos dos últimos años de conciertos, en el norte y en Baviera, pero he decidido venir a Madrid y abrirme camino en España. Si fuera posible no querría quedarme en Alemania para siempre aunque conservo mis mejores amistades allí.

¿Considera imprescindible la necesidad de salir de Málaga para triunfar? ¿Por qué aquí no reconocemos los talentos hasta que ya se han consagrado fuera?
Yo creo que no es imprescindible salir, pero a mi me vino bien salir porque aquí no se me abrían más horizontes y desde luego estos seis años en Alemania han sigo magníficos. El triunfo es algo efímero. El aplauso es muy bonito recibirlo pero se pasa rápido. En el momento en que entras a los camerinos a limpiarte el sudor ya ha pasado el triunfo y el aplauso. Lo que creo que debemos perseguir es el triunfo diario con el trabajo constante y metódico para que el arte musical perdure y se siga perfeccionando. Y respecto a lo que me preguntas de ser consagrado fuera, pues no te sé responder, pero bueno, yo creo que antes de salir de Málaga se valoraba mi arte hasta el listón al que yo llegaba. Lo que pasa es que aquí no hay una mayoría de la sociedad que valora el arte musical y en concreto el arte del piano. Aquí la mayoría del pueblo valora más otros aspectos del arte como la copla o el flamenco o los bailes rocieros; y los alemanes carecen de esos aspectos del arte y contratan a pianistas para cualquier acontecimiento incluso en "Haus Konzerte" bueno, quiero decir conciertos en privado donde unas cuantas familias con formación y gusto musical contratan a un pianista para oír un concierto en su casa. Es decir, que hay más demanda de arte musical clásico.

¿Cree usted que los concursos son la única manera de destacar para los jóvenes pianistas?
Bueno, yo me presentaba a concursos de niño y adolescente cuando no sabía en qué consistían, pero yo he dado muchos conciertos sin necesidad de que me dieran premios en concursos. Hay quien considera la música como una competición deportiva. Yo no lo veo así. El arte lo considero fuera del marco de la competición, pero parece ser que otros no lo ven así. El concierto es lo gratificante porque es donde se disfruta con la música. Yo creo que los que participan en concursos ven al resto de los pianistas no como compañeros artistas sino como enemigos y eso me parece un disparate.

De los pianistas actuales y de los históricos, ¿Cuáles son sus ídolos?
De los históricos tengo especial preferencia hacia los profesores de mi maestro: Conrad Hansen y Edwin Fischer y a otro condiscípulo de Fischer que era Claudio Arrau. Además pertenecen a la escuela tradicional alemana de piano. Y de los actuales quizá a Kristian Zimerman, también a Alfred Brendel, aunque yo voy a muchos conciertos y trato de valorar lo mejor de cada uno. Es que andar comparando a ver quién es el mejor, no me lo planteo, porque ya te digo que no considero el arte como comparación y competición porque de todos los pianistas se puede sacar aspectos positivos. Desde luego no tengo ídolos, sino que considero a los distintos pianistas como profesionales que unos son más serios que otros o más trabajadores que otros. Lo que trato yo en los conciertos es sobre todo de observar cómo entiende cada uno la obra que interpreta.

¿Se considera especialista en algún tipo de repertorio? ¿Qué compositores admira especialmente? ¿Por qué se siente identificado con ese estilo?
No me parece adecuada la especialización, puesto que se dejarían de lado a muchos compositores interesantes y siempre he tratado de interpretar a compositores de diferentes estilos y épocas, desde Scarlatti hasta Berstein. Mi formación en Alemania se ha centrado principalmente en compositores del barroco, romanticismo y postromanticismo alemán, por lo que tengo un profundo conocimiento en el repertorio que abarca estas épocas.

