Contrapuntos refrescantes

Huelgas Ensemble. Director: Paul van Nevel. Monográfico con obras Jean Richafort: canciones, motetes y Réquiem (in memoriam Josquin Desprez). XII Edición del Festival de Música Antigua de Aranjuez, Capilla de Palacio, Aranjuez, 29 de mayo de 2005.

El Huelgas Ensemble es un grupo legendario, respetado por la calidad de sus interpretaciones, siempre verosímiles y algo heterodoxas. Su director y fundador, Paul van Nevel, es un experto pero también es un intérprete que desborda fantasía y creatividad. Evidentemente, toda interpretación requiere esas cualidades, y aún más a medida que nos remontamos hacia el pasado. En este concierto del Festival de Música Antigua de Aranjuez, el Huelgas Ensemble interpretó obras de Jean Richafort (ca. 1480-1547), un reputado maestro de la primera mitad del siglo XVI, exponente de un estilo academicista lleno de alardes contrapuntísticos. Su música representa el estadio inmediatamente anterior a Palestrina, compositor que para muchos autores marca el inicio de la historia de la música moderna. El Richafort los acordes aún son accidentes, y las sonoridades están construidas sobre una ciencia arcana. Paul van Nevel y sus cantores iluminaron los intrincados juegos sonoros de los motetes, dieron transparencia a las canciones y alcanzaron la emoción en el fantástico Réquiem (in memorian Josquin Desprez). Aún así, el carácter monográfico amenazaba con teñir de monotonía el concierto. En su remedio, Nevel introdujo un elemento de amenidad visual y sorpresa acústica, organizando su coro en distintas distribuciones, ora mirando a un lado, ora a otro, dividido entre nave y balcón o puesto en el altar. Predominó el círculo cerrado, del cual obtuvo sonoridades bien empastadas aunque no tan nítidas como en la clásica disposición frontal que reservó para el final. Las voces eran todas limpias y afinadísimas, tendentes a la blancura. Todos los cantores siguieron con disciplina los gestos y las miradas de su director, ofreciendo unas versiones perfectas, sin perder cierto punto de frescura y originalidad, construyendo toda una arquitectura de contrapuntos perfectamente adecuada al espacio de la Capilla del Palacio.

Fotografía: Luk van Eeckhout