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Número 70º - Noviembre 2.005


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A HALFFTER NO HAY QUIEN LE ENTIENDA

Por Fernando López Vargas-Machuca. 

Sevilla, Teatro de la Maestranza. 2 de diciembre de 2005. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Pedro Halffter, director.

A Pedro Halffter, más concretamente, es a quien resulta difícil entender. Pues ya me dirán ustedes cómo se explica que tan sólo un mes después de hundir la Salomé con su tan voluntariosa como plomiza y equivocada dirección musical, haya ofrecido al frente de la propia Sinfónica de Sevilla una Segunda de Rachmaninov absolutamente memorable. Y no es ya que haya hecho sonar a la ROSS como en sus mejores días, y encima extrayendo un sonido de lo más adecuado al repertorio ruso, sino que además ha ofrecido una lectura sincera e intensa, perfectamente planificada y construida a lo largo de su hora larga de duración sin que la tensión decayera en ningún momento, y todo ello con una emoción a flor de piel en la que no había espacio alguno para la melifluidad o el decadentismo. Sin lugar a dudas lo mejor que le he escuchado a este señor, en vivo o a través de la radio, y demostración palpable de que en determinadas ocasiones el joven Halffter es capaz de ser un gran director. ¡Bravo!

Claro que en este quinto concierto de abono de la presente temporada hubo más, mucho más. Por ejemplo, la breve Ciacona de José María Sánchez Verdú, una obra que quizá no aporte nada especial en la trayectoria del compositor algecireño pero que vuelve a poner de relieve un excepcional dominio de la escritura orquestal, una elevada capacidad de fascinación y una personalidad  musical tan poderosa como fascinante. De ella Pedro Halffter, que la estrenó al frente de la Sinfónica de Nuremberg hace un par de años, construyó una versión muy sólida en lo técnico y perfectamente centrada en lo estilístico, fraseando además con gran nobleza el tema de Pachelbel sobre el que la obra se construye. También fue muy notable su dirección del bellísimo Concierto a la memoria de un ángel, logrando una lectura de admirable claridad y elevado vuelo poético, aunque se echara de menos algo más de incisividad y diferenciación tímbrica.

Claro que en esta lectura de esta magistral página de Berg quien se llevó al gato al agua fue Julia Fischer, violinista "de moda" que supo demostrar que, además de ser joven y guapa y de trabajar con muchos de los grandes, posee un bellísimo sonido, un virtuosismo a prueba de bombas, una paleta de colores infinita y una elevadísima musicalidad. Ciertamente su interpretación fue más lírica e introvertida que expresionista y aristada, lo que tampoco es del todo censurable tratándose de Berg, pero en todo caso la sinceridad expresiva rigió en todo momento su extraordinaria lectura, por otra parte perfectamente coordinada con la orquesta. Sólo habría que reprocharle que en la función del viernes, en lugar de ofrecer como propina la página bachiana que al parecer había interpretado la noche anterior, nos torturara con una tontería de Paganini -soberbiamente ejecutada, eso sí- que en absoluto hacía al caso tras la elevación poética del Concierto. Divas.

 

Web oficial de Julia Fischer: http://www.juliafischer.com/

Web oficial de Sánchez Verdú: http://es.geocities.com/jmverdu2002/

Web de la ROSS (con notas al programa): http://www.rossevilla.com/

Web del Maestranza: http://www.teatromaestranza.com