Vivaldi se “estrena” en España

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum

 
(foto: Jesús Alcántara)

Farnace. Drama per musica. Música de Antonio Vivaldi y Franceso Corselli. Libreto de Antonio Maria Lucchini. Reparto: Furio Zanasi, Adriana Fernández, Sara Mingardo, Gloria Banditelli, Sonia Prina, Cinzia Forte, Fulvio Bettini. Le Concert des Nations. Coro del Teatro de la Zarzuela. Jordi Savall, dirección musical. Emilio Sagi, dirección de escena. Teatro de la Zarzuela de Madrid, 18 al 28 de octubre de 2001.

 Vivaldi estuvo olvidado durante siglos. Su obra despertó interés a través de la recuperación, también tardía, de Juan Sebastian Bach. En el siglo XX sus conciertos alcanzaron una popularidad merecida y sorprendente que, sin embargo, ha eclipsado otros aspectos de su obra. En vida fue un famoso compositor de ópera. Por primera vez se ha escuchado en Madrid, y seguramente en España, una de sus óperas. El Teatro de la Zarzuela ha presentado durante el mes de octubre Farnace de Antonio Vivaldi, un drama histórico que fue estrenado en el Teatro de Sant’ Angelo de Venecia durante el Carnaval de 1727. Jordi Savall ha preparado los materiales musicales intercalando algunos números de la música que Francesco Corselli, maestro Supernumerario de la Real Capilla de Madrid, compuso para el mismo drama. Estos pequeños insertos sirven para añadir algún toque de color instrumental, con la incorporación de los vientos, y para justificar la colaboración de la Sociedad Estatal “España Nuevo Milenio” en esta producción. Esta conjunción de elementos era habitual en la ópera veneciana de la época de Vivaldi y en nada ofende la esencia del estilo, sino que lo evoca con verosimilitud. La intervención de Le Concert des Nations con instrumentos antiguos y con Jordi Savall al frente recrea una atmósfera sonora original en un doble sentido: por un lado resulta infrecuente en el templo de la lírica y por otro apela a la raíz histórica. Los cantantes contuvieron las voces, seguramente con el propósito de no eclipsar a los instrumentos ni exhibir técnicas vocales de más reciente aparición. Todo el reparto contó con artistas solventes y con muy buenas aptitudes actorales. Pero, por encima de la música, que al margen del alto interés histórico estuvo servida con cierta frialdad, lo que brilló fue la puesta en escena. La dirección de escena de Sagi está repleta ritmo, sorpresas e ingenio. Sin apelar a la arqueología inventa un Barroco actual. Jesús del Pozo ha compuesto para Farnace una escenografía de sobria espectacularidad y ha diseñado un vestuario extravagante, entre lo barroco y lo drag queen. Todo ello al servicio de una función estupenda y que ha supuesto un gran acontecimiento en la Villa y Corte: la presentación operística de Antonio Vivaldi. ¡Ya era hora! 

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