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Número 39º - Abril 2.003


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EL INAGOTABLE TALENTO DE LOS BACH

Por Ignacio Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum.

 

Archiv Produktion presenta el segundo disco de una serie de tres, centrados en la recuperación de los archivos de la Sing-Akademie berlinesa devueltos en 2001 por las autoridades ucranianas. Esta segunda entrega gira en torno al recuperado Concierto para flauta en re mayor de Wilhelm Friedemann Bach y añade conciertos dobles de otros hijos de Bach como Johann Christian, Johann Christoph Friedrich y Carl Philipp Emanuel Bach en interpretación de Reinhard Goebel y Musica Antiqua Köln.


Los archivos de la Sing-Akademie de Berlín

La Sing-Akademie se estableció en Berlín en 1791 y pronto se convirtió en depositaria de una gran cantidad de partituras y publicaciones musicales. Con el tiempo sus archivos, la gran mayoría manuscritos originales y el resto copias autorizadas, se enriquecieron con obras de autores alemanes como Georg Philipp Telemann, Johann Gottlieb Graun y Johann Adolf Hasse. También albergaban composiciones de Haydn y Handel e incluso del Rey Federico II de Prusia. Quizás la parte más importante era el denominado “Antiguo Archivo Bach” que contenía una gran parte de obras de la familia Bach. Tras la muerte de Carl Philipp Emanuel, el archivo pasó a manos de Carl Friedrich Zelter, director de la institución entre 1800 y 1832. Aunque a mediados del siglo XIX se preparó un catálogo inicial del ingente patrimonio, nunca se llegó a completar y aún menos a publicar. Cuando en 1943 comenzaron los bombardeos aliados sobre Berlín, las autoridades nazis evacuaron mucho del patrimonio artístico-cultural de la ciudad a sitios seguros como monasterios, castillos o minas. Sajonia fue uno de los destinos preferidos pero en el caso de los archivos de la Sing-Akademie se eligió un lugar más remoto: el castillo de Ullersdorf, cerca de Glatz, en la región de Silesia (hoy Polonia). 

Muchos de estos tesoros fueron encontrados por los americanos que los llevaron a la zona ocupada de Alemania para luego restituirlos a sus lugares de origen. Sin embargo, otros fueron descubiertos por el Ejército Rojo y trasladados a Rusia en el más absoluto de los secretos; Moscú era generalmente el destino final. Sin embargo, los archivos de la Sing-Akademie, con más de cinco mil obras, acabaron en la ciudad de Kiev (Ucrania), donde permanecieron ocultos más de medio siglo. De hecho, en el Oeste estos archivos se daban por perdidos o destruidos durante la guerra. 

En la década de los setenta empezaron a correr los primeros rumores de que parte del archivo se encontraba en Kiev. Fue Christoph Wolff, de la Universidad de Harvard, musicólogo especialista en Bach, el primero en ponerse tras la pista de este patrimonio cultural aunque al principio con bastante poco éxito. Las noticias de alguna interpretación del Concierto para flauta de W.F. Bach en países del Este, en una edición no publicada y procedente de una “fuente rusa desconocida”, fue la primera prueba que demostraría que los archivos de la Sing-Akademie ni se habían quemado ni perdido pues se sabía que dicho concierto formaba parte de la colección de la Sing-Akademie.

Es ilustrativo como en una fecha relativamente reciente como 1986, el Dr. Andreas Holschneider, director por aquella época de Archiv Produktion y presidente de Deutsche Grammophon, afirmaba lo siguiente en sus notas al álbum de Musica Antiqua Köln dedicado a la familia de Johann Sebastian Bach: “Con ocasión del aniversario Bach en 1935, el historiador Max Schneider publicó las obras vocales del “Archivo” en una edición en dos volúmenes, en la serie Erbe Deutscher Musik. Fue justo a tiempo, ya que la colección completa de manuscritos originales de la Sing-Akademie de Berlín fue quemada durante la Segunda Guerra Mundial” [1]. Resulta evidente por estas declaraciones (de una persona tan autorizada como el Dr. Holschneider) que la mayor parte de la comunidad musical daba por perdidos los archivos de la Sing-Akademie.

