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EN LA GRUTA DEL REY DE LA MONTAÑAPor Cristina Isabel Gallego García (curriculum) y Mª del Mar Gallego García.
Cerrad los ojos durante un momento, e imaginad un país al borde del Mar del Norte, con altas montañas y fiordos profundos, glaciares, una temperatura húmeda y fresca, un sol de medianoche, una monarquía constitucional, con economía basada en el petróleo y el gas, la construcción naval, la pesca y la explotación minera y forestal... De la mano de Grieg e Ibsen viajaremos en esta ocasión por el país que los vio nacer, Noruega. Las obras realizadas por Grieg son fiel reflejo de un nacionalismo que permite a Noruega, transmitir todo el aroma y características de su música popular. Los hombres sienten amor a su país; él es una de las personas que plasmaron sus sentimientos en la más hermosa de las músicas, para que el mundo entero, al escucharla, pudiese participar de ese gran amor. Nace en Bergen (Noruega) el 15 de junio de 1843. Se educa en el seno de una familia aficionada a la música: su madre era una pianista semiprofesional muy conocida en Bergen, y su padre, aunque era comerciante, también disfrutaba con la música; por ello los primeros pasos de Edvard se realizan en este propicio ambiente musical. En 1858, el violinista Ole Bull visitó a la familia Grieg. Tras escuchar una interpretación del pequeño Edvard, obviamente dotado para la música, le animó a ingresar en el Conservatorio de Leipzig, en Alemania, puesto que en aquel momento no había escuela oficial de música en Noruega. En 1862 hace su debut en Bergen como pianista, continuando sus estudios con Neils Gade en Copenhague a partir de 1863. Allí conoce a Hans Christian Andersen y entabla una gran amistad con Rikar Nordak, autor del himno nacional noruego, con él fundó la sociedad Euterpe, destinada a conocer la música Nórdica. En
1865 realiza un viaje a Roma, volviendo a Oslo al año siguiente, para
preparar la fundación de la Academia Noruega de Música, que tiene lugar
en 1867, el mismo año en que contrae matrimonio con su prima Nina
Hagerup. Excelente cantante, se convierte en una gran fuente de inspiración
para el compositor. En
estos años conoce a Franz
Liszt que le anima para dedicarse en exclusiva a la composición.
Entre 1866 y 1876 Grieg vivió en Oslo, donde fue profesor de música
y director de la Sociedad Filarmónica desde 1880 a 1882.
En 1885 se aisló en un estudio de Lofthus, año en el que mandó
construir la villa Troldhaugen, cerca de Bergen, donde vivió el resto de
sus días. En 1888 alcanza el reconocimiento internacional gracias a una
serie de ejecuciones de obras suyas en Londres. En 1898 funda el Festival de Música de Noruega. Sus últimas fuerzas las empleo en realizar largas giras por el extranjero. Su esposa había dejado de cantar y Grieg cambio su estilo de componer. En 1907 fallece en Bergen, su ciudad natal, el 4 de septiembre.
Aunque su música está influida por la de los compositores románticos, especialmente Robert Schumann y Frédéric Chopin, Grieg adaptó sus propias melodías basándose en el estilo del folclore noruego y fue el maestro de los fundamentos armónicos que evocan la atmósfera de su tierra. Y esta misma atmósfera también la supo reflejar Henrik Ibsen, autor representativo del espíritu noruego, pues a pesar de estar muchos años fuera de su patria vivió su niñez y adolescencia así como sus últimos años en Noruega, por lo que sus obras están impregnadas de la historia, la vida social, las costumbres y los problemas de su país, aunque trascienden el marco histórico-fotográfico para proyectarse como creaciones de dimensión universal. Ibsen nació en Skien, Noruega, en 1828. Trabajó algún tiempo como ayudante de un farmacéutico y comenzó estudios de medicina antes de dedicarse por completo al teatro. Fue director de escena y autor del Teatro Nacional de Bergen de 1851 a 1857 y posteriormente director del teatro de Oslo entre 1857 y 1862. Durante estos años de experiencia práctica teatral escribió sus primeras obras. De 1863 a 1891, vivió principalmente en Italia y Alemania. Se dio a conocer en los países nórdicos con los dramas Brand y Peer Gynt. En 1873 Ibsen le pidió a Grieg que compusiera la música para una representación de la obra. El músico la finalizó en 1875 y con ella se hizo famoso en todo el orbe. Con la música de Grieg, Peer Gynt se convirtió en el drama nacional noruego, ocupando una posición en la conciencia noruega comparable al Fausto de Goethe en Alemania y al Hamlet de Shakespeare, en Inglaterra. Grieg escribió dos “suites” del drama, para que la misma con tan bello argumento y desarrollo se pudiera ejecutar con o sin la representación teatral. Ibsen
cosechó triunfos internacionales con una larga serie de piezas teatrales:
desde Casa de muñecas (1879) hasta los dramas con más carga simbólica
como El pato salvaje (1884) y Cuando despertemos los muertos
(1899). Murió el 23 de mayo de
1906. Vamos a centrar nuestra atención en el drama Peer Gynt. David Bradley en 1941, dirigió una película basada en él, con actores como: Charlton Heston, Betty Hanisee, Hubert Hyde... Peer Gynt es una obra central de la literatura noruega entre el romanticismo y el realismo. Aparte del fino autoanálisis que contiene, está traspasada de fe y alegría, resultando una obra llena de color, movimiento, fantasía, ingenio, ironía y lirismo.
