Revista mensual de publicación en Internet
Número 50º - Marzo 2.004


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Recursos didácticos para la expresión musical en Educación Infantil

Por Cristina Isabel Gallego García. Lee su curriculum. 

Cuando hablamos de materiales curriculares, recursos didácticos... nos estamos refiriendo a instrumentos, medios que proporcionan orientaciones y criterios para dar soluciones a situaciones concretas del proceso de enseñanza – aprendizaje. En este artículo voy a limitar su significación: me centraré en materiales didácticos, recursos instrumentales y personales más importantes para trabajar la expresión musical en Educación Infantil.

Según Zabala (La práctica educativa. Cómo enseñar. Graó. Barcelona. 1995) cuando seleccionamos recursos, además de su calidad objetiva, tenemos que ver si sus características específicas están en consonancia con determinados aspectos como los objetivos que nos proponemos, los contenidos, las características de nuestros alumnos y del contexto... 

Los recursos didácticos para la expresión musical en Educación Infantil los podríamos clasificar en:

v            Recursos didácticos musicales: el pulso o tiempo de los compases (en esta etapa los compases serán simples), el acento o tiempos fuertes en cada uno de los compases, la repetición sucesiva de los ritmos y las melodías, el eco  o repetición exacta de lo escuchado, los parámetros del sonido (timbre, intensidad, duración, altura)...

v            Recursos didácticos extramusicales. Son los distintos contextos o situaciones de comunicación que empleamos en las actividades musicales, como:  los cuentos, las representaciones plásticas, las dramatizaciones, la prensa,  las revistas, las poesías, las acciones o escenas de la vida cotidiana, los medios de comunicación audiovisual...  

Dentro de la educación musical un recurso didáctico muy empleado es la imitación. Cuando interpretamos una canción, hacemos un juego rítmico, instrumental o de movimiento, el niño observa lo que hacemos y nos imita, por ello es muy importante cuidar los modelos que le ofrecemos.

El espacio donde se desarrollan las actividades, los agrupamientos y el tiempo también podemos considerarlos recursos fundamentales. Como la expresión musical se trabaja de forma globalizada en esta etapa, no debemos realizar cambios en la estructura de nuestra clase, pero sí podemos hacer talleres musicales, crear un rincón de la música con cancioneros, libros, instrumentos, soportes audiovisuales...

Los medios de comunicación audiovisual resultan ideales para enseñar la separación de los sonidos y perfeccionar el sentido del ritmo. Podemos seleccionar piezas musicales que resulten atractivas para los niños, grabarlas en cintas y escucharlas posteriormente. Estas cintas de vídeo nos servirán para hacer actividades de coordinación de la imagen y el sonido producido...

 El ritmo asociado a la acción y el movimiento del niño, el manejo de instrumentos propios de las primeras edades, el cultivo de la atención, la discriminación auditiva y el canto constituyen los ejes fundamentales del lenguaje musical. Para que éste influya de forma decisiva en el desarrollo del niño será preciso proporcionarle aquellos materiales que favorezcan su expresividad y creatividad.

Los instrumentos musicales son un medio ideal para que el niño sienta y exprese al mismo tiempo sus posibilidades de movimiento interno y externo. Pueden ser de madera (claves, cajas chinas...), metal (sonajas, crótalos, campanillas, triángulos), piel o membrana (pandero de mano, panderetas), láminas (xilófonos, carillones, metalófonos)... Podemos utilizarlos para acompañar el movimiento, la danza, la voz, ejercitar las habilidades motrices en  la coordinación y la independencia de movimientos, fomentar el entendimiento de estructuras sonoras (bien rítmicas o melódicas) y del lenguaje musical, disfrutar de la alegría de hacer música y de expresarse por medio de sonidos y ritmos, etc.

Como comentaba en mi artículo “Construir instrumentos musicales en Educación Infantil y Primaria” (Filomusica nº 46 - Noviembre 2.003) una manera para que el niño participe activamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje es construir los propios materiales que va a utilizar. En la educación musical, podemos construir instrumentos musicales con materiales de desecho. La imagen que presento en este artículo es una orquesta de instrumentos reciclados que construimos en nuestra ecoescuela.

 Siguiendo a Parcerisa, A. (Materiales curriculares. Cómo elaborarlos, seleccionarlos y usarlos Graó. Barcelona. 1996) algunos elementos a tener en cuenta para elaborar los propios materiales son:  coherencia con el proyecto curricular del centro, las finalidades educativas, la adecuación al contexto, el rigor científico, la reflexión sobre los valores que reflejan, la evaluación de su uso...

La exploración de materiales de desecho permite un trabajo de información y de imaginación sobre los fenómenos fundamentales de la producción sonora. El cristal, la madera, la arcilla, los metales, el papel e infinidad de materiales se pueden convertir en vehículos de comunicación rítmica y sonora.

A los niños se les debe permitir que observen y hagan sus primeros ensayos con todo el material sonoro del que dispongan. Los más pequeños no se contentan con mirar los objetos, sino que necesitan manipularlos y descubrir por ellos mismos las distintas sonoridades que pueden conseguir.  Debemos tener tiempo, paciencia... para favorecer que el niño tantee, descubra, elija. Por medio de propuestas didácticas les conduciremos a buscar nuevas sonoridades.

Tanto las familias como cualquier persona de la institución escolar o del entorno nos puede aportar mucha información sobre canciones, danzas... favoreciendo la educación musical en los distintos contextos que rodean al niño (familiar, escolar, social...). Como afirma Giraud “El arte debería impregnar todos los aspectos de la vida, porque es el estimulante más poderoso espiritual e intelectualmente”.

Esta enseñanza no se debe ceñir a la comunidad educativa, sino abarcar al conjunto de la sociedad porque una educación musical de más calidad contribuirá a formar personas mejor preparadas, con mayores posibilidades para su desarrollo personal y profesional, capaces de participar en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.