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ÚLTIMAS SONATAS DE SCARLATTI
Por
Ignacio Deleyto Alcalá.
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Curriculum.
El ingente corpus de
Scarlatti para el clave, nada más y nada menos que 555 sonatas, hace
necesaria una difícil discriminación a la hora de confeccionar un recital
que busque presentar una buena muestra de su obra. Gran parte de los
programas tratan de ofrecer la mayor variedad posible haciendo un
recorrido que combina obras de juventud y madurez.
La esencia de la
composición scarlattiana se traduce en pasión y brillantez, arrebatos
virtuosísticos, velocidad de vértigo, cruce de manos; también humor,
ritmos populares, galantería y contagiosas melodías en las que hay lugar
para todo desde la alegría hasta la más abrumadora melancolía.
Para su primer recital Scarlatti, Fabio Bonizzoni ha elegido las doce
últimas sonatas del italiano a las que ha añadido la juvenil K 87 por sus
paralelismos con las anteriores. Estamos, por tanto, ante obras de madurez
donde se recoge todo el poso de una vida dedicada al instrumento. Según el
propio intérprete: “Música bellísima, alejada del estereotipo que para mí
representaba la producción de Scarlatti. Una música mucho más profunda,
más vívida, más introspectiva [...] donde pueden encontrarse sus
verdaderas obras maestras”.
El recital posee las cualidades necesarias para gustar. El instrumento,
modelo de un Bartholomaeus Stephanini de fines del siglo XVII, muestra
unos resonantes graves y un agudo algo apagado y, de igual modo que la
toma sonora, se integra perfectamente en el concepto interpretativo del
intérprete: sosiego e interiorización. Fabio Bonizzoni tiene técnica,
fluidez y exquisitez. Con unos tempi más bien reposados, nunca carga las
tintas y busca resaltar el lado más intimista del compositor. Es hábil con
las ornamentaciones y no suele buscar con ellas desaforados efectos sino
integrarlas en la propia línea melódica de la pieza. En realidad, la
interpretación es ordenada, circular, delicada y alejada de pasiones.
A pesar de las bondades de este disco seguimos prefiriendo las clásicas
lecturas de Scott Ross que van mucho más allá y reportan al oyente una
satisfacción mayor*. No sólo por ese inconfundible pulso rítmico sino por
la naturalidad y musicalidad que hace que las partituras remonten el vuelo
de una manera especial. Sólo hay que comparar, por ejemplo, la Sonata
en Fa mayor K 541 para ver como Ross con un tempo más ligero y una
flexibilidad mayor capta mejor el espíritu de la música de Scarlatti. Lo
mismo ocurre con la Sonata en Re menor K 552 donde ambos músicos
eligen caminos tan diferentes que no parece la misma obra lo cual a priori
es positivo por la variedad de enfoque que aportan. Bonizzoni marca un
tempo mucho más lento e incluye repeticiones con lo que su versión dura
más del doble que la de Ross. El resultado es que la lectura de Bonizzoni
aunque bella transforma (¿traiciona?) el espíritu de la pieza. Ross, por
su parte, con un fraseo perfecto, disciplina rítmica y su habitual
derroche de musicalidad (¡cómo cantan sus dedos!) es, en nuestra opinión,
más fiel al universo sonoro de Scarlatti.
La elegante presentación con una introducción del propio Bonizzoni y un
entretenido artículo de Stefano Russomano está a la altura habitual de
Glossa que siempre incluye el español en sus libretos además de los
idiomas habituales. Recomendable.
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*El pasado 13 de Junio se cumplían quince años de la desaparición del
músico americano en su casa de Assas, cerca de Montpellier (Francia) tras
una larga enfermedad. Su grabación para ERATO de las 555 sonatas -llevada
a cabo en intensas sesiones de grabación que duraron poco más de un año-
sigue siendo hoy día uno de los grandes hitos discográficos.
REFERENCIAS:
D. SCARLATTI: Las
últimas sonatas para clave: K 550, K 551, K 546, K 547, K 507, K 508,
K 540, K 541, K 552, K 553, K 542, K 543, K 545, K 546 & K 87.
Fabio Bonizzoni, clave. GLOSSA GCD P31507.
Distribuidor en
España: DIVERDI
E-mail: diverdi@diverdi.com
Página web: www.diverdi.com
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