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Homenaje a Ligeti Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum.
El ciclo de Música de Hoy, que dirige Xavier Güell, ha querido homenajear al compositor rumano György Ligeti que el próximo 28 de mayo cumple ochenta años, con dos interesantes conciertos celebrados en el Auditorio Nacional de Música. Ambos han tenido una magnífica acogida del público no solo por la importancia del maestro sino también por la calidad de los intérpretes reunidos en torno al Proyecto Guerrero. El éxito de unos conciertos u otros no depende del estilo de música, sino simplemente de la calidad. Por eso, la música vanguardista triunfa cuando dispone de bueno intérpretes. En la primera sesión del homenake se presentó en versión concierto la primera ópera de Ligeti, Aventures et nouvelles aventures, obra escrita entre 1962 y 1965 con una fuerza, una explosión de vitalidad y un humor que los años han ido borrando del panorama musical. Es una diálogo impresionante entre las voces y los instrumentos, cuyo intercambio sonoro está lleno de juegos sutiles. El texto fonético fue concebido al mismo tiempo que la música y de ella nace todo el sentido y dramatismo de una página genial, que estuvo magníficamente interpretado con el concurso del los cantantes Jane Manning, Lore Lixenberg y Omar Ebrahim. Casi cuarenta años tiene esta música que sorprendió y gustó mucho al público madrileño. En la misma sesión se interpretaron los conciertos para violonchelo, de 1966, y para piano, de 1988. Los solistas ofrecieron unas magníficas versiones con Piotr Karasiuk al violonchelo y Ananda Sukarlan desde el teclado, muy bien secundados por la Orquesta del Proyecto Guerrero que dirigió con precisión y gran seguridad Joan Cerveró. La ópera y ambos conciertos, compuestos en épocas muy distintas, mostraron caras distintas de la rica personalidad de Ligeti. El segundo concierto estuvo dedicado a la música de cámara. Juan Carlos Garvayo interpretó con delicadeza, precisión y emoción diversos estudios para piano compuestos entre 1985 y 1995, así como la interesantísima y amena Música ricercata de 1953. El trío para trompa, violín y piano de 1982 es un lejano homenaje al que Brahms compuso para la misma plantilla. Lo tocaron correctamente Garvayo, Miguel Borrego y Javier Bonet. La Sonata para viola sola es una bella pieza que fue servida con cierta brusquedad por Ana María Alonso. La figura de Ligeti ya pertenece por derecho propio y de forma indiscutible a la historia de la música. Su estilo es peculiar y vanguardista, pero siempre musical y fácil de escuchar. Estos conciertos reunieron un público curioso, con muchos estudiantes de música, que quedó completamente satisfecho de lo que pudo escuchar.
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