Tras muchos años de negativas y pasos en falso, Wolff volvió a reavivar la llama de la esperanza a finales de los noventa. En abril de 1999, el bibliotecario del Conservatorio de Kiev admitió conocer un informe sobre una gran colección de obras extranjeras alojadas en el Museo-Archivo Estatal Central de Literatura y Arte de Kiev, algo que nunca antes se había reconocido. Fue la primera indicación de que efectivamente los archivos estaban en Kiev. Se empezaba a ver luz al final del túnel. Poco después, Christoph Wolff, su mujer -bibliotecaria de Harvard- y Patricia Kennedy Grimsted, del Instituto de Investigación Ucraniana de Harvard, viajaron a Kiev y por primera vez, y después de las pertinentes autorizaciones, pudieron “ver y tocar” algunos volúmenes del ansiado archivo. Tras arduas negociaciones entre las autoridades competentes y un sinfín de protocolos diplomáticos, el 1 de diciembre de 2001 un avión de Lufthansa despegaba del aeropuerto de Kiev con destino a Berlín con los archivos de la Sing-Akademie, que finalmente tomaban tierra en suelo alemán varias horas después [2]. 

La devolución de este "botín de guerra" ha supuesto un importante descubrimiento que permitirá poner al alcance de musicólogos, historiadores, intérpretes y público en general, obras que habían permanecido en la oscuridad durante más de doscientos años. Gracias a la perseverancia y esfuerzo de Wolff y su equipo así como de los representantes actuales de la Sing-Akademie, hoy día es ya una realidad. Prueba de ello es la edición e interpretación de obras como la Cantata de la Amistad de C.Ph.E. Bach (Christopher Hogwood), la Pasión según San Mateo de C.Ph.E. Bach (Ton Koopman), o el Concierto para flauta de W.F. Bach, protagonista de este nuevo registro de Reinhard Goebel [3]. 
 


Bachiana II: Double concertos

Reinhard Goebel, siempre fascinado por la familia Bach, tenía que ser por su historial uno de los primeros en interpretar esta música [4]. Como hemos comentado, el disco gira en torno al Concierto de flauta de Wilhelm Friedemann Bach, el mayor de los hijos de Bach nacido de su primer matrimonio con Maria Barbara. La obra, única del disco que pertenece al archivo de la Sing-Akademie, es una pieza importante con un primer movimiento jubiloso y rico en ideas, un “Largo” que recuerda a la belleza de algunas sentidas arias de ópera de Handel y un efervescente “Allegro” final. La solista Verena Fischer, primera flauta de MAK desde 1996, toca con delicadeza y agilidad aunque la toma de sonido favorece más a la orquesta que a su instrumento. Aunque algunas voces han manifestado decepción por los manuscritos recuperados, quizás por las altas expectativas creadas, en todo caso, es extraordinario poder disfrutar de este interesante concierto que hasta ahora se consideraba perdido [5]. 

Más vitalista aún es el Concierto para pianoforte y viola de Johann Christoph Friedrich Bach, una obra en el estilo “Sturm und Drang”, de sorprendente combinación, con el doble aliciente de contar con un Goebel que, como en sus mejores tiempos, empuña el instrumento solista, la viola en este caso, y la vuelta de uno de los clavistas legendarios del grupo, el americano Robert Hill, aquí al teclado de un fortepiano de bello sonido copia de un Bartolomeo Cristofori. Goebel imprime un ritmo vibrante a la obra y su viola se tiñe de cierta melancolía en el sensacional movimiento lento. Música tranquila y reconfortante. La obra termina con un “Allegretto” de gran factura, cautivador en su ritmo y melodía. MAK cuyo ámbito ha sido siempre el barroco se presenta en esta grabación como una orquesta bien entrenada en el período clásico.

El disco se abre con la conocida Sinfonía concertante para violín y violonchelo de Johann Christian Bach, “el Bach de Londres”, una obra clasicista, muy en la línea de algunas obras de Karl Stamitz en un tipo de composición que gozó de extraordinaria popularidad a finales del siglo XVIII. La interpretación de MAK es contrastada, juguetona y equilibrada. Destacaremos el primer movimiento por su riqueza musical y el fluido diálogo entre solistas y orquesta. Galante y delicioso.

