Revista mensual de publicación en Internet
Número 23º - Diciembre 2.001


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DISCOS OBJETIVO PARA PRINCIPIANTES

Por Angel Riego Cue. Lee su Curriculum.

          

Las fechas navideñas suelen ser apropiadas para que se editen o reediten álbumes con música clásica destinados a una venta masiva entre un público no aficionado, las típicas "recopilaciones" o "discos objetivo". EMI ya había lanzado en su día una serie de dobles CDs de contenidos "temáticos" que ahora se reeditan en cajas de 4 CDs, cada caja incluyendo dos de los dobles originales.

La primera de las cajas incluye los dos CDs dobles que salieron en su día con el título de El mejor álbum de relajación del mundo. El concepto de "Música para la relajación" nos da una idea de lo que podemos encontrar aquí: músicas tranquilas, adagios, nada de estruendo ni sobresaltos. Justamente lo que puede buscar un amplio sector de público que decida entrar por vez primera en la música clásica.

Dentro de esta idea de "relajación", el primero de los álbumes aparecidos nos ofrecía muchas de las piezas más típicas de estas colecciones de "hits": piezas barrocas (o pseudo-barrocas) y del clasicismo del XVIII como el Adagio de Albinoni (que en realidad es de Giazotto), el Canon de Pachelbel, o diversos fragmentos de Bach (Aria de la Suite nº 3, Largo del Concierto para clave nº 5 - aquí tocado con piano-, o los corales Jesús, alegría de los hombres y Coral del Vigilante, ambos en versión cantada) o de Mozart (movimientos lentos del Concierto para piano nº 21 -famoso por la película Elvira Madigan-, el de clarinete -idem por Memorias de Africa- o el de flauta y arpa).

También en músicas posteriores la mayoría de las piezas orquestales que ofrece entrarían en un hipotético "hit-parade" de obras más tópicas de la música clásica: La mañana de Grieg, El Cisne de Saint-Saëns, la Pavana de Fauré (arr. flauta y orquesta), la Gymnopedie nº 1 de Satie, la Meditación de Thais de Massenet, el Nocturno del Cuarteto nº 2 de Borodin (arr. orquesta de cuerdas), la más conocida de las variaciones de la Rapsodia Paganini de Rachmaninov, el Intermezzo de Cavalleria rusticana de Mascagni, la Fantasía sobre Greensleeves de Vaughan-Williams, el Adagio del Concierto de Aranjuez de Rodrigo y el Adagio para cuerdas de Barber, entre otras piezas.

Por último, rompiendo un poco con la línea anterior, había cosas no orquestales: piano (Claro de luna de Debussy, y la sonata del mismo título de Beethoven), ópera (Dúo de Lakmé de Delibes, Barcarola de Los Cuentos de Hoffmann de Offenbach, "Canción de la Luna" de Russalka de Dvorak) u otras obras cantadas, como un fragmento del Requiem de Fauré u otro de la Sinfonía nº 3 de Gorecki (esto último es prácticamente la única sorpresa del disco).

Las obras que originalmente son en varios movimientos, lógicamente, nunca aparecen completas, sólo el movimiento "relajante" y muchas veces mutilado incluso este último; por supuesto, hay otras obras que aparecen enteras, como la Fantasía sobre Greensleeves o el Adagio de Barber, por poner dos ejemplos. Las versiones son muy buenas como es habitual en EMI: mucha Academy of St. Martin, especialmente para el XVIII, preferencia en general por versiones modernas y DDD (es una lástima que el Concierto 21 de Mozart lo toque Hough y no Baremboim) pero también con algunos nombres históricos de la casa: Beecham (Concierto para clarinete), Schwarzkopf (Barcarola), Caballé (Babbino caro) o Du Pré (Cisne).


El éxito de este primer volumen animó a EMI, al parecer, a sacar en 1998 el nº 2. En la segunda entrega, las piezas "tópicas de siempre" son muchas menos, pues la mayoría se habían usado en el volumen 1. Aun así, encontramos algún típico "hit" de los discos de Adagios, como la Danza de los espíritus bienaventurados del Orfeo y Eurídice de Gluck, la Pavana para una infanta difunta de Ravel, el Adagietto de la Sinfonía nº 5 de Mahler, el Largo de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak o el del Concierto para Laúd R 93 de Vivaldi. Es un acierto total el incluir el arreglo orquestal de la maravillosa aria de soprano de la Cantata 208 de Bach (traducida aquí como "Que el rebaño paste en paz"), no se entiende cómo no se la incluye tanto como el Jesús, alegría de los hombres en este tipo de recopilaciones. Lo mismo se puede decir del Romance de El Tábano de Shostakovich, una obra que muchos descubrirán por esta grabación.

