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En memoria de Félix “El Loco” Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum.
El Loco. Música de Manuel de Falla, Mauricio Sotelo y Juan Manuel Cañizares. Coreografía: Javier Latorre. Idea Original, libreto y dirección de escena: Francisco Torres. Ballet Nacional de España. Director Artístico: José Antonio. Primeros bailarines: Esther Jurado, Óscar Jiménez, Francisco J. Velasco. Solistas: Cristina Gómez, Tamara López, Penélope Sánchez, Mariano Bernal, Jesús Cródoba, Alberto Ferrero, Jesús Florencio, Sergio García. Orquesta Titular del Teatro Real. Director: Josep Pons. Teatro Real, 6 al 12 de septiembre de 2004. El Teatro Real de Madrid ha inaugurado su temporada con el estreno de un ballet de Javier Latorre, a cargo del Ballet Nacional de España. La pieza, con libreto y dirección de escena de Francisco Torres, está inspirada en la vida del bailaor Félix Fernández García (Sevilla 1893 – Epson, Gran Bretaña, 1941), cuya trayectoria terminó en un psiquiátrico y que inevitablemente nos recuerda la de Nijinsky. Precisamente hace una año, el Teatro Real se abrió con el homenaje de John Neumeier a Vaslav Nijinsky. Las comparaciones se hicieron inevitables. La propuesta del Ballet Nacional de España ha sido arriesgada y el resultado inconexo. La compañía cuenta con bailarines magníficos que destacan en sus solos. Sobresalen y triunfan en la escena del café cantante que, a modo de tablao, derrochó buen arte flamenco, especialidad del maestro Latorre. Sin embargo, el resto de las escenas no cuajaron por distintos motivos: en algunos casos por la frustrada superposición del flamenco con otros lenguajes y estilos coreográficos, un reto que no fue superado; en otros casos por la pobre interpretación dramática, cuya calidad estuvo muy por debajo de la danza; a veces por ciertas soluciones escénicas poco claras o feas; por problemas de equilibrio sonoro; y también por la yuxtaposición musical de compositores y obras heterogéneas, como Mauricio Sotelo, Juan Manuel Cañizares y Manuel de Falla. Resulta muy difícil establecer un diálogo que pueda estar a la altura de El sombrero de tres picos, como aquí se pretendió, sin quedar eclipsado. Lo más interesante ha sido recuperar para la memoria colectiva la figura de Félix “El Loco”, cuya fugaz colaboración con Diaghilev y Massine entre 1917 y 1919 terminó a causa de su precoz enfermedad mental, que le llevó a terminar sus días en un manicomio en Gran Bretaña. El Ballet Nacional siempre ha promovido creaciones de danza española, y en algunos casos con enorme éxito. Su misión es arriesgada y difícil, más aún cuando se trata de combinar la tradición con la innovación. En “El Loco” es la parte tradicional la que más a brillado, mientras que los capítulos innovadores no han llegado a fraguar, sobre todo porque la integración de ambas líneas no se ha llegado a resultar plenamente satisfactoria. Aún así estamos ante un espectáculo realizado con rigor, profesionalidad y perspectiva, que ha merecido aplausos y reconocimiento.
(Fotografía de Javier del Real)
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