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Una
ensalada de lujo Por
Víctor Pliego de Andrés.
Lee su curriculum. Compañía
Nacional de Danza. Director artístico: Nacho Duato. Sueños de Éter (Nacho
Duato – Marcel Landowski). No more play (Jirí Kylián – Anton
Webern). Solo for two (Mats Ek – Arvo Pärt). Enemy in the
figure (William Forsythe – Tom Willems). Bailarines principales: Mar
Baudesson, Ruth Maroto, Cristina Hortigüela, Tamako Akiyama, Yolanda Martín,
Thomas Klein, Rafael Rivero, Swee Boon Kiuk. Primeros bailarines: África
Guzmán, Luis Martín Oya. Teatro de
la Zarzuela. Madrid,
3 al 13 de octubre de 2002. La Compañía Nacional de
Danza ha vuelto a demostrar su altura artística, con el programa variado
y actual que ha presentado en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Cuatro
piezas de cuatro autores con un talante muy distinto han servido para
demostrar la versatilidad de la compañía, la calidad de sus solistas y
de su cuerpo de baile, tanto en el trabajo personal como en el trabajo de
equipo. Los dos títulos que más interés han reclamado han sido lógicamente
los que la compañía estrenaba. Solo For Two del coreógrafo sueco
Mats Ek es una pequeña joya para el lucimiento de una pareja que muestra
su relación diaria a través de la pasión, de la vida doméstica y de un
exquisito sentido del humor. La pieza es a veces melancólica o
enloquecida, cotidiana u onírica. Creada hace seis años, es danza
descriptiva que narra “la intensa comunicación entre un hombre y una
mujer y toda su complejidad psicológica”. Es una obra radicalmente
vanguardista y con un poder de comunicación que llega al público con
toda naturalidad. La otra novedad de la compañía fue No More Play de
Jirí Kylián, de 1988, un trabajo más estilizado y difícil, que traduce
con exactitud a danza los Cuatro movimientos para cuarteto de cuerda
op. 5 de Antón Webern. La música no es un acompañamiento ni un
fondo, es la pura inspiración convertida en imágenes de una fuerza y
originalidad extraordinarias. Cuando ya se han hecho tantas locuras,
resulta enormemente gratificante comprobar que todavía es posible
sorprenderse con nuevas figuras, movimientos y posibilidades. Esta
coreografía es de un rigor y de una fantasía desbordantes, dentro de
unas coordenadas tan abstractas como coherentes. El título alude a un
juego de mesa que se rige por reglas precisas, ya sean evidentes o no. Las
otras dos piezas ya estaban antes de estas funciones en el repertorio de
la agrupación y completaban el rico catálogo estilístico. Sueños de
Éter, de Nacho Duato, fue estrenada por la compañía en abril de
este año en Santander, aunque su primera puesta en escena estuvo a cargo
del Nederlands Dans Theater y se remonta a 1986. Protagonizada por ocho
mujeres, es un festejo de la alegría y la vitalidad, a pesar de la
distancia que impone el severo Concierto de ondas Martenot de
Landowski frente a la coreografía de Duato. Enemy in
the figure, de
William Forsythe y con música de Tom Willems, fue levada al Teatro Real
en mayo de 2001. Su presentación en el escenario
más reducido del Teatro de la Zarzuela ha puesto de relieve la
influencia determinante que el espacio ejerce sobre el efecto final. La
enorme escena del Real acentuaba la desolación, mientras que la cercanía
en la Zarzuela intensificó la sensación de arrebato. Esta creación para
once bailarines es de una expresión dramática y siniestra. La luz,
integrada en el movimiento y generadora de un espacio propio, así como la
música de Willems refuerzan el clima turbador. El programa fue muy
atractivo y ameno. Ofreció la oportunidad de hacer un recorrido por
distintas tendencias y países: desde el sosiego mediterráneo de Duato
hasta la profundidad psicológica de un nórdico como Ek, desde la exacta
mecánica centroeuropea de Kylián hasta
la asociación de los individual y lo colectivo en el concepto americano
de la danza en Forsythe. Este gran recital fue excelentemente interpretado
y todos los detalles de producción, particularmente luces y vestuario,
estuvieron a la misma altura.
Próximos
espectáculos del Teatro de la Zarzuela
Noviembre
La Bruja de Chapí, nueva producción del Teatro de la
Zarzuela.
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