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ÍNTIMO ESPECTÁCULO CON LIEDER DE MAHLER Por Ovidi Cobacho Closa, Historiador del arte (Catalunya).
El inusual espacio del anfiteatro anatómico de la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya, de intimista elegancia y barniz decadentista, volvió a servir de escenario para una nueva producción del Festival d’Òpera de Butxaca, en esta ocasión un espectáculo concebido a partir de la dramatización de los últimos lieder de Mahler. Marc Rosich, que ya havia participado en producciones de anteriores ediciones del festival, ha construido un espectáculo para cuatro sopranos de distintas edades que vendrían a ser la metáfora recurrente del paso del tiempo y de las progresivas etapas o estaciones de la vida. Un discurso que, a pesar de comprender algunos momentos de lugares comunes y perdida de la tensión dramática, encuentra su mejor aliado en las conmovedoras canciones de Mahler y en el buen hacer general de los intérpretes. Muy destacable la profesora de canto de Maria Dolors Aldea, tanto en lo vocal como en lo escénico, así como también la impecable actuación de la pequeña Meritxell Argenté. Mónica Luezas lució un bellísimo instrumento y una expresividad en el canto que logró emocionar en más de una canción, mientras que la estudiante Joana Estebanell cumplió también en su papel. La puesta en escena, a pesar de los condicionantes espaciales de la sala, fue resuelta con habilidad y haciendo virtud de la economía de medios; David Casanovas al piano, francamente sensacional.
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