Revista mensual de publicación en Internet
Número 23º - Diciembre 2.001


Secciones: 
Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Bandas sonoras
Conciertos
El lector opina
Web del mes
Midi del mes 
Tablón anuncios
Suscribir
Buscar
 

EL WOIZECK DE ROBERT WILSON

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

Robert Wilson han realizado un musical posmoderno a partir del drama de George Büchner que también interesó a Alban Berg. El reto, concertado por la compañía danesa “Betty Nansen Teatret”, es de sumo interés por la altura de los artistas reunidos sobre el mismo texto. El resultado es un espectáculo brillante y de inmensa perfección técnica. Todos los elementos técnicos son maravillosos: luces, sonido, vestuario, decorados. El trabajo físico de los actores también es sobresaliente por su dominio de la voz, el canto, el gesto y el movimiento: son artistas integrales. Extraen lo mejor de las canciones de Tom Waits y Kathleen Brennan con la colaboración de una magnífica orquesta en directo. Esta música, genial y heterodoxa, combina con extraordinario talento y coherencia las corrientes de la música popular del siglo XX, aderezadas con ciertos toques de vanguardismo. Es inevitable emparentar esta estética con las corrientes utilitarias de los tiempos de entreguerra, aunque su sonido es inconfundiblemente actual. El rock, el cabaret, la opereta, el folk... se funden en el crisol de teatro. Es una música repleta de citas y referencias, que rompe con los géneros y las categorías al uso sin perder nunca el sentido. Waits y Brennan han colaborado en anteriores ocasiones con Wilson, cuya concepción artística es completamente antagónica. Wilson no es nada pragmático, sino personalísimo. Emplea elementos de aparente austeridad para crear un espectáculo lujoso y grandilocuente. Lo escaso es en este caso mucho. La luz  juega un papel fundamental y constituye un fiesta, a veces ajena a la trama. Crea magia gracias a unos medios tecnológicos que parecen de cine pero que se integran muy provechosamente en la propia naturaleza teatral. Wilson explora la contradicción entre unas formas frías y distantes y un asunto truculento. La propuesta es clásica, en tanto que apuesta por la yuxtaposición de lo visual, lo musical y lo dramático, renunciando a la fusión utópica de las artes. Es un teatro más visual que dramático, donde el discurso se emplea como un elemento simbólico de fondo más que argumental. Esta impostura, nacida de discordancia entre acción y pensamiento, tal vez sea una retrato, más complaciente que crítico, de nuestro mundo y de los poderes que lo gobiernan. La breve visita de esta compañía ha sido, como estaba previsto, uno de los grandes acontecimientos del Festival de Otoño de Madrid de este año. A pesar de la alta expectación que había, no ha defraudado lo más mínimo e incluso ha causado sensación.

 

   Próximos espectáculos en el Teatro de la Zarzuela

 

   Del 20 de diciembre al 19 de enero           Los sobrinos del Capitán Grant

                                                                              Nueva producción del Teatro de la Zarzuela

 

   http://teatrodelazarzuela.mcu.es/spa/programacion/index.htm

 

(Volver a Temporada Musical Madrileña) ¡