|
LA CIUDAD INTERIOR DE KORNGOLD
Por
Paco
Bocanegra
La
ciudad muerta (Die tote Stadt) de E. W. Korngold ha sido una
ópera maldita que, a pesar del éxito apoteósico de su estreno en Hamburgo
y Colonia en 1920 y el interés mostrado por el público en las sucesivas
reposiciones, no ha llegado a imponerse de manera estable en el repertorio
de los teatros.
La ópera tiene como centro a Paul, un viudo que vive obsesionado con el
recuerdo de su esposa Marie, de la que ha erigido un altar con sus
recuerdos. Un día conoce a Marietta, una bailarina de gran parecido físico
a Marie, la cual logra seducirlo. Pero cuando la artista se marcha a un
ensayo Paul entra en un delirio en el que regresa a Brujas. Es "la ciudad
muerta" de su pasado y su antiguo amor, por la desfilan todas sus
fantasías mezcladas con una apasionada relación con Marietta, a quien
estrangula cuando esta osa "profanar" el recuerdo de su mujer al comenzar
una danza con una trenza de Marie en torno al cuello. Al desaparecer la
ensoñación regresa la verdadera Marietta, pero Paul, sintiéndose liberado
de su pasado, la abandona.
Obra de un compositor superdotado y precoz, educado en la élite musical y
cultural de su época, La ciudad muerta plasma con enorme
inspiración las inquietudes estéticas del momento, desde el expresionismo
al simbolismo, cierto neorromanticismo y alusiones a la entonces reciente
teoría psicoanalítica. La atmósfera irreal, entre el sueño y la realidad,
viene sugerida con el gesto intenso de un talento prolífico y apasionado
como era el de Korngold mediante una textura de exhuberante cromatismo y
heterogeneidad, atravesada constantemente por una sensualidad morbosa.
La grabación, editada en primicia en soporte digital por Walhall, data de
1952 en la ciudad de Munich. Fritz Lehmann, al frente de unos competentes
coro y orquesta de la Bayerischen Rundfunks, consigue moldear con
convicción esta rica textura no sólo mediante un preciosismo instrumental
notable, sino que somete este, sin manierismos, a una estructura narrativa
fundamentalmente sólida de puntuales trazos debidamente espasmódicos,
donde la tensión latente del alma atormentada de Paul reaparece una y otra
vez.
El reparto vocal, de buenos secundarios pero presidido la mayor parte del
tiempo por la pareja protagonista, suscita la nostalgia de una época
dorada de las voces del ámbito de lengua alemana, heredera directa de una
escuela floreciente a principios del siglo XX y de la cual no resta hoy
día sino el recuerdo. Maud Cunitz, en el doble papel de Marietta/Marie, es
una carismática soprano de medios no excepcionales, con timbre un poco
acídulo y de entonación por momentos dudosa, pero el suyo es un ejemplo de
interpretación perfectamente válido y estilísticamente impecable, por no
decir eximio en cuanto a capacidad de comunicación neurótica del fantasma
de Marie y el carácter sibilino y sensual de Marietta, un rol que cuenta
con la célebre balada "Glück, das mir verblieb". Paul es Karl Friedrich,
un tenor algo más tosco en comparación con la personalidad de Maud, pero
de una solvencia y aciertos hoy en día inusuales. Una referencia muy
recomendable para la escasa discografía de tan interesante e inquietante
ópera.
REFEERENCIAS:
KORNGOLD: La ciudad muerta
Maud Cunitz (Marietta), Karl Friedrich (Paul), Benno Kusche (Frank),
Lilian Benningsen (Birgitta), Hans Braun (Fritz), Margot Guilleaume (Juliette),
Eleonor Junker (Lucienne), Richard Holm (Victorin/Gaston), Josef Traxel
(Conde Albert)
Coro y Orquesta de la Ópera Estatal de Baviera
Director: Fritz Lehmann
Grabación en vivo, 1952, Munich
WALHALL WLCD 0004 (2 CD's)
Distribuidor en España: LRMUSIC
Página web:
www.lrmusic.net
e-mail:
lrmusic@lrmusic.net
|