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LAS GOLDBERG POR CÉLINE FRISCH
Por Ignacio
Deleyto Alcalá. Lee su
Curriculum.
A estas alturas ya nadie da por verídico el relato de Forkel sobre el
origen de las Variaciones Goldberg según el cual el conde Hermann
Carl von Keyserling le habría pedido a Bach que compusiera una obra para
ser interpretada en sus noches de insomnio. Parece más razonable pensar
que su composición tuvo un origen más serio. En realidad la obra corona
majestuosamente el Clavierübung, un compendio para teclado en
cuatro partes, que Bach consideró lo suficientemente importante como para
ofrecerlo al público como su opus 1. A pesar de todo, la encantadora y
sugerente leyenda de Forkel -muy propia de la época romántica- ha
permitido que la obra haya pasado a la posteridad con el nombre del joven
intérprete del conde, Johann Gottfried Goldberg, y no con el título que le
dio Bach: Aria mit verschiedenen Veränderungen (Aria con diferentes
variaciones).
Las Goldberg han gozado de una popularidad sin igual dentro del corpus de
obras para clave de Bach lo cual en términos discográficos se traduce en
multitud de grabaciones. Dejando de lado ahora las versiones para piano o
los arreglos para otros instrumentos, se podría decir que la partitura
serviría idealmente, por ejemplo, para estudiar la evolución de la
interpretación al clave durante el siglo XX. El pionero registro de Wanda
Landwska de 1933 (haría otro para RCA en 1945) fue el punto de partida
para una imparable carrera de recuperación y desarrollo del instrumento
que continuaría con nombres como los de Ralph Kirkpatrick, Karl Richter,
Helmut Walcha, Gustav Leonhardt*, Igor Kipnis o George Malcolm hasta
llegar a tiempos más recientes donde enfoques, tipos de instrumentos y
grabaciones han aumentado considerablemente. La versión de Céline Frisch
llega, por tanto, en un momento donde, como se dice coloquialmente, la
competencia es muy dura.
De entrada debemos decir que Frisch
resiste más que dignamente la comparación con versiones consagradas como
las de Scott Ross (EMI)** o Pierre Hantaï, ambas diferentes pero
igualmente imprescindibles (sin olvidar las de Kenneth Gilbert, Trevor
Pinnock o Ton Koopman, por mencionar sólo algunas). Frisch posee una
técnica apabullante, ornamenta con buen gusto, muestra claridad y es capaz
de tocar con contundencia, pulcritud y elegancia. Su lectura resulta
ligera y virtuosística sin que por ello asomen resquicios de
superficialidad. Aunque en el aria inicial adopte un tempo más bien lento
para así resaltar la dulzura de la melodía, por lo general adopta tempi
rápidos, a veces incluso muy rápidos (Var. 15 o Var. 29). En nuestra
opinión, no acierta en su visión del Quodlibet que en sus manos
resulta excesivamente rígido; tampoco el inicio de la Var. 16 (Overture)
tiene la necesaria ‘gravitas’. Son en todo caso pequeñas imperfecciones
más aparentes en la escucha individual de las variaciones que en su
conjunto. Digamos que la intérprete francesa hereda de Ross su precisión
matemática, su irresistible empuje y su firme sentido rítmico y de Hantai,
en el que a veces parece inspirarse, su fantasía y musicalidad. Sin
embargo, si bien su versión es convincente, el resultado no parece ni
mejor ni marcadamente diferente al de sus rivales. Eso sí, la toma de
sonido es modélica, seguramente la mejor de todas, y el instrumento,
construido por Anthony Sidey, suena a gloria.
La
razón por la que este doble disco (que se comercializa al precio de uno)
resulta muy atractivo es por los complementos incluidos lo cual nos lleva
a hablar del más famoso retrato de Bach, hecho por Elias Gottlob Haussmann
en 1746. Aunque todos lo hayamos visto multitud de veces en libros, discos
y revistas, es posible que para muchos haya pasado desapercibido un
insignificante detalle: ¿qué partitura sostiene el compositor en sus
manos? Pues, curiosamente una página del Canon triple a 6, BWV
1076. Y decimos curiosamente porque a priori no parece que esta obrita
mereciera tanto protagonismo como para ser inmortalizada. De inmediato,
surgen las preguntas: ¿Por qué eligió Bach esta obra-miniatura? ¿No habría
sido más apropiado y razonable posar con los pentagramas de uno de sus
monumentales coros o de una de sus grandes obras para órgano? ¿Qué quiso
decir Bach con esto? ¿Fue un irónico guiño a la posteridad reforzado por
la extraña mirada del retrato?
Independientemente de la
interpretación que queramos darle, cosa que no vamos a hacer aquí, lo
importante para nosotros es que este canon forma parte -ligeramente
modificado- de los catorce que Bach compusiera sobre las ocho primeras
notas del bajo del Aria de las Variaciones Goldberg***, música que
amplía y complementa la magna obra y que abre aquí el segundo disco. La
imaginativa interpretación del Café Zimmermann engrandece la partitura y
se hace sitio junto a la clásica de Musica Antiqua Köln (Archiv). El disco
se cierra con dos canciones alemanas en las que Bach se pudo basar para su
variación nº 30 interpretadas con verdadero entusiasmo y dedicación por
Dominique Visse y los miembros del Café Zimmermann.
En definitiva, un lanzamiento que reúne magníficas interpretaciones, un
sonido de exhibición y una presentación intachable con un dedicado
artículo a cargo del productor, Jean-Paul Combet. En conjunto, un disco
muy apetecible.
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* Leonhardt está considerado como el mayor apóstol de esta obra junto a
Glenn Gould. En sus severas y austeras lecturas debemos lamentar la falta
de repeticiones, una auténtica castración musical a la partitura. El
músico holandés grabó la obra en tres ocasiones (Vanguard, 1953; Teldec,
1965 & DHM, 1978).
** Hay dos versiones por Scott Ross: la primera publicada por Erato es una
grabación en vivo de 1985 y ha tenido escasa circulación. La segunda fue
grabada por EMI en 1988. Ha sido reeditada a precio bajo por Virgin (Virgin
Veritas).
*** La obra, que aparece manuscrita
en el reverso de la copia de las Goldberg que tenía el propio compositor,
fue descubierta por Olivier Alain en 1975.
REFERENCIAS:
J. S. BACH: Aria con diferentes
variaciones (Variaciones Goldberg), BWV 988 (disco 1). 14 Cánones
sobre las ocho primeras notas del bajo del Aria de las Variaciones
Goldberg, BWV 1087. Dos canciones populares alemanas: Die
Wasserrüben und der Kohl (Los nabos y la col) & Ich bin so lang nicht bei
dir gewest (Hace tanto que no estoy contigo) (disco 2). Céline Frisch,
clave (disco 1). Dominique Visse & Ensemble Café Zimmermann (disco 2).
Alpha 014. 2 CDs (al precio de 1).
Distribuidor en España: DIVERDI
Página web:
www.diverdi.com
E-mail:
diverdi@diverdi.com
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