GOEBEL VUELVE A BIBER

Por Ignacio Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum. 

Este año se cumplen 300 años de la muerte de Heinrich Ignaz Franz von Biber (1644-1704) y Reinhard Goebel y Archiv lo celebran con la grabación de una partitura que, según el propio músico afirma, le ha fascinado desde su juventud. Se trata de las siete partitas publicadas póstumamente en 1712 bajo el nombre de Harmonia artificioso-ariosa (in) diversi mode accordata, una de las obras más exigentes y efectistas de Biber que representa un auténtico tour de force para los los dos violines solistas. Charles Burney decía a finales del XVIII: “De todos los intérpretes de violín del último siglo, Biber parece haber sido el mejor y sus solos son los más difíciles y llenos de gracia que puedan encontrarse en cualquier música del mismo período que yo haya visto". 

Cada suite de la Harmonia Artifcioso-ariosa hace uso de la scordatura (afinación desigual) y está prevista para dos solistas y continuo (en esta grabación sólo cello -que a veces acapara excesivo protagonismo- y clave). Cuatro de las partitas son para dos violines, una para dos violines piccolos, otra para violín y viola y la última, para dos violas d’amore. 

A pesar de tratarse de partituras de gran despliegue pirotécnico, MAK no se queda en el mero virtuosismo sino que su enfoque es reposado y sereno ayudado por una elección de tempi más bien pausados. Ya se sabe que con la edad llega la calma. Otro aspecto que llama la atención es la claridad y suntuosidad del sonido de los instrumentos, sin embarullamientos, con una línea depurada y una entonación perfecta. La proximidad de los micrófonos en esta nueva grabación nos permite disfrutar del mejor sonido de Reinhard Goebel y Stephan Schardt. 

La jovialidad y el humor se dejan ver en lugares como el “Balletto” de la Partia III con unos golpes de arco magistrales. En los movimientos lentos, los violines son suaves y acariciantes y las ornamentaciones deliciosas. En la Partia VII, quizás la más famosa por su impresionante “Arieta variata”, los músicos dan lo mejor de sí mismos con una interpretación de gran madurez, percepción y ejemplar coordinación ayudados por una toma sonora deslumbrante. Es de destacar aquí el continuo del solitario clave de Léon Berben, de bellísimo sonido (Berben usa hasta tres claves a lo largo de la grabación).

El denominado en su día el “Ayatollah” de la música antigua (¡qué lejos nos transporta ese nombre!) sigue reinando en este competitivo mundillo tan abierto hoy. Puede haber decisiones suyas que gusten más o menos como la elección de un continuo de sólo dos instrumentos que Goebel justifica en las notas al libreto pero su trabajo es serio, riguroso y de primer nivel, como no podía ser de otro modo. Además, el Goebel solista, digan lo que digan algunos, está impresionante en, por ejemplo, la “Ciacona” de la Partia III. 

Otras versiones como la extraordinaria de The Rare Fruits Council (ahora en Naïve) con Manfredo Kraemer -un ex-MAK- y Pablo Valetti, aportan un continuo más florido y un enfoque más atrevido e imaginativo. El aficionado sin prejuicios disfrutará de ambas y así verá la obra desde otra perspectiva. Y es que la música no es una competición deportiva donde hay un podio de tres cajones sino Arte, que se puede (y seguramente se debe) recrear de diferente manera siempre que se haga con dominio técnico, talento y honestidad. MAK y Biber han sido un binomio inseparable a lo largo de todos estos años y este nuevo disco nos lo confirma una vez más. Disfrútenlo, pues, en su aniversario.

 

REFERENCIAS:

H. I. F. VON BIBER: Harmonia artificiosa-ariosa. Musica Antiqua Köln: Reinhard Goebel, Stephan Schardt (violin, violín piccolo, viola d 'amore), Karlheinz Steeb (viola), Klaus-Dieter Brandt (cello), Léon Berben (clave). ARCHIV 474 965-2. 2 CDs.

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