Revista mensual de publicación en Internet
Número 30º - Julio 2.002


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El museo del ballet

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

 

Royal Danish Ballet. Conservatoire. Música de Simon Paulli. La Sylphide. Música de Herman S. Løvenskiold. Coreografías de August Bournonville. Director general: Michael Christiansen. Director del ballet: Frank Andersen. Diector musical: Henrik Vagn Christensen. Orquesta Sinfónica de Madrid. Teatro Real de Madrid, 2 a 9 de junio de 2002.

El Real Ballet de Dinamarca es una compañía completamente dedicada a preservar de la tradición romántica. Es un conjunto y un centro de formación que se abastece de sus propios discípulos a quines ofrece unas excelentes oportunidades profesionales. El programa presentado en el Teatro Real de Madrid ha sido una gran muestra de estas cualidades y un homenaje al histórico coreógrafo danés Augusto Bournonville (1805-1879). Fue director del Ballet del Teatro Real de Copenhague en sus mejores tiempos, durante casi medio siglo, en los que asentó las bases de la escuela académica. Conservatoire, de 1849, escenifica el trabajo de clase, elevándolo a la categoría de leyenda y permitiendo al público participar como espía en las lecciones de danza. Es una pieza en la que interviene toda la compañía, desde las primeras figuras hasta niños, pasando por el cuerpo de baile y los debutantes. Es toda una celebración escolar y festiva, un ejemplo de respeto a la pedagogía lleno de sabor y poder de evocación. Pero el plato fuerte fue la presentación La Sylphide, la gran pieza creada en 1832 en París por Filippo Taglioni, con la que se inaugura el ballet romántico y de la cual Bournonville y Lucile Grahn, su joven bailarín favorito, hicieron una versión danesa con música del compositor Herman Løvenskiold. Esta obra figura en el repertorio del Real Ballet de Dinamarca desde 1836 y los detalles de sus personajes se han ido transmitiendo de generación en generación hasta hoy en día. La combinación entre danza y pantomima alcanza un delicado equilibrio y permite al público, incluso al profano, seguir la trama a la perfección. Es como hacer una visita a un museo con viejas pinturas o esculturas, de gran valor, conservadas con cariño y pulcritud. El arte, cuando es grande, mejora con los años igual que el buen vino. La versión en Bournonville es la que ha tenido la fortuna de transmitirse hasta nuestros días conservando todo el encanto feérico del romanticismo, la magia del ballet blanc (que sentaría escuela), o la lógica de las puntas que evocan la volatilidad de la sílfide. Todos los artistas, figuras y cuerpo de baile demostraron estar dotados y contar con una gran preparación física. Interpretaron sus papeles con el dominio y la seguridad, poco entusiasta, que les otorga saberse herederos directos de una vieja escuela. Pero, a pesar del tiempo transcurrido y del historicismo militante de toda la puesta en escena, la función resulta deliciosa, rebosante de gracia y de ingenuidad.

(Fotografía de Martín Mydtskov Rønne)

Próximos espectáculos del Teatro Real

 

18 a 28 de julio                          Madama Butterfly de Giacomo Puccini

                                                Nueva Producción del Teatro Real

 

19 a 25 de julio                         Festival Flamenco: Vicente Amigo, Sara Baras, La Susi, Arcángel, Miguel Poveda,  Diego el Cigala y Manuela Carrasco.

 www.teatro-real.com