|
|
Alessandro Moresschi: El último de los castrati en el siglo XX Por José
Enrique Peláez Malagón. Doctor en Historia del Arte
(Universidad de Valencia).
Alessandro Moresschi está considerado como el último de los
castrati en la música occidental.
La tradición de los castrati se pierde en el tiempo, pudiendo
encontrar algunos ejemplos en el siglo XII cuando en el Imperio Bizantino
se usaban algunos eunucos para ejecutar algunas composiciones musicales.
En la Iglesia occidental, y por extensión en la música del occidente
europeo, debido a la prohibición de la actuación de mujeres en los coros
religiosos y a las particularidades específicas de la voz de los castrati,
se introdujeron en las composiciones piezas pensadas únicamente para sus
voces, verdaderamente irrepetibles, elogiadas como únicas a lo largo de
toda la historia de la música. Hecho del que sólo podemos aproximarnos
de una manera teórica al no existir en la actualidad tales voces, pero
que habida cuenta de imaginar una tesitura propia de soprano unida al
mayor volumen de emisión al ser un hombre el que la emite, nos podemos
hacer una idea de la calidad de la que estamos hablando. En
teoría, alrededor de 1861 la Iglesia dejará paulatinamente de solicitar
castrati en su coro Sixtino y en 1902 el papa León XIII prohíbe
definitivamente que canten en el coro, último bastión de tales voces en
ese momento.
El caso de Alessandro
Moresschi vive de cerca el final de esta historia.
El cantante nació en
Montecompatrio, Roma, en 1858. Doce años más tarde, en 1870, los ejércitos
italianos terminaron con la soberanía temporal de la Iglesia, y la
castración de niños con fines artísticos se hizo oficialmente ilegal en
Italia. Por consiguiente cuando Moreschi estaba listo para comenzar su
educación de vocal, era sumamente difícil encontrar a instructores en el
empleo de una especie de voz que estaba ya casi extinguida. Sin embargo
Moreschi comenzó sus estudios en 1871 en Scuola di Salvatore de San
Lauro. Posteriormente él se hizo discípulo de Gaetano Capocci, un
organista y el compositor de música de iglesia. Y así en 1883, a la edad
de 25 años, entró en el Coro del Capella Sistina como solista, pese a la
prohibición oficial, amparándose en que su castración fue realizada
antes de que la ley fuese promulgada.
Permaneció en el coro del Vaticano como solista hasta 1898, cuando
a los cuarenta años es nombrado director del mismo con lo que compaginará
la faceta de cantante y la de dirección. Circunstancias que mantendrá
hasta su retiro en el año 1913 cuando se jubile a los cincuenta y cuatro
años de edad.
Tras su retiro morirá solo y olvidado en una casa romana en el año
1922. De Alessandro Moresschi nos ha quedado una grabación
realizada en 1902 y reeditada en Perla “Opal” nº 9823 que lleva por
nombre Moreschi el último castrati, en ella se recogen diecisiete
fragmentos musicales del cantante junto al coro de la Sixtina. Entre estos
fragmentos destacan Incipit Lamentatio; Laudamus Te, de Gaetano
Capocci; Improperia, de Tomas Victoria; Mia Nemica la Cruda,
de Palestrina; Ave Verum, de Salvatore Meluzzi; Tui Sunt Coeli,
de Gustav Edward Stehle o Ave Verum, de W.A. Mozart.
La calidad de la grabación debido a los precarios medios con los
que fue registrada y al paso del tiempo, es mala, no obstante en ella se
pueden apreciar las cualidades de esta voz única, que se convierte en el
único registro de castrati que se conserva en el mundo. En ella se puede
apreciar una tesitura de soprano con unos apuntes muy altos que se
convierten en únicos. Aún así hay que recordar dos cosas fundamentales:
La
primera de ellas es que Moreschi fue el último castrato, tan lejano en el
tiempo de Farinelli como lo podemos estar nosotros ahora en el tiempo de
Rossini. Este hecho, sumado a que el anterior castrato famoso, Velutti, se
había retirado treinta años antes del nacimiento de Moreschi, hacen que
este último no haya podido contar con las técnicas ni educación vocal
con las que contaron los castratis de épocas pasadas. En
segundo lugar recordar que la obra de la que se dispone, como ejemplo de
su voz, es eminentemente religiosa, fundamentalmente del siglo XIX, tan
lejana a la ópera barroca rica en agilidades, fuerzas y sostenidos que se
ajustaban sobremanera a una ejecución por parte de un castrato. Por todo
ello la grabación se convierte en un raro ejemplo, una ligera idea de lo
que serían las voces de los castrati, sin llegar a poder acercarnos
demasiado a ellas.
Pese a todo lo cual no deja de ser curioso y excitante el hecho que
se produce al escuchar esa voz: el último, sino único punto de unión
entre dos mundos esencialmente diferentes, por un lado un
último castrato heredero de una larga tradición barroca y un
incipiente fonógrafo que marcará, en buena medida, la música en el
mundo moderno.
La información que presentamos la hemos obtenidos de la siguiente
bibliografía a la que hacemos referencia: ·
Barbier, Patrick: Histoire des castrats, ·
Barbier, Patrick: The world of castrati, ·
Buning, Robert Anthony: Alessandro Moreschi and the castrato voice,
Thesis (M.M.), Boston, Mass., Boston University, 1990. XX, 442 l. ·
Devoti, L.: "Alessandro Moreschi detto 'l'angelo di
Roma'(1858-1922)", In: Musica e musicisti nel Lazio, edited by
Renato Lefevre and Arnaldo Morelli, Roma, 1985, pp. 463 - 474
|