Mas muertos que vivos

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

Desde la casa de los muertos. Música: Leoš Janáček. Libreto: Leoš Janáček, basado en Recuerdos de la casa de los muertos de Fiodor M. Dostoyevski. Reparto: José van Dam, Gaële Le Roi, Hubert Delamboye, Bojidar Nikolov, Ludek Vele, Jirí Sulzenko, Miroslav Svejda, Jerry Hadley, David Bizic, Francisco Pardo, Álvaro Lozano, Yuri Tachenko, Mario Villoria, Álvaro Vallejo, Alicia García, Sergei Stilmachenko, Alexander Kravets, Jeffrey Francis, Johan Reuter, Tomás Juhás, Miguel Borrallo, Axier Sánchez. Coro y Orquesta Titular del Teatro Real. Director musical: Marc Albrecht. Director de escena: Klaus Michael Grüber. Escenógrafo: Eduardo Arroyo. Iluminador: Vinicio Cheli. Figurinista: Eva Dessecker. Director del Coro: Jordi Casas Bayer. Nueva producción del Teatro Real en colaboración con la Opéra Nacional de Paris, basada en una producción original del Festival de Salzburgo de 1992. Teatro Real de Madrid, 30 de octubre al 15 de noviembre de 2005.

En el teatro, las historias se han de mostrar en la medida de lo posible a través de la acción dramática. Las narraciones enfrían la acción y el punto débil de esta ópera de Leoš Janáček es precisamente ese. Desde la casa de los muertos parte de un terrible argumento sobre presos, violencia y represión. La tensión que cabría esperar no se plasma en el libreto, que es distante y discursivo, ni en la puesta en escena diseñada para la ocasión por Eduardo Arroyo y dirigida por Klaus Michael Grüber. No se ven con suficiente claridad ni la tensión, ni el conflicto de los reclusos en el campo siberiano. Las expectativas iniciales no fluyen ni resuelven en el curso de la acción, que decae definitivamente a partir del tercer y último acto, ocupado por un largo e intenso monólogo. A pesar de su evidente calidad, el esteticismo minimalista de la escenografía y de la iluminación parece reñido con el asunto. Tantos medios parecen derrochados ante un liberto que naufraga. La música es otra cosa. Esta última ópera escrita por en sus últimos días por un compositor del siglo XX, nacido el XIX, cuenta con una extraordinaria y sorprendente partitura, muy ecléctica y personal. Su lenguaje muestra la asimilación de los enromes cambios estilísticos que acontecieron en los años que le tocó vivir, como testigo de la aparición de las vanguardias artísticas. Janáček desarrolla un lenguaje moderno, original y atrevido, capaz de sintetizar nacionalismo, impresionismo, neoclasicismo, expresionismo y otros ismos más a allá de etiquetas. La música tiene una vocación sinfónica y la Orquesta del Teatro Real la interpretó con gusto y acierto bajo la dirección del maestro Marc Albrecht. Los cantantes, encabezados por José van Dam, y también el coro trabajaron con acierto en sus intervenciones separadas y de conjunto. La fuerza del discurso musical ayuda a conducir la atención, no sin dificultades, a lo largo de esta obra sin ninguna ayuda efectiva de la parte escénica. La apuesta por la ópera del siglo XX se confirma con este título y otros que el Teatro Real ofrece dentro de un abono específico.

(Fotografía de Javier del Real)