Peer Gynt cuenta la historia de un muchacho que siempre fantasea. Quiere ser mucho, pero nunca llega a cumplir sus ideales. En cierta ocasión va a la boda de Ingrid, donde se enamora de Solveig, pero ésta se asusta de Peer al ver su conducta disipada. Por despecho rapta a Ingrid, recién casada y huye con ella a la montaña en donde vuelve a enredarse en un nuevo problema. Peer
Gynt se casa con la hija del Rey de la Montaña, a cambio del reino que le
ofrecen por dote. Los duendes, gnomos... le van imponiendo condiciones,
que irá aceptando, hasta que se proponen quitarle su libertad y
convertirlo en duende. Peer se resiste, pelea, escapa, pero ya es
demasiado tarde porque lleva en sí el estigma de los duendes. Después de
muchas vicisitudes regresa a Noruega; allí aparece
el Fundidor, personaje simbólico que pone fin a tan atrapante
drama. Nosotras
hemos trabajado esta obra con niños, pero inventándonos entre todos una
historia distinta, e introduciéndonos en el mundo de fantasía al que la
música de Grieg nos transporta. La Suite Nº1 de Peer Gynt es la más
ejecutada. Está integrada por las siguientes partes: 1) La mañana, 2)
La muerte de Ase, 3) La danza de Anitra y 4) En la cueva del Rey de la
Montaña. Nuestra dramatización empieza en un amanecer campestre con trinos de pájaros (La mañana). Estamos jugando con nuestros amigos, vemos los pájaros volando por el cielo, el campo se va iluminando con la luz del sol... Hay un canto melodioso de flautas y oboes, le sigue un progresivo crescendo de toda la orquesta; luego alternan los violonchelos, instrumentos de cuerda acompañan al piano y para terminar las flautas y los clarinetes trinan de modo delicioso. Pero
aparece un ser muy extraño, que secuestra a nuestro amigo Martín y nos
ponemos muy tristes (La muerte
de Ase). Un pajarillo del campo se acerca a nosotros y nos indica que
se lo ha llevado un ser malvado conocido como “el rey”, que vive en
una gruta en la montaña. Recobramos la alegría al saber donde se
encuentra Martín y tenemos las fuerzas suficientes para ir a rescatarlo (La
Danza de Anitra). Gracias a la ayuda del pajarillo, encontramos el
lugar (En la gruta del rey de la montaña). Todos cantamos así: En
la gruta que yo vi, Bajamos
a una cueva oscura,
profunda, llena de misterio... La música
nos lo va narrando. Ya hemos descubierto donde está Martín, por eso
andamos de puntillas y con mucha destreza logramos desatarlo. De repente
aparecen los trolls, duendes y gnomos, que son siervos de este malvado
rey. Nos persiguen, corremos cada vez más rápido... pero afortunadamente
conseguimos escapar. El juego dramático, como hemos podido comprobar es la forma de expresión infantil más decisiva, porque jugando a ser, el niño no solamente se divierte, sino que, sobre todo, está realizando una actividad que se encuentra estrechamente ligado al crecimiento de su personalidad. En este artículo hemos pretendido unir música y dramatización a través de una obra maestra como es la Suite Nº1 del drama Peer Gynt, Si desde niños ya disfrutan gracias a la música, cuando sean mayores seguirán adentrándose en este maravilloso mundo al que este arte nos lleva. |