El disco se cierra con otro conocido concierto para dos instrumentos -esta vez para la curiosa combinación de clave y fortepiano- de Carl Philipp Emanuel Bach, que muestra esa dualidad entre lo antiguo y lo nuevo, representada aquí por el clave y el fortepiano. El “Larghetto” central es un buen ejemplo para comparar las posibilidades y diferentes sonoridades de ambos instrumentos. El último movimiento enfrenta a ambos protagonistas como si de un concurso se tratara. La interpretación tiene garra y virtuosismo con abundantes oportunidades para el lucimiento de ambos solistas. MAK hace un acompañamiento vigoroso con su habitual sonido ligeramente ácido, brillante y crispado. 

En suma, disco interesante no sólo por el recuperado concierto para flauta sino por ofrecer un programa cuidado y variado prueba del talento compositivo de los hijos de Bach. Una vez más Goebel demuestra su olfato musical y su indiscutible liderazgo en la interpretación de la música de los Bach. Sonido y presentación excelentes. 


Notas:

[1] Andreas Holchsneider: Die Familie Bach vor Johann Sebastian. ARCHIV 419253-2 (pág. 9; Archiv Produktion, 1986)

[2] Para una información más completa, recomendamos la lectura del fascinante aunque extenso artículo de Patricia Kennedy Grimsted que describe con todo lujo de detalles los avatares de esta historia. “Bach is Back in Berlin: The Return of the Sing-Akademie Archive from Ukraine in the Context of Displaced Cultural Treasures and Restitution Politics”, publicado en Spoils of War: International Newsletter nº 8 (August 2002). También disponible en la siguiente dirección: www.huri.harvard.edu/work7.html  

[3] Mismo concierto grabado recientemente por la Wiener Akademie de Martin Häselbock y el flautista, Christian Gurtner para el sello alemán, CPO.

[4] A lo largo de su ya dilatada carrera Goebel ha dedicado muchos esfuerzos a sacar a la luz obras de la familia Bach y de sus contemporáneos. Destacaremos tres trabajos suyos que merecen especial atención. El ya mencionado Die Familie Bach vor Johann Sebastian (1986) centrado en obras vocales de los antecesores del Cantor de Lepizig tales como Johann Michael Bach, Georg Christoph Bach, Johann Christoph Bach, etc. (Archiv 419 253-2); el disco con Conciertos para dos claves (1986) de C.Ph.E. Bach y W.F. Bach (Archiv 419 256-2) y su álbum Deutsche Kammermusik vor Bach (1982) con obras de Bach, Buxtehude, Reincken, Pachelbel, Rosenmüller, Schenck, y Westhoff, reeditado en disco compacto hace pocos años aunque no disponible en el catálogo internacional (Archiv 445 093-2).

[5] En las notas al libreto el propio Goebel hace esta curiosa afirmación, entrando en aparente contradicción con otras declaraciones suyas anteriores: “En cuanto a la práctica musical se refiere y siendo honestos, este descubrimiento no ha sido particularmente significativo. Obras para violín de los hermanos Graun o pasiones de C. Ph. E. Bach no tienen mayor demanda” (pág. 11).

 

REFERENCIAS:

BACHIANA, MÚSICA DE LA FAMILIA BACH: Johann Christian Bach: Sinfonia concertante para violín y violonchelo en la mayor; Wilhelm Friedemann Bach: Concierto para flauta en re mayor; Johann Christoph Friedrich Bach: Concierto para fortepiano y viola en mi bemol mayor; Carl Philipp Emanuel Bach: Concierto para clave y fortepiano en mi bemol mayor, Wq 47. Stephan Schadt, violín. Joachim Fiedler, violonchelo. Verena Fischer, flauta travesera. Robert Hill, fortepiano. Léon Berber, clave. Musica Antiqua Köln. Reinhard Goebel, viola y dirección. ARCHIV 471 579-2.