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Una
ensalada con buenos
ingredientes Por
Víctor Pliego de Andrés.
Lee su curriculum.
Tristia
op. 18,
de Héctor Berlioz. Concierto para piano núm. 2 en Re menor, de Félix
Mendelssohn. Campos magnéticos, de César Camarero. Ma mère
l’oye, de Maurice Ravel. Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid.
Almudena Cano, piano. Miguel Bernat, percusión. Director: Arturo Tamayo.
Ciclos musicales de la Comunidad de Madrid. Auditorio Nacional de Música.
Madrid, 29 de octubre de 2002. Como
es habitual en los ciclos musicales de la Comunidad de Madrid, el
concierto programado presentó un repertorio atractivo y muy variado: una
combinación de solistas interesantes, obras de repertorio pero de
distintas épocas, un título infrecuente y un estreno absoluto. La obra
de César Camarero, Campos magnéticos, fue la ganadora del
Concurso de Composición Maestro Villa de 2001. Se trata de un concierto
dedicado al percusionista Miguel Bernat, que tiene una parte de gran
dificultad para marimba, vibráfono y algún otro instrumento de percusión.
De una estética vanguardista pero ecléctica, esta música parece
heredera del expresionismo, pero también del impresionismo en la sutiliza
de su instrumentación y en el juego espacial. El público acepto bien el
estreno, en gran medida gracias a su lenguaje directo y a la presencia
Bernat con las baquetas. El músico valenciano demostró que tiene una
merecida fama internacional y fue, por un día, profeta en su tierra.
Almudena Cano interpretó el segundo concierto para piano de Brahms. La
pianista también atrajo a un nutrido grupo de amigos y seguidores hasta
el auditorio. Personalidad reconocida por su compromiso con la enseñanza
y su labor como catedrática del Real Conservatorio Superior de Música de
Madrid, Almudena Cano acreditó que además de pedagoga es una artista de
categoría. Tocó con delicadeza y con un sonido muy bello que fue
ascendiendo en el transcurso de la pieza. El concierto se abrió con Tristia,
op. 18, una pieza para coro y orquesta del Héctor Berlioz llena de un
efectismo muy de su época. Fue una curiosidad que amplía nuestro
conocimiento de un autor tan trascendental. El Coro de la Comunidad estuvo
tan acertado como suele ser habitual en sus actuaciones. Como colofón, la
Orquesta de la Comunidad ofreció una lograda versión de Ma mère
l’oye (ballet) de Maurice Ravel, en la que pudieron lucirse los
profesores solistas. El maestro Arturo Tamayo resaltó los trazos
generales y los planos sonoros, optando por unos tempi contenidos.
Fue una velada musical rica por su variedad y calidad.
Próximos
conciertos de los Ciclos Musicales de la Comunidad de Madrid
9 de noviembre de 2002 Orquesta
de la Comunidad de Madrid. Obras de Strauss I, Strauss II, Berg y
Schubert. Solistas: Graham Jackson y Agustín León Ara. Director: Iván
del Prado.
15 de noviembre de 2002 Coro
de la Comunidad de Madrid. Obras de Johannes Brahms. Solista: Karina
Azizova. Director: Günther Theuring.
5 de diciembre de 2002 Coro
de la Comunidad de Madrid. Obras de Monteverdi, Gorli, Marco y Bach.
Solitas: Irvine Arditti. Director: Jordi Casas Bayer.
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