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EL AÑO DE
LUCIE
Por
Pedro Coco.
Sin duda el año
2002 ha sido el de esta versión francesa que el mismo Donizetti preparara
para el Théâtre de la Reinassance en 1839. Tras las funciones en la ópera
de Lyon (de las que proviene esta grabación), y en las que Natalie Dessay
fue sustituida en algunas funciones por la genial Patricia Ciofi -la
primera Lucie en tiempos modernos en Martina Franca-, la producción se
llevó también con éxito al parisino Châtelet, y fue registrada en video,
con Ciofi, suponemos que para una próxima edición en DVD.
La versión francesa de esta ópera tiene numerosos cambios con respecto a
la italiana, ya que no se trata de una mera traducción del texto. Con la
desaparición de Alisa, por ejemplo, Lucie se convierte en la única
protagonista femenina de la ópera, exigiéndosele cantar en una tonalidad
más aguda aún. Su aria de entrada es diversa, y podemos oírla también en
Rosmonda d'Inghilterra (por supuesto en italiano). Natalie Dessay
nunca defrauda, y pasea sin problema aparente entre las notas más altas
del pentagrama con total seguridad, luciendo un instrumento a prueba de
sobreagudos -algunos añadidos pirotécnicos no habrían estado mal- y con
gran elegancia en el decir. Desde el punto de vista dramático, quizás
echamos de menos una mayor implicación con las desventuras de la heroína
donizettiana.
Alagna luce una voz riquísima en armónicos y de timbre arrebatador,
colocando a su Edgardo -Edgard en este caso- entre uno de los más felices
de toda la discografía. Quizás alguno de los personajes que interpreta en
escena últimamente no sean los más adecuados, pero este particularmente
parece hecho a su medida. Inteligente uso del legato, bellas medias voces
en la escena del suicidio, y una intención dramática adecuada en todo
momento le convierten la estrella de la grabación contra todo pronóstico.
El tercer protagonista de la obra, ya que aquí Raimondo ve muy reducido su
papel, es el barítono Ludovic Tézier, inteligente cantante que muestra
interesantes colores muy adecuados a la psicología del personaje. Tanto su
aria como el dúo con Alagna resultan de gran credibilidad y acierto
interpretativo.
El resto de personajes es igualmente de calidad, destacando una
intervención brillante del coro y el "sposino" Arturo (Arthur),
interpretado por el tenor Marc Laho, en el séptimo número del segundo
acto.
La orquesta de la ópera de Lyon encuentra en Evelino Pidò un director a su
medida. Tras los felices años de Kent Nagano, esta orquesta sigue sonando
inmejorable, habiendo pasado ya casi una década de algunas de las redondas
grabaciones que hicieron con Erato. Por su parte, Evelino Pidò es un
director muy adecuado para la ópera italiana del 800, como ya demostró en
el último Elisir (también con el conjunto lionés) de Decca o en
el malogrado (por los caprichos de la diva Fleming) Pirata
parisino. Aún deseando algunos momentos de mayor sutileza, sabe Pidó crear
la atmósfera adecuada, y conseguir un sólido desarrollo narrativo.
Estamos ante una de las grabaciones belcantistas de estudio más
conseguidas de los últimos años, encontrando múltiples motivos para
celebrar sin reservas este tipo de recuperaciones.
REFERENCIAS:
GAETANO DONIZETTI: Lucie de Lammermoor.
Dessay, Alagna, Tézier, Laho, Cavallier, Saelens.
Orquesta y Coro de la Ópera Nacional de Lyon. Evelino Pidò.
VIRGIN CLASSICS 7243 5 45528 2 3 (2CD's)
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