CALLAS FOREVER - BSO
Por Angel
Riego Cue. Lee su Curriculum.
A la hora de poner
música a una película sobre María Callas (que comentamos en otro lugar
de este mismo número), el punto de partida más lógico es utilizar
algunas de las abundantes grabaciones operísticas que la propia Callas
realizara para EMI, el sello para el que grabó en exclusiva entre 1952 y
1965. Entre ellas, tiene especial importancia la Carmen de Bizet
que grabara en 1964 (sin haberla cantado nunca en un escenario) pues el
argumento de la película de Zeffirelli se centra en una filmación de
esta ópera utilizando dicha grabación en "play-back".
De Carmen presenciamos diversas escenas, la mayoría de ellas
vistas a través de la supuesta versión filmada, es decir, vemos cómo
quedaría el montaje final de la película que se rueda con Callas
haciendo de Carmen. La auténtica Callas, por supuesto, jamás filmó tal
versión de Carmen y el argumento proviene exclusivamente de la
fantasía de Zeffirelli, aunque puede contener recuerdos tomados de sus años
de colaboración con Callas.
Las únicas excepciones en las que escuchamos Carmen sin ver cómo
quedaría el resultado filmado son la Obertura (donde presenciamos a las cámaras
filmando la coreografía con abundantes "extras") y la famosa
"Habanera", que vemos en un ensayo ante el micrófono donde la
Callas prueba a sincronizar el movimiento de sus labios con esa grabación
hecha 13 años antes, cuando aún tenía voz para cantarla. Un primer
plano que es toda una prueba de fuego para cualquier actriz, y donde la
intérprete de Callas (Fanny Ardant) demuestra su categoría.
En el resto de la Carmen que se ve en pantalla asistimos a un
espectáculo que escala las cimas del "kitsch" a que se puede
llegar en la evocación de lo andaluz más tópico, aunque hay que
reconocerle a Zeffirelli la brillantez coreográfica y una fotografía en
tonos cálidos, distinta en estas secuencias de Carmen a la del
resto de Callas forever. Presenciamos el coro de hombres que
rodean a Carmen, y el momento en que ella arroja la flor a la cara de Don
José (aquí la Ardant tiene una pose realmente vampiresca).
Luego, del Acto II, vemos escenificada la "Canción Bohemia" del
comienzo (otra espectacular coreografía), el momento en que Don José
llega a ver a Carmen tras salir de la cárcel (no incluido en el disco) y
parte del "Aria de la flor" (que en el disco viene completa).
Pasando al acto IV, presenciamos otra coreografía espectacularmente
"kitsch" con el paseo en calesa de Carmen y el torero Escamillo
(Marcha y Coro "Les voici!"), más tarde la aparición de un
celoso Don José que quiere recuperar a Carmen, el dúo de ambos y el
final donde ante la negativa de ella, él la apuñala. El disco añade aquí
más música que la que se ve en la pantalla, conteniendo todo el acto IV
desde "Les voici!", es decir, sólo le faltan los dos primeros
minutos de este acto.
En conjunto, esta pequeña selección de Carmen, a pesar de caer
en los tópicos folkloristas y otras manías de Zeffirelli (como la
presencia en tantos papeles de jovencitos de muy buen ver), puede servir
para que quien vea Callas forever se introduzca en el argumento
de esta ópera y a ello sirven asimismo los fragmentos recogidos en el
disco. Lástima que no se hayan incluido en disco y película otros números
asimismo célebres como la Seguidilla de Carmen ("Pres les ramparts
de Seville") o el aria de Escamillo, el célebre
"Toreador". La grabación, todo un clásico de la fonografía,
cuenta con el tenor sueco Nicolai Gedda como Don José, y la Orquesta y el
Coro de la Ópera de París, bajo la dirección de Georges Prêtre.
El resto de la selección operística que se escucha en "Callas
forever" no pertenece a un montaje escénico, sino que son arias de
ópera seleccionadas de entre las más conocidas y que más se asocian al
repertorio de María Callas, distribuidas en el argumento con habilidad
siguiendo la técnica clásica del "biopic". De ellas, la mayor
importancia la tienen los fragmentos de Tosca, pues es el segundo
título que piensa filmar Callas tras acabar Carmen. En sueños
se ve interpertando a Tosca en el aria del Acto II, "Vissi
d'arte" (recogida en el disco), antes de decirle a Larry (Jeremy
Irons) que es Tosca lo siguiente que quiere filmar, y no Traviata.
El ensayo que hace con piano, ante alumnos, de la escena final del Acto
II, donde mata a Scarpia no figura en el disco, y en su lugar viene ese
momento (al igual que el "Vissi d'arte") en la famosa grabación
completa de 1953 dirigida por Victor de Sabata, con la Orquesta de la
Scala de Milán y el barítono Tito Gobbi como Scarpia.
