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Número 50º - Marzo 2.004


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LOS ÚLTIMOS AÑOS VIENESES DE KNAPPERTSBUSCH (1)
 

Por Angel Riego Cue. Lee su Curriculum.

          

Dentro de la discografía de registros "en vivo" del director Hans Knappertsbusch (1888-1965), que en la última década ha conocido un auge de nuevas publicaciones realmente fuera de lo común, la parcela más descuidada por las ediciones "oficiales" seguramente será la de las grabaciones de sus últimos años con la Filarmónica de Viena. Lo que no tiene mucho sentido, porque en su lugar sí se han editado con mayor esmero grabaciones con orquestas de menor nivel o, en el caso de orquestas comparables a la vienesa (por ejemplo, la Filarmónica de Berlín), siempre de fechas más antiguas, y por tanto con sonido menos bueno del que podría obtenerse en caso de recurrir a las tomas de Viena; recordemos que "Kna" no volvió a dirigir a los berlineses desde 1956, posiblemente vetado por Karajan, mientras que con los vieneses hay grabaciones de los primeros 60, hasta la última de 1964.

Un ejemplo son las dos colosales sinfonías que se nos presentan en esta edición: la Tercera, "Heroica", de Beethoven, puerta de entrada al Romanticismo, y la Octava de Bruckner, una "catedral sinfónica" que para Knappertsbusch era el equivalente de Parsifal entre las sinfonías. Se da la circunstancia de que "Kna", a pesar de estar considerado el director wagneriano por excelencia, y más concretamente el director de "Parsifal", consideraba a Beethoven y Bruckner al lado de Wagner como "los tres indiscutibles ante los que no era admisible ninguna crítica".

De la "Heroica" existen cuatro tomas por Knappertsbusch, una de 1943 en estudio con la Filarmónica de Berlín, y tres en vivo con las Filarmónicas de Bremen (1951), Munich (1953) y Viena (1962); como hemos dicho antes, esta última parecería la más interesante para ser editada; pues bien, es al contrario, las tres primeras pueden encontrarse en ediciones oficiales en el sello Tahra, pero la vienesa de 1962, no. Igualmente, de la Octava de Bruckner han aparecido hasta la fecha cinco registros de Knappertsbusch, uno en estudio de 1963 para Westminster (reeditado por DG) con la Filarmónica de Munich, y cuatro en vivo con las orquestas Filarmónica de Berlín (1951), de la Ópera de Baviera (1955), Filarmónica de Viena (1961) y Filarmónica de Munich (1963, en días cercanos a su grabación en estudio). Nuevamente son las dos últimas las que siguen sin edición oficial, que sí han tenido las dos más antiguas (en Tahra y Orfeo, respectivamente).

Pero no hay problema: si ningún sello "oficial" se anima a publicar estos tesoros ocultos, su labor la hará en su lugar el mundo de las llamadas "ediciones privadas". Y he aquí que el sello Living Stage, a lo que parece radicado en Eslovenia, nos presenta la "Heroica" de 1962 y la Octava bruckneriana de 1961 en un álbum doble; ambas circularon en un álbum triple del sello Memories, hoy inencontrable, y la obra de Bruckner estaba asimismo incluida en una caja de 7 CD's de Golden Melodram que recopilaba interpretaciones brucknerianas de nuestro director; como algunas de ellas sí han sido editadas oficialmente (la de 1949 o la de 1958), y dado el elevado precio de aquella caja, parece más recomendable hacerse con esta edición.

Sobre el Beethoven de Knappertsbusch ya hablamos hace dos meses al presentar otro doble CD de Living Stage; lo que encontramos en esta "Heroica" es un Beethoven de expresividad muy directa, fuertemente rítmico, nada "filosófico", casi podría decirse que "entra por los ojos" más que por los oídos; las entradas están muy marcadas, recalcadas por pausas previas que crean tensión en el oyente, y cuando por fin llega la entrada, lo hace con todo el ímpetu (que el director indica a la orquesta "reforzándolo" con algún taconazo sobre el podio, como en los clímax del primer movimiento). Pero, a pesar de "decirlo todo tan claro" no hay ni rastro de vulgaridad ni de contundencia gratuita; la Filarmónica de Viena rinde al máximo, como en las grandes ocasiones, y parece imposible extraer más lirismo y contenido melódico a estas páginas.

