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LA LLEGADA DE RATTLE
Por Angel
Riego Cue. Lee su Curriculum.
El pasado 7 de
septiembre, Simon Rattle dirigía su primer concierto como titular de la
Filarmónica de Berlín, ocasión que fue aprovechada por EMI para grabar
la segunda parte del mismo, consistente en la Sinfonía nº 5 de
Mahler, con lo que ya sólo le queda la 8ª para terminar un
ciclo Mahler completo (la 9ª la tiene con la Filarmónica de
Viena, esta 5ª y la versión reconstruida de la 10ª
con los berlineses, y el resto con su antigua orquesta de Birmingham).
El presente disco había levantado gran expectación antes de su aparición,
llegando a haber listas de espera para conseguirlo en las tiendas de
discos de Inglaterra, donde Rattle es todo un ídolo. La premura de su
edición puede notarse en que no figura la duración de cada movimiento ni
la duración total real del mismo (69:08) sino una duración
"aproximativa" de 68:15; al igual que ocurre con los discos de
los Conciertos de Año Nuevo, el libreto estaba ya impreso antes de la
grabación.
Cuando se crean unas expectativas tales, a menudo ocurre que el resultado
deja algo que desear, y eso es lo que ha ocurrido con esta grabación,
presentada por EMI con una portada donde Rattle parece un superhéroe de
dibujos animados japoneses. El director británico ha apostado por una línea
"ensoñadora", "sensible", haciendo gala de una gran
delicadeza que le sienta bien a muchos pasajes de la obra, particularmente
de los movimientos 2º y 3º; sin embargo, esta sinfonía tiene también
muchos momentos que demandan más energía, y ahí se queda algo corto
Rattle, que continúa en todo momento en un lirismo que al final resulta
algo monocorde.
Ya el arranque de la obra resulta demasiado tímido, y el primer
movimiento queda demasiado lánguido en general, aunque con algunos puntos
a su favor, como una tímbrica donde acierta con el carácter
"grotesco" de la Marcha Fúnebre. El segundo tiene vuelo poético
en muchos momentos, pero en otros le falta energía y hay pasajes en que
el sonido se hace tan sutil que a la orquesta ni se la oye (tal vez la
toma de sonido tenga parte de culpa en esto). Lo mismo ocurre con el
tercero, que también pretende ser un "prodigio de delicadeza"
con frases que se desvanecen en el silencio, pero nuevamente se pasa de
sutil. Con estos antecedentes, parecería que Rattle conseguiría al menos
un "Adagietto" ideal y no es así, quedando demasiado
"desmayado"; lo mejor de la versión (junto a momentos de los
movimientos 2º y 3º) es el movimiento final, donde sí hay cierta
animación... "ma non troppo".
En resumen, estamos ante una versión con momentos disfrutables, que
gustará a los seguidores de Rattle pero que según nuestro juicio no
llega a la altura de las más grandes: Kubelik, Barbirolli,
Bernstein-Viena, etc. Sí podría colocarse a parecida altura de otras
interpretaciones de esta sinfonía por la Filarmónica de Berlín, que ya
es la cuarta vez que graba la obra; las anteriores fueron con Karajan
(versión con poco idioma mahleriano, pero con un buen Adagietto y
momentos soberbios de virtuosismo orquestal, como el comienzo del 2º
movimiento o el final del 3º), Haitink (interminable y soporífera, no
tiene explicación el que aparezca constantemente recomendada en las guías
como una de las mejores) y Abbado (mejor que Karajan en los tres primeros
movimientos, pero defrauda por un Adagietto gélido, "excesivamente
intelectual" y por un Finale poco logrado). En esta lista, Rattle se
colocaría algo por debajo de Abbado y Karajan, pero muy por encima de
Haitink.
REFERENCIAS:
MAHLER: Sinfonía nº 5
Orquesta Filarmónica de Berlín
Director: Simon Rattle
EMI 7243 5 57385 2 3
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