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MÚSICA EN LA BARBERÍA
Por
Angel Riego Cue.
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Curriculum.
En todas las
épocas ha existido una música con pretensiones artísticas, dirigida a un
público cultivado (lo que solemos llamar "música clásica") y también una
música popular pensada para el consumo de masas: obviamente, en tiempos de
Beethoven las masas no escuchaban sinfonías de Beethoven. Y muchas veces,
al redescubrir la música popular de otras épocas da para pensar que en
esto, como en tantas otras cosas, cualquier tiempo pasado fue mejor.
Cuando aún no existían la radio ni los discos, las formas de divulgar los
"éxitos" del momento eran otras. Entre ellas, obtuvo especial fortuna en
Estados Unidos el "cuarteto de barbería"; en las salas de espera de las
barberías (obviamente, ante un público solamente compuesto por hombres),
un cuarteto vocal amenizaba la espera de los clientes con las canciones en
boga, aunque pronto se convirtió en un fin en sí mismo el acudir a
escuchar las canciones, aparte de ser la barbería un lugar de reunión de
sociedad. El "Barber Shop Singing" se convirtió en toda una institución, y
de hecho no sólo se arreglaban canciones para esa formación, sino que hubo
compositores que escribieron pensando en ella.
Hoy día aún existen conjuntos vocales masculinos que hacen un repertorio
parecido; el más conocido por el gran público puede ser el británico The
King's Singers, aunque son sexteto y no cuarteto, y provienen de otra
tradición, su repertorio va desde la polifonía medieval hasta los Beatles;
y en los años 20-30 tuvo gran fama otro sexteto alemán, los Comedian
Harmonists. Sin embargo, estos conjuntos no podrían tomarse como ejemplo
de "Barber Shop Singing" aunque su repertorios están emparentados.
En España carecemos, por supuesto, de toda tradición de cantar en la
barbería, si hubiera que buscar una tradición local lejanamente parecida,
tal vez no se encontrara más que en las tunas. Por eso es toda una noticia
la aparición de un cuarteto vocal español dedicado al "Barber Shop Singing",
que ha grabado ya su primer disco (aunque sea uno producido con medios más
bien "caseros", sin ninguna casa discográfica detrás). Se trata de los "Investigators",
que están formados por los hermanos Jorge y Nicolás de las Peñas (voz
solista y barítono, respectivamente), Fernando García Buitrago (tenor) y
el conocido periodista Ramón Pi (bajo). En esta grabación, realizada en
Madrid en octubre de 2003, actúa con ellos como tenor invitado Angel
Rodríguez.
El repertorio que nos presentan los "Investigators" en este su primer CD
comprende un poco de todo; desde canciones escritas pensando en un
cuarteto de barbería (como Sweet Adeline) hasta arreglos de
"éxitos" del siglo XIX (como el Beautiful Dreamer de Stephen
Foster, el más conocido autor de canciones "del Oeste") o de otras músicas
que se han hecho famosas gracias a películas, como el As time goes by
de Herman Hupfeld que se escucha en Casablanca , o Cantando
bajo la lluvia de Arthur Freed y Nacio Herb Brown. Este tipo de
repertorio quizá sea el que necesite menos divulgación, o ninguna, pues
quién no conoce esas canciones... Como asimismo todo el mundo habrá
escuchado el New York, New York de Fred Ebb y John Kander gracias
a las versiones de Frank Sinatra. Estas músicas no suponen ningún
descubrimiento, y el interés el disco está en la curiosidad de escucharlas
adaptadas a cuarteto vocal.
Donde el disco sí presenta más interés es donde descubre repertorio
desconocido, o sólo conocido a través de versiones "recicladas", pues en
esto de la música popular el reciclaje de los viejos temas es algo
habitual. Así, de una canción llamada Aura Lee, compuesta a
mediados del siglo XIX por George R. Poulton, es de donde Elvis Presley
sacó el tema de su famoso "Love me tender"; aquí podemos escuchar seguidas
la versión de Poulton y la de Elvis. Otro gran "éxito" del Barber Shop
Singing (y compuesta especialmente para cuarteto vocal) fue Yes, Sir,
That's My Baby, que a los telespectadores de cierta edad nos traerá
el horrible recuerdo de ver a Raffaella Carrá cantar esa misma melodía con
una letra qu decía algo como "Mamá, cómprame unas botas, que las tengo
rotas de tanto bailar" (Es de agradecer que en este caso sólo se haya
incluido la versión original).
Otras piezas que podríamos destacar de entre las 17 que componen el disco
serían: Sweet Adeline de Harry Armstrong (también original para
cuarteto vocal), que algunos conocerán porque la cantan los Hermanos Marx
en la película Monkey Business (en España, Pistoleros de agua
dulce), aunque la canción data originalmente de 1903; o
Alexander's Ragtime Band, el primer éxito importante (en 1911) de
Irving Berlin, más tarde autor de White Christmas, God bless
America y tantas canciones célebres. O también arreglos de éxitos de
los años 50 como el Sixteen Tons (Dieciséis toneladas) de Merle
Travis, escuchado en tantos anuncios de TV en versiones "deformadas", o
incluso un arreglo del "Summertime" de la ópera Porgy and Bess de
Gershwin.
En cuanto al trabajo de los "Investigators", pues me ha sorprendido
gratamente, para tratarse de un conjunto de aficionados, la gran
profesionalidad que demuestran. Se mueven entre un estilo de canto digamos
"clásico", con voces impostadas (lo habitual en las voces acompañantes) y
otro digamos más cercano al "music-hall" en la voz solista; le dan a la
música un cierto arie "repipi" que suena muy a siglo XIX, y sólo se les
podría pedir una afinación algo mejor (especialmente en el caso del bajo),
aunque entonces tendríamos ya un conjunto plenamente "profesional". En
todo caso, su escucha es un verdadero placer.
La toma de sonido en general es magnífica, con algunos defectillos que
denotan el no haberse hecho del todo "profesionalmente": por ejemplo al
final de Sixteen Tons, una vez que el sonido se ha extinguido
vuelve un breve "eco". Pero no suponen ningún problema para el disfrute de
este disco. Un aspecto negativo de la presentación, al estar hecha con
medios "artesanales", es que no incluya ninguna información sobre lo que
es el "Barber Shop Singing" y su historia.
En resumen, podemos decir que quien se acerque a este repertorio de "Barber
Shop Singing" encontrará lo que se canta en el estribillo de la última
pieza incluida. La pieza es El Menú de Carl Zöllner, la única en
español en todo el disco, con la parece que se quiera tender puentes hacia
el repertorio tradicional de las tunas. Y su estribillo dice: "Buen menú,
buen menú, buen menú, señor".
REFERENCIAS:
"INVESTIGATORS"
(CD de producción privada).
Distribuidor: Nicolás de las Peñas.
e-mail:
nico.penas@teleline.es
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