El primer movimiento arranca con elegante parsimonia, "Kna" no se lanza a correr desde el principio (pues la grandeza requiere no tener prisa) pero sí va construyendo el discurso para que en su segunda mitad, el movimiento suene realmente "heroico", sin excluir un lirismo que le da una cierta nota "elegíaca" (quizás el recuerdo del héroe que ya no está entre nosotros). Una Marcha Fúnebre de expresividad muy directa, y un Scherzo de fuertes contrastes preparan el camino para un Finale donde todo vuelve a estar "nítidamente marcado", y que desemboca en una Coda realmente apoteósica; pocas veces se habrá hecho tanto honor al título de la obra, que rara vez suena verdaderamente "heroica" ni aun interpretada por grandes directores.

En suma, una versión que consigue "enganchar" al oyente al poco de comenzar, y una de las grandes "Heroicas" disponibles en la actualidad. Podrá preferirse la especial "mística" de Furtwängler o la precisión más "racional" de Klemperer, pero no cabe duda que Knappertsbusch se merece un puesto en el grupo de los grandes, donde además de los citados estarían maestros como Szell o Cluytens. Para colmo, la toma de sonido es realmente magnífica, y no hace echar en falta una edición oficial.

Las mismas parecidas cualidades de expresividad "teatral" sin renunciar al lirismo se pueden predicar del complemento del primer CD, la Obertura Leonora III, aunque en este caso hay que señalar el detalle pintoresco de que el famoso toque de trompeta (que anuncia la llegada del Ministro) es prácticamente inaudible.

La Octava de Bruckner de 1961 posee todas las cualidades esperables en una lectura de la "escuela germánica": la música suena "terrible" donde debe sonar así (como en la Coda del primer movimiento, y algo menos en la del 4º), no se pierde el carácter "recio", pero al mismo tiempo también hay lugar para el buen humor en el Scherzo, el lirismo tan "directo" del Adagio o para un Finale que se va ralentizando a medida que se acerca a la conclusión, dando la impresión de "música celestial".

El tempo en general es animado, nunca demasiado lento, y parece poner de manifiesto las raíces populares de esta música; el fraseo es muy sensual, sin caer nunca en lo empalagoso. Con todo ello la versión consigue no cansar nunca, hacerse muy asequible y conquistar al oyente por lo entrañable y "próxima" que suena, a pesar de que la ejecución de la orquesta no está carente de fallos (qué diferencia con el Celibidache de la última época, mucho más perfeccionista pero que exige más esfuerzo en una escucha completa ininterrumpida, lo que espanta a tantos oyentes).

Una interpretación, pues, superior a la del propio Knappertsbusch en estudio con la Filarmónica de Munich, y que no desplazará, si se quiere, a otras versiones de referencia de esta obra, como Furtwängler-1944 o Jochum-1949 (con la Filarmónica de Hamburgo esta última), pero que posee un nivel indudable y es distinta a todas ellas, y por ello merece un lugar de honor en cualquier discoteca bruckneriana. Eso sí, aquí el sonido es "manifiestamente mejorable" para ser una toma de 1961.

En un próximo número de Filomúsica continuaremos hablando de los últimos años vieneses de "Kna".

REFEERENCIAS:

"The Late recordings, vol. 1"
BEETHOVEN: Sinfonía nº 3 "Heroica", Obertura Leonora III (grab. abril de 1962)
BRUCKNER: Sinfonía nº 8 (grab. octubre de 1961)
Orquesta Filarmónica de Viena
director: Hans Knappertsbusch
LIVING STAGE LS 4035148 (2 CD's)

Distribuidor en España: LRMUSIC
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