Zeffirelli encuentra también la ocasión de que suenen tres de las más
famosas arias de soprano del repertorio operístico, tres "hits"
como "Un bel dì vedremo" de la Madama Butterfly de
Puccini, "O mio babbino caro" del Gianni Schicchi del
mismo Puccini, y "Casta Diva" de la ópera Norma de
Bellini. En el aria de Butterfly, la protagonista canta su
esperanza de que vuelva con ella el hombre que la ha abandonado, una
situación similar a la que podía sentir Callas respecto a Onassis,
aunque por entonces este ya había muerto. La escuchamos (se supone que en
un disco que ha puesto la propia Callas) cuando María deambula de noche
por su apartamento, cayendo finalmente desmayada, momento en el que sus
amigos ya han empezado a temer por su vida.
El "babbino caro" (que habla de planear un suicidio por amor)
sirve como demostración de las virtudes de la moderna tecnología:
primero lo escuchamos en el vídeo del concierto en Japón de 1974, con
acompañamiento al piano y con la voz de ella ya destrozada, y más tarde
en un "montaje" donde la imagen de este vídeo se junta con el
sonido de su grabación con orquesta de veinte años antes. En el CD
solamente se incluye esta versión con orquesta. En cuanto a "Casta
Diva", se escuchan en el film algunos fragmentos en el estudio del
joven pintor, Michael, a quien le ha inspirado el cuadro de la Luna
saliendo en el claro de un bosque, y suena completa en los créditos
finales.
Estas tres arias figuran en el disco en grabaciones de 1954 dirigidas por
Tullio Serafin, las dos primeras procedentes de un recital grabado en
Londers con la Orquesta Philharmonia (de sonido algo superior a las
grabaciones hechas en Italia en la misma época) y "Casta Diva"
extraída de la primera grabación completa que hizo Callas de Norma,
con los conjuntos de la Scala de Milán.
Para terminar la parte operística de esta banda sonora, el tópico de tópicos...
el "Brindis" de La Traviata con el que el equipo que ha
terminado el rodaje de Carmen brinda, con la copa en la mano, por
el siguiente proyecto fílmico de la Callas, que entonces se piensa que va
a ser, precisamente La Traviata. Un pretexto para que suene una música
que "tenía que aparecer". Es curioso que la versión que se
escucha en el film no es la misma que la del disco, pues en la pantalla
escuchamos la de Lisboa de 1958 con Alfredo Kraus y dirigida por Ghione, y
en el disco figura la de Milán de 1955, con Di Stefano y dirigida por
Giulini (y con puesta en escena de Luchino Visconti). Ambas son las dos Traviatas
más conocidas de Callas, y son ambas tomas en vivo, con mal sonido, pues
Callas nunca grabó este título para EMI en estudio. Hay que destacar que
este "Brindis" aparece con un reprocesado distinto al que se
encuentra en la grabación comercial disponible, pues aquí aparece
remasterizado por Nicos Velissiotis, un nombre bien conocido por los
amantes de los sellos que editan grabaciones "en vivo", y el
sonido (muy pobre en origen) ha mejorado algo.
En resumen, una selección operística absolutamente tópica, que no
pretendía ninguna originalidad, sino presentar algunas de las arias más
conocidas del repertorio de Callas (y del repertorio de soprano en
general) a un público que, en una gran parte, quizás no conociera aún
estas músicas, un objetivo que se ha cumplido plenamente.
Además de la parte operística de Callas forever, es obligado
hablar asimismo de la música compuesta especialmente para la película,
encomendada a Alessio Vlad, colaborador habitual de los últimos trabajos
de Zeffirelli (La novicia, Jane Eyre o Té con
Mussolini). Vlad ha procurado hacer un "score" lírico, que
no desentone con los fragmentos operísticos que suenan en la cinta, sino
que más bien parezca una prolongación suya. En varias ocasiones utiliza
incluso temas musicales de óperas, como en el "track" que lleva
por título "María y Larry" (que escuchamos la víspera de que
Callas acepte el proyecto de Larry de filmar óperas en play-back), donde
suena el tema del aria de Leonora en Il trovatore de Verdi,
"D'amor sull'ali rosee", un canto que intenta llevar consuelo a
un hombre que va a morir, y también unas notas del "Addio del
pasato" de La Traviata, con el que la protagonista se
despide de la vida. Asimismo, el "score" de la pantalla (pero no
el CD) reproduce el tema de "Un bel dì vedremo" después de la
noche en que Callas se ha desmayado mientras lo escuchaba en uan grabación.
Otros "tracks" compuestos por Vlad que aparecen en el CD son: el
que lleva el mismo título que la película, de una nostalgia romántica
que puede recordar a Rachmaninov (concretamente a la variación más
conocida de la Rapsodia sobre un tema de Paganini) y que aparece
en la conversación donde María le cuenta a Sarah que nunca ha tenido un
hogar; o el titulado "Picnic", de un ambiente algo más
"misterioso", que acompaña las conversaciones en el parque
entre María y Larry.
Todos ellos son músicas muy bellas y que cumplen bien su finalidad en la
acción de la película, dando lugar a un disco de banda sonora muy homogéneo
en el que no desentona ningún elemento. Sí hubiera desentonado el que se
hubiera incluido la canción de los créditos iniciales: Complete
control del grupo The Clash, una forma de representar la música que
hace el supuesto conjunto punk "Bad Dreams" del que Larry es su
representante. Pero esa canción no figura en el CD.
REFERENCIAS:
Callas forever - BSO
EMI 7243 5 57405 2 6