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A.I. (INTELIGENCIA ARTIFICIAL) - John Williams Por Joaquín R. Fernández. Son muchas las controversias que ha desatado la última película de Steven Spielberg, "A.I. (Inteligencia Artificial)", causando pasiones en unos y desprecios en otros. Más suerte ha tenido la partitura que John Williams ha creado para tan polémico filme, puesto que, si bien hay gente que no está del todo convencida de los favores de su música, al menos es difícil encontrar opiniones verdaderamente encontradas acerca de su calidad. No hay duda de que el maestro es uno de los grandes de nuestros tiempos, siendo su valía indiscutible. Difícilmente hallaremos en él trabajos de escasa calidad; otra cosa es que nos pongamos de acuerdo acerca de su genialidad. Para mi gusto, John Williams ha sabido captar la esencia de "A.I. (Inteligencia Artificial)". Toda la emoción que desprende la obra de Spielberg se halla presente aquí. Temas como "Where Dreams Are Born" (acompañado de la voz de Sara Booney) así lo atestiguan. "Stored Memories and Monica's Theme" presenta también una sensibilidad exquisita, comenzando con unos suaves coros que desembocan en un fragmento musical de una belleza incuestionable. Los sentimientos del protagonista son magníficamente descritos aquí por el compositor, siendo esta pista un ejemplo bien claro de lo que nos ofrece el músico en gran parte de la obra. No obstante, también encontramos en el compacto sólidos ejemplos de la versatilidad de Williams, tal y como sucede en "The Mecha World", que contiene angustiosas descripciones del mundo mecánico al que nos ha transportado el realizador. Particularmente brillantes son las pinturas musicales de las ciudades que visitan los robots protagonistas, David y Gigoló Joe (atención a la llegada a Nueva York), aunque "The Moon Rising" provoca cierta extrañeza en el oyente, pues se trata de una pieza completamente alejada del espíritu general de la obra. Con una sucesión de ritmos que más bien recuerdan a otros autores, Williams ha intentado demostrar con ello su modernidad, aunque, para mi gusto, las vanguardias no se alcanzan de este modo; en todo caso, funcionan bien con las imágenes para las que se han creado (la persecución de los robots a través de los bosques), por lo que su inclusión pronto queda como una simple anécdota (de hecho, apenas duran unos segundos). Podrá calificarse de 'sentimentaloide', pero tanto Williams como Spielberg han demostrado con creces (otra vez) que saben acercarse a las verdaderas emociones, aquéllas que no surgen del momento y del egoísmo, sino de la profundidad y de la reflexión. Es, pues, una obra necesaria para un mundo deshumanizado por la vileza.
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