Zdenko Silvela: historiador del violín

Entrevista realizada por Daniel López Fidalgo (Madrid, Grupo Scialoja-Branca).

           El violín como instrumento generador de las más bellas pasiones, ha sido objeto de los más variados estudios a lo largo de la historia, casi siempre a la orilla del compendio, del tratado o del método. Tan compleja realidad constituye la base para que el estudiante comience a abrirse camino desde la técnica, pero como observó Heifetz, -tocar el violín es impregnarse de su historia-.

           Los modernos pedagogos tratan de compaginar el adiestramiento técnico de los músculos, con el conocimiento histórico del instrumento, a fin de que el alumno pueda impregnarse de la evolución  para interiorizar así su técnica, al tiempo que se hace posible comprender el porqué de consejos, quizás ininteligibles sin el peso de la historia.

           El catedrático Juan Valentín Oña, durante algún tiempo profesor del Conservatorio de Viena, actualmente asesor musical en Sydney, nos comenta la importancia histórica en el aprendizaje de cualquier instrumento y su olvido en los métodos. “Es importante-nos refiere el emérito profesor- que el alumno conozca la esencia de su instrumento, y a ésta sólo se llega desde la historia”

           En el ámbito de la literatura musical nuestro país ha evolucionado afortunadamente a buen ritmo en los últimos tiempos. Es posible encontrar tratados y traducciones que hasta hace poco había que encargar al extranjero. Buena prueba son los trabajos de Jean y Briggite Massin, y del personaje que nos ocupa: Zdenko Silvela.

          Desconocido tal vez por buena parte del público la figura de Silvela -lamentablemente ya fallecido- se erige como uno de los más importantes estudiosos del violín y su historia en nuestro país. Con frecuencia debemos grandes obras sobre música a personas que no se iniciaron en ella hasta la edad adulta. Es conocido el caso de Koechel, jurista que alterna las leyes con la música, cuya catalogación nos hace más fácil la ingente producción mozartiana. Silvela es el ejemplo de la pasión musical desbordada, que se plasma en su maravillosa obra en la que con precisión matemática se analizan los pormenores de la evolución del instrumento del diablo.

         Silvela, que nació en Madrid en 1937, dedicó buena parte de su vida a indagar sobre los más remotos orígenes del violín y de todos y cada uno de los maestros que elevaron el instrumento. Recorrió incansable los más remotos rincones para construir una obra arquitectónica, casi de faraones, y en su búsqueda incansable encontró manuscritos legendarios, como los que Kreisler envió a Massart, así como realizó una síntesis hermosa, al tiempo que prolija, sobre las genealogías de los grandes instrumentos que pertenecieron a cada maestro y sus apasionantes historias de compras, cesiones...

         “En la historia del violín se encuentra buena parte de la historia de la humanidad si entendemos el arte como espejo de la sociedad. Su evolución tanto en la técnica como en la concepción musical pueden ser paralelas a las situaciones sociales vividas por el instrumento desde su implantación hasta nuestros días, y ése es , a mi entender, uno de los grandes valores de la obra de Silvela”- Nos refiere el profesor Valentín Oña.

        Zdenko Silvela no se contentó con estudiar la historia y las escuelas que han forjado a sangre y fuego luchas virulentas de los adeptos a unas u otras, sino que consagró su vida a entender la magia de un instrumento que parece diseñado por un ser superior. En su constante tarea de estudioso, erudito al fin, al leer su magna obra tomamos conciencia de que la erudición, con demasiada frecuencia no se anuncia, y pasa de puntillas, pero hoy tratamos de hacer justicia y recordar su legado.