En la actualidad, ¿hacia dónde ha evolucionado la interpretación pianística? ¿Qué diferencias observa entre los pianistas de ahora y los de hace un siglo?
La evolución se observa sobre todo en la perfección interpretativa. Hoy en día se entiende como buena música aquella que está interpretada correctamente y con un menor número posible de notas falsas. Lo más interesante creo que es buscar un grado en la interpretación en la cual utilices mecanismos que no se encuentren en la partitura. En este caso es más importante la imaginación que el conocimiento. De los pianistas de hace un siglo sólo conozco algunas grabaciones de D'Albert, Busoni y del mismo Reger realizadas con un aparato denominado "Welt de Mignon". Los pianistas ejecutaban y al mismo tiempo un punzón hacía unos agujeritos en una especie de rollo que correspondía al grado de intensidad y de tempo. Después se ponía en marcha el rollo otra vez y los macillos del aparato golpeaban las teclas del piano con lo que se podía escuchar nuevamente la interpretación. Tuve la oportunidad de conocer ese aparato en una conferencia en Alemania, y el privilegio de escuchar a estos pianistas históricos en un Steinway moderno gran cola. Los pianistas actuales tienen un criterio formado por todo lo anterior que hubo, así que me parece que no tiene demasiado sentido establecer diferencias. Imagínate que queremos establecer diferencias entre García Lorca y Bécquer. No le veo demasiado sentido a esa pretensión.

¿Ha dado clases alguna vez?
Sí. He dado clases en Alemania y aquí en España antes de irme. Considero que la enseñanza enriquece tanto al alumno como al profesor, por lo menos a mí me ha ocurrido eso.

¿qué cuestión o cuestiones importantes trata de transmitirle a sus alumnos por encima de otros aspectos?
Creo que para dar clase se necesita muchísima preparación incluso anatómica. Si alguna vez me dedicara primordialmente a la enseñanza del piano, cosa que todavía no me he planteado, me gustaría hacerlo a la altura de Kurt Seibert. Y por supuesto enseñar lo que yo antes haya trabajado y ofrecido en conciertos.

¿Cuál cree que es la mejor escuela pianística en la actualidad?
Yo sólo conozco a fondo la escuela alemana: la de Edwin Fisher, Conrad Hansen y Kurt Seibert y los ocho discípulos de Seibert entre los que me encuentro. Claudio Arrau es un histórico también de nuestra escuela. Como he sido formado durante seis años en esta escuela creo que es muy difícil ser objetivo. Tendría que estar el mismo tiempo en Estados Unidos o en Inglaterra o en Francia para hablar con pleno conocimiento de causa.

Tenemos entendido que ha grabado un CD hasta la fecha. ¿Cómo puede conseguirse dicho CD? ¿De todas las piezas grabadas en su primer CD, cuál es de la que se encuentra más satisfecho?
Sí, es una antología de obras que he tocado y grabado en directo en mis conciertos. Casi siempre he encargado a alguien que enchufara la grabadora y de esas grabaciones, en los estudios Soundwerft de Alemania, han sacado el master para editar el disco. Se han vendido dos ediciones en Alemania. En Málaga hay todavía algunos discos de la primera edición en la tienda de música "Polifonía". Me encuentro satisfecho de todas.

¿Qué le recomendaría a un joven pianista que quiere abrirse paso en este mundo?
Pues la verdad es que no lo sé. Porque yo me abrí paso en Alemania después de ganar la beca "Wardwell" de la Fundación "Alexander von Humboldt", que me permitió vivir durante tres años muy holgadamente y sin preocuparme por el dinero, que es lo que hice yo, hacer la carrera en una Universidad y participar en festivales, y de ahí me contrataron todos los conciertos en Alemania y fuera de Alemania, pero aquí, a partir de Octubre, después de un concierto que daré en Madrid el 1 de Octubre seré también un joven pianista que tiene que abrirse paso en este mundo del piano. Porque de momento tengo la intención de quedarme en España.

¿Qué futuros proyectos tiene en mente: grabaciones, conciertos, concursos, etc.?
Fundamentalmente seguir estudiando y ampliando repertorio para ulteriores conciertos. En Noviembre tocaré algunas sonatas de Beethoven en Baviera. También quiero comenzar un doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid y seguir con las grabaciones. En cuando a los concursos ya le dije antes lo que pienso.