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NUEVA ETAPA
Por
Rubén Flórez
Bande.
Mariss Jansons se
ha hecho cargo esta temporada que ya toca su fin (2004-2005) de la
Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, ocupando el sexto puesto entre
sus titulares. El maestro letón tiene ya entre sus obligaciones dos de las
orquestas más punteras de Europa (¿y del mundo?), la holandesa y desde la
temporada pasada la Orquesta de la Radio de Baviera. ¿Quién le iba a decir
hace 10 años (o más) que iba a ser uno de los directores más destacados de
su generación? Seguramente, mientras pasaba las temporadas en Oslo ni
siquiera se lo planteó, pero es que el trabajo bien hecho casi siempre se
acaba recompensando. ¿Quién se acordaría en la "Era Karajan" de un
director con las características de Jansons para una de estas
titularidades? Seguramente, nadie.
Hoy en día ya no hay "grandes" figuras de la batuta (aunque haya muchos
que lo pretendan) y los "directores estrella", como se está viendo, se
acaban "estrellando"; los "segundones" o "provincianos", como es el caso
de Jansons trabajando años y años en la sombra, son quienes acaban
ostentando estas titularidades. No por su técnica deslumbrante en unos
casos, no por sus resultados en otros casos, no por los discos que venda
en muchos casos... sino por eso, por el trabajo constante. En otra época,
Jansons, y muchos como él, no hubieran pasado de eso, de una segunda fila,
y hoy en día se ven como titulares de grandes orquestas. ¿Se imaginan a
Wand como titular de la Filarmónica de Berlín?... mejor no hacer
música-ficción.
Si Jansons debuta con Amsterdam, también ambos, Amsterdam y Jansons,
debutan en un sello nuevo, el propio sello de la orquesta, RCO Live,
siguiendo el ejemplo de otras "hermanas" como la Sinfónica de Londres o la
Sinfónica de San Francisco ("cuando las barbas de tu vecino veas
pelar..."). Este es el paso (o uno de los pasos) que les queda a la gran
mayoría de las grandes orquestas, crear un sello propio. Otro paso podría
ser "bajarse los pantalones" ante los sellos pequeños, y aceptar sus
condiciones ¿Se imaginan a la Filarmónica de Viena grabando para
NAXOS?...mejor, otra vez, no hacer música-ficción.
La calidad de este sello en cuanto a sonido y presentación, es
satisfactoria, pero sin entusiasmar. Por ejemplo, el sonido está más
conseguido que los de "LSO Live" aunque se podría pedir más. La
presentación de los discos está mucho más trabajada, todos editados en
Super Audio CD híbrido. Lo que no está conseguido en este primer
lanzamiento (Una vida de héroe y la Nuevo Mundo) es el
raquítico minutaje de los mismos, inferior a los 50 minutos, y esto en los
días que corren y al precio que están los discos parece algo (por no decir
mucho) pobre.
La obra que elige Jansons para debutar con orquesta y sello está dedicada
a la propia orquesta por Richard Strauss, la ya citada Una vida de
héroe. Jansons, ya se sabe, no es Mengelberg, para lo bueno y para lo
malo. La orquesta sí tiene una tradición interpretativa propia de la obra,
si bien Mengelberg ha sido de los pocos de captar en ella los tres temas
principales, como son: la parte heroica de la misma, la parte sensual y la
parte irónica. Estos tres temas Mengelberg los unía (a su manera) con una
maestría que por desgracia no ha vuelto a repetirse. Jansons intenta
empastarlo todo, y darle un toque más "amable". Prima más un hombre de
mundo, que un héroe romántico.
El arranque en sus manos no suena nada heroico, el protagonista ya viene
de vuelta de todo, todo lo contrario que Mengelberg y la misma orquesta
(Teldec), Reiner con Chicago (RCA), Carlos Kleiber con Viena (inédito en
CD hasta la fecha, pero que circula de forma "pirata") o la primera
aproximación de Karajan con Berlín (DG). En cambio, Jansons, como una de
sus características de siempre, intenta sacarle el mayor jugo a la
respuesta orquestal, y consigue hacer sonar a las cuerdas con una
sensualidad y un lirismo más propios del Strauss de El Caballero de la
Rosa.
El siguiente número, "Los enemigos de héroe", tiene ese toque
expresionista (como también hacía Reiner) que no queda del todo mal, quizá
demasiado cerca de los rusos del siglo XX. Esos toques crispados de la
madera y las melodías "sibilinas" de los instrumentos graves, dan ese
toque de "conspiración" de los críticos, "Los enemigos de Strauss".
"La compañera del héroe" peca de poco sensual y hedonista, más preocupado
por la línea melódica, más acorde con un tempo lento brahmsiano, que con
Strauss, primando más el lado lírico, que el diálogo dramático entre una
mujer y su compañero. Aun así, la concepción de Jansons tiene su interés,
por esta visión diferente, en las antípodas de un Böhm-Viena (DG,
aparecida en España sólo en una serie de fascículos) o un Kleiber. Loable
la labor del concertino Alexander Kerr, de una musicalidad envidiable.
En "La batalla" vuelven a resonar esos toques expresionistas que ya habían
aparecido en "Los enemigos", quizá esta parte vuelva a sonar otra vez a
los scherzos de Shostakovich o Prokofiev (por otra parte, especialidad del
director). Muy contundente y arrogante. Eso sí, consigue aquí uno de los
mejores momentos: donde es difícil que la orquesta se perciba en toda su
plenitud, Jansons consigue hacer perceptible todo, pese al volumen de la
partitura. La victoria del héroe, vuelve a sonar, como el primer
movimiento, a un héroe que ya sabía que iba a ganar.
"Las obras de paz" están tratadas con una delicadeza, que muchos tildarán
de "ñoñería" que durará toda la última parte de la obra, como si fuera un
continuo "diminuendo" de más de quince minutos. Aparecen otra vez los
temas de los enemigos y de la batalla. Pero aquí suenan como si el héroe
les diese de lado, ya nada le perturba, ya descansa en paz. Todo termina
en una profunda resignación. La orquesta parece que se diluye, hasta los
fortes "zarathustrianos" finales. Todo un logro en progresión, donde el
violín solista, la trompa y el corno inglés dialogan en una despedida que
ya toca su fin (un lujo de solistas, todo sea dicho)
Versión en definitiva, muy conseguida, dados los tiempos que corren, por
un director artesano, y una orquesta "con solera". No llega a eclipsar,
claro está (tampoco pienso que lo pretenda), a Mengelberg, Böhm, Kleiber,
Reiner, Krauss, Karajan... pero que en cuanto a versiones digitales sí
puede medirse con las mejores.
REFERENCIAS:
RICHARD STRAUSS: Una vida de héroe
Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam.
Dir: Mariss Jansons
RCO Live RCO 04005
(1 Super Audio CD, compatible con lectores estándar de CD)
Distribuidor en España: DIVERDI
E-mail:
diverdi@diverdi.com
Página web:
www.diverdi.com
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