También hay piezas para piano archi-conocidas, más que en el volumen 1, como el Ensueño de las Escenas de niños de Schumann, el Sueño de amor de Liszt, el Vals nº 10 de Brahms , el Preludio nº 7 y Nocturno nº 2 de Chopin, La muchacha de los cabellos de lino de Debussy o un curioso arreglo para piano y orquesta del "Adagio cantabile" de la Sonata Patética de Beethoven. En la parte de obras cantadas (la minoría) pueden mencionarse el Panis angelicus de Franck o la Pavana de Fauré, única pieza que aparece en ambos volúmenes, aunque aquí en versión cantada. Entre las versiones, vuelven a aparecer históricos de EMI como Schwarzkopf (Franck), Barbirolli (Mahler), Menuhin, Marriner (Bach) y los pianistas Moura Lympany y John Ogdon.

La mayor novedad de este volumen 2 es la inclusión de bastantes obras de compositores actuales de género "fronterizo" entre la música clásica y la "no clásica", por ejemplo tomadas de la música de cine, como el tema de La lista de Schindler de John Williams (que proviene de la Sinfonía nº 8 de Mahler), o el tema de Jean de Florette de Jean-Claude Petit (plagiado de la obertura de La Forza del Destino de Verdi), terminando con un arreglo instrumental de la canción de la película Titanic.


En resumen, dos recopilaciones que cumplen con su misión de "relajación" (en ese sentido están muy bien elegidas), que no interesarán a los ya aficionados a la música clásica, a pesar de incluir alguna pieza infrecuente, pero que siempre pueden servir para crear nuevos aficionados.


Lo mismo se puede decir de otra caja que edita ahora EMI, conteniendo otras dos recopilaciones: El mejor álbum de ópera del mundo (publicado originalmente en 1996) y El mejor álbum de coros del mundo (1998).

El álbum de ópera está pensando como una primera introducción a ese mundo, incluyendo los números más populares del repertorio, tanto dentro de las arias como de los dúos o coros (sólo se dejan fuera las oberturas y piezas sólo orquestales). Naturalmente, dada la amplitud de lo que se podía incluir, y el disponer sólo de dos discos, muchos fragmentos famosos han debido quedar fuera, pero al menos se puede asegurar que "son todos los que están".

La selección ha cargado las tintas en los repertorios italiano (sobre todo Verdi y Puccini) y francés; de "bel canto" sólo se escucha el "Largo al factotum" del Barbero de Sevilla de Rossini (¡dónde se ha visto una antología operística sin "Casta Diva" o "Una furtiva lacrima"!); de Wagner, sólo la Muerte de Isolda, y no hay más ópera alemana aparte de La Flauta Mágica de Mozart (el aria de Martha de Flotow se canta en italiano). Aparte de eso, en las versiones se han preferido a veces tomas modernas, en vez de las mejores del rico archivo fonográfico de EMI: así, de un recital de Roberto Alagna (su último "fichaje" entre los tenores, que parece que quieren promocionar) se han aprovechado "La donna è mobile", "Pourqui me reveilleur" (en lugar de incluir en ambas a Kraus), "Che gelida manina" (en vez de acudir a Bjoerling), el aria de Martha (donde podrían incluir a Wunderlich) o el aria de la flor de Carmen. No obstante, el resto de las versiones están en general muy bien escogidas y confirman que no hay fondo de catálogo mejor que el de EMI en lo que se refiere a grabaciones de ópera.

Haciendo un breve resumen de lo que nos encontramos, los tres autores más representados son Mozart, Verdi y Puccini. De Mozart tenemos 3 fragmentos de las Bodas de Fígaro (el "Non più andrai" y el "Voi che sapete" de la grabación de Muti, el "Dove sono" de la Schwarzkopf con Giulini), el terceto "Soave sia il vento" del Così (también con Muti) y dos números de la Flauta Mágica, el aria de Papageno (Berry) y la segunda aria de la Reina (Gruberova).

De Verdi tenemos, de Nabucco el famoso coro de esclavos (de un disco de coros por Haitink, lástima que no se haya elegido a Muti), de Rigoletto sólo "La donna è mobile" por Alagna (una pena que quede fuera el cuarteto o el aria de Gilda), de la Traviata sólo el brindis (Scotto-Kraus), del Trovatore sólo el coro de gitanos, sacado del mismo programa de Haitink (lástima que no entre también el "Di quella pira") y de Aida sólo el aria "Celeste Aida" con Domingo (y no se incluye la Marcha Triunfal, ¡increíble!).

