Niños en el Teatro Real

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

El Jazz: un viaje musical sin billete. Obras de George Gershwin, Igor Stravinsky, Claude Debussy y Leonard Bernstein. Orquesta-Escuela de la Orquesta Sinfónica de Madrid. Director musical: Wolfgang Izquierdo. Baile de claqué: Fernanda Pardo y Nacho Bergareche. Percusión africana: Babacar Dieng. Coordinador: José Antonio Montaño. Presentador y director pedagógico: Polo Vallejo. Teatro Real, Madrid, 2 al 6 de marzo de 2005.

El Teatro Real organiza regularmente actividades para colegios y conciertos para niños para colegios o para familias. El Real tiene que hacer un cierto esfuerzo para romper su aureola de elitismo, y acercarse a nuevos públicos. Obedeciendo a esta línea de actuación, en marzo ha ofrecido unos conciertos de la Orquesta-Escuela de la Orquesta Sinfónica de Madrid, Titular del Teatro Real, anunciados como El jazz: Un viaje musical sin billete, concebidos y presentados por Polo Vallejo. Vallejo es un músico sensible y polifacético que, entre otras actividades, suele organizar y presentar conciertos para niños. La tarea no es sencilla, y menos aún en una sala de las enormes proporciones que tiene el Teatro Real. Sin embargo, Polo consigue crear, con su elegante informalidad, un clima de intimidad y confianza. El hilo conductor de este concierto era el jazz, pasando por la música africana, para mostrar su huella e influencia en obras sinfónicas de compositores como George Gershwin, Igor Stranvisnky, Claude Debussy o Leonard Bernstein. Junto a los jóvenes profesores de la orquesta, dirigida por Wolfgang Izquierdo, desfilaron un tamborilero africano, dos bailarines de claqué y una cantante, cuyas intervenciones dieron variedad al concierto, incorporando alguna nota teatral. El presentador controló sutilmente a las hordas infantiles que inundaron el patio de butacas y consiguió que la música protagonizara el evento. La formación de futuros aficionados es algo que las instituciones oficiales no pueden descuidar. Este trabajo es una buena iniciativa, incluso sobresaliente en comparación con algunas aberraciones musicales que, a veces, perpetran otras instituciones en nombre de los niños. Por fortuna, cada vez hay más propuestas para ver, oír y comparar.