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EL PRIMER TCHAIKOVSKY DE REPIN
Por
Rubén Flórez
Bande
Como en un
"flash-back" cinematográfico, Erato-Warner reedita un disco integrado por
los Conciertos para violín de Tchaikovsky y Sibelius que ya había
visto la luz en 1996, donde los abordaba un, en aquella época, desconocido
Vadim Repin.
El de Tchaikovsky, muy juvenil, carecía de la personalidad demasiado
arrolladora que consiguó años después con Gergiev: si bien es una
interpretación despreocupada, sin complejos, le falta "personalidad". No
quiero decir con esto que sólo se limite a leer la partitura, sino que le
falta cuerpo, y un sonido propio, todas las dificultades técnicas las
solventa con maestría, las dobles cuerdas, el fraseo, los ataques... pero
se queda en eso, en una visión de lucimiento técnico, sin una implicación
emocional que sí tendría años después, no del todo correcta, pero
respetable. El acompañamiento de Krivine es correcto, limitándose a
acompañar con una eficiente Sinfónica de Londres, quizás algo de más vuelo
no le hubiera venido mal, en ocasiones la orquesta suena demasiado
constreñida.
El Concierto de Sibelius gana más puntos, es una visión fresca y
juvenil, como en Tchaikovsky, y no le viene mal a esta música muchas veces
demasiado densa. Repin desgrana las notas y las frases una a una,
masticándolas y haciéndolas audibles, sin dobles sentidos, no es una
versión ultra-romántica y salvaje como la de su compañero de clase
Vengerov, demasiado personal, sino que hace este concierto bastante
accesible. Quizás tanta accesibilidad tampoco sea del todo correcta,
porque al igual que en Tchaikovsky falta personalidad, está bien eso de
hacer comprensible el concierto, pero no sacrificando la personalidad.
Quizás lo que le sobre a Vengerov, le venga en falta a Repin. Pero bueno,
son los problemas de la juventud y las ganas de tocarlo todo y muy
rápidamente, sin implicarse mucho en la obra. Krivine acompaña muy
dignamente, evitando toda contundencia, y ayudando al desarrollo melódico
del solista.
Disco grato de oír, pero que poco aporta a las tantas y tantas versiones
que hay de estos conciertos: para Tchaikovsky, primero acudir a Oistrakh,
Kogan, Mutter, Zukerman... y para Sibelius: Zukerman, Perlman, Mutter,
Vengerov...
REFERENCIAS:
TCHAIKOVSKY: Concierto para violín en Re mayor, Op. 35.
SIBELIUS: Concierto para violín en re menor, Op. 47.
Vadim Repin, violín. Orquesta Sinfónica de Londres. Director: Emmanuel
Krivine.
WARNER - ERATO 49553-2
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