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Savall en directo Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. Oficio de Navidad. Narcís Casanoves y su tiempo (1750-1800). Escolanía de Montserrat. Director: Joaquim Piqué Calvo. Capella Reial de Catalunya, Les Concerts des Nations. Solistas: Arianna Savall, Judit Scherrer-Kleber, Pascal Bertin, Lluís Villamajó, Hugo Oliveira, Daniele Carnovich. Director: Jordi Savall. IX Ciclo “Los Siglos de Oro”. Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat, Madrid 10 de diciembre de 2004. Jordi Savall ha conquistado un merecido prestigio como artista, rescatador y difusor de músicas olvidadas. Sus grabaciones le han hecho mundialmente famoso y sus actuaciones despiertan interés. A pesar del éxito, sigue siendo un artista inconformista que busca nuevos retos. Las pasadas Navidades ha ofrecido en Madrid un Oficio de Navidad, obra del monje, organista y del maestro montserratino del siglo XVIII Narcís Casanoves, en la Iglesia madrileña de Nuestra Señora de Montserrat, hermana del monasterio catalán. Gracias a esta convocatoria, hemos podido escuchar en Madrid a la Escolanía de Montserrat, una de las mejores, superviviente que conserva la vieja tradición de los niños cantores. Sus intervenciones fueron lo más sobresaliente de un concierto en el que también intervinieron La Capella Reial de Catalunya y Les Concerts des Nations bajo las órdenes de Savall, junto a un nutrido grupo de solistas. La obra de Casanoves era correcta, con más interés para el curioso que valor artístico para el melómano. Los responsorios se hacían un poco reiterativos y el lenguaje hacía uso de las convenciones de su época sin mayores pretensiones. La conjunción de tantos intérpretes no estuvo lograda. Hubo desajustes y problemas desde que, al principio, la orquesta tocó una sinfonía de Boccherini a modo de introducción con cierta desgana. Las voces solistas, de niños y adultos, fueron muy interesantes, aunque enormemente heterogéneas en volumen y en sus distintos enfoques interpretativos. Arianna Savall sobresalió por la dulzura y originalidad de su canto, la soprano por su fuerza, el tenor por su brillo y el alto por su fraseo. A esta convocatoria, que fue un éxito de asistencia, acudieron muchos admiradores de Savall. Los aplausos así lo testimoniaron y arrancaron un par de bises para terminar con una sorprendente versión del Cant dels ocells. En conclusión, pudimos corroborar, una vez más, que el trabajo discográfico de Savall supera con creces sus actuaciones en directo como director. |