En cuanto a Puccini, de Tosca también tenemos 3 fragmentos, las dos arias de tenor con Domingo (el "Recondita Armonia está tomado del recital con Kohn, para que no sea interrumpida por el Sacristán, aunque su voz está en declive, y el "E luceven" de la completa con Levine) y el "Visi d'arte" en la grabación de Callas con Pretre; luego diversas arias de soprano como el Sueño de Doretta de La Rondine (Caballé), el "Un bel dì" de Butterfly (Scotto), "O mio babbino caro" de Gianni Schicchi (Los Angeles) y por último dos fragmentos del Turandot, "Signore, ascolta" (Caballé) y "Nessun dorma" (Carreras).

En fin, no faltan números tan populares como el "Vesti la giubba" de Pagliacci de Leoncavallo (Carreras) o tres de Carmen de Bizet: La Habanera (Los Angeles), la Canción del Toreador (Massard) y el aria de la flor (Alagna). Por otra parte, es curioso encontrar algún número que se repite de los discos de "relajación" (misma obra y versión): la Barcarola de Los Cuentos de Hoffmann o la Canción de la Luna de Russalka. Para terminar, diremos que en el álbum se encuentra también una representación de las grabaciones que hizo María Callas para EMI: aparte del aria de Tosca, también la escuchamos en una de Sansón y Dalila de Saint-Saëns. el "Ebben, ne andrò lontana" de La Wally de Catalani y, cómo no, en la famosísima "La mamma morta" del Andrea Chenier de Giordano.


Menos divulgado que el repertorio operístico es el de grandes coros, aunque algunas de sus piezas gozan de mucha popularidad, pensemos en el "Aleluya" de Haendel o el "O Fortuna" inicial de los Carmina Burana de Orff, ambos incluidos en esta selección, que en su mayoría se orienta hacia la música sacra. Hay también coros no sacros, como por ejemplo de ópera: entre ellos dos de Verdi, de Nabucco e Il Trovatore en las mismas versiones que en el álbum de ópera, con lo que el que se compre la caja de 4 CDs los tendrá repetidos. Por si fuera poco, hay también un coro de zarzuela (de El último romántico de Vives) que no se sabe bien lo que pinta aquí, el Himno a la alegría de la Novena de Beethoven acoplando seguidos tres fragmentos que suenan separados (!!!!), y un coro de la ópera El príncipe Igor de Borodin con acompañamiento de sintetizador (!!!!). Se echan en falta coros sacros tan fundamentales como los inicial y final de La pasión según san Mateo o el inicial del Oratorio de Navidad, todos ellos de Bach, o el Canto de júbilo del Judas Macabeo de Haendel. Quizás por ello EMI-Virgin ha sacado un nuevo recopilatorio dedicado íntegramente a coros sacros, que se comentó en esta revista el pasado mes de agosto y que parece más logrado que este, del cual repite parte de su contenido.

No obstante, pese a los reparos apuntados, este álbum puede desempeñar también la misión divulgativa para la que está pensado, al incluir alguna de las piezas más famosas del repertorio coral: de Bach los corales de las cantatas 140 y 147 (ya incluidos en los discos de "relajación" en estas mismas versiones), del Mesías de Haendel (en la grabación de Mackerras) los coros "For Unto us a Child is Born" y el "Aleluya", del propio Haendel el Zadok the Priest, el Gloria de Vivaldi, dos obras de canto gregoriano por los monjes de Silos (Veni creator spiritus y Veni, Sancte Spiritus), dos fragmentos de La Creación de Haydn, uno del Requiem de Mozart (el Lacrimosa; debería haberse incluido alguno más, el Kyrie, el Dies Irae, el Confutatis...), del propio Mozart el Ave Verum por Norrington, un coro del Elías de Mendelssohn, etc. Las versiones del Cántico de Jean Racine de Fauré y del "Agnus Dei" del Réquiem de Duruflé son las mismas incluidas en los discos de "relajación", la del "In Paradisum" del Requiem de Fauré al menos es otra. Como curiosidad, se incluye el Agnus Dei de Barber, que es la versión cantada de su famoso Adagio para cuerda.

Una característica a señalar es la gran atención prestada a compositores actuales: encontramos aquí a Gorecki, Tavener, el mismo John Rutter del que sonaba otro fragmento de su Requiem en un disco de "relajación" y el mismísimo Paul McCartney (Standing Stone).


Todas las recopilaciones citadas tienen una introducción y un pequeño comentario de cada obra, íntegramente en castellano, lo que sin duda agradecerá el público al que van destinadas.




REFERENCIAS:

Los mejores álbumes de relajación del mundo
EMI 7243 5 67793 2 7 (4 CDs)
sueltos:
- nº 1, 7243 5 66685 2 2 (2 CDs)
- nº 2, 7243 5 67025 2 3 (2 CDs)

Los mejores álbumes de ópera y coros del mundo
EMI 7243 5 67794 2 6 (4 CDs)
sueltos:
- ópera: 7243 5 66303 2 1 (2 CDs)
- coros: 7243 5 67052 2 7 (2 CDs)