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LA CANCIÓN TRADICIONAL INFANTIL Por Almudena López Granados. Diplomada en Magisterio en Educación Musical.
Existen muchas estrategias y recursos educativos al alcance de todos para mejorar la educación y la formación de los alumnos. Dentro de estos recursos se encuentran las canciones y los juegos. Son recursos que desde que el niño nace se están utilizando, quizás de forma inconsciente, para enseñar y educar de una manera más sencilla y amena para ellos. Por estos motivos, se utilizan día a día en miles de aulas para favorecer y reforzar el desarrollo de destrezas y actitudes en el alumno. En este artículo me quiero centrar en la canción tradicional infantil ya que es uno de los estilos de canción que pueden dar mejores resultados al principio, al ser sencillas y dramatizables, tratando temas cercanos a los niños, por lo que mostrarán mayor interés a la hora de aprenderlas sin ofrecer mayor dificultad; y por lo tanto favorecen el juego dramático en el aula. Ambos complementarios para conseguir el desarrollo armónico del niño/a. Cuando hablamos de canciones infantiles hemos de pensar que se trata de canciones hechas por los niños y para los niños, y no canciones hechas para los niños por adultos. Las letras suelen ser bastante sencillas y dadas a la repetición para que el niño pueda aprenderlas fácilmente. Dependiendo del contenido del texto, la canción tendrá una finalidad u otra. Las canciones pueden tener diversas finalidades: desde las didácticas, en las cuales el niño aprende algo, hasta las lúdicas, destinadas al juego. La canción es una fórmula muy sencilla para favorecer el aprendizaje del niño, el cual sin darse cuenta estará aprendiendo comportamientos e integrando valores de una manera fácil y divertida. La canción tradicional infantil cumple entre otros estos objetivos, lo que hará que al niño le resulte más atractivo su aprendizaje. Sirviéndonos de este atractivo podremos utilizar la canción como recurso para iniciarlos en el juego dramático. El juego dramático es el hecho de recrear situaciones a través de la presentación de acciones, anteriormente vividas por el alumno ofreciéndole la oportunidad de ser creativo y espontáneo, favoreciendo la capacidad de expresión y de comunicación. Muchas veces el juego dramático surge de una forma natural en el niño, por el simple hecho de imitar a sus padres, hermanos, o escenas de la vida real, convirtiendo dichos hechos en un juego para ellos. Estos juegos pueden ser por ejemplo, jugar a las casitas, a los médicos, a ser tendero… El niño para jugar a estos juegos adquiere sus conocimientos a través de la percepción y de la observación, utilizando estos conocimientos para ampliar sus recursos de expresión, de manera improvisada, aumentando al mismo tiempo su capacidad de comunicación, siendo ésta unas de las funciones del juego, al igual que favorecer el desarrollo del crecimiento cognitivo y emocional, así como las relaciones sociales, ya que se encontrará más cómodo a la hora de expresar sus sentimientos. Con el mismo juego dramático se estará favoreciendo la psicomotricidad del alumno/a, ya que favorecen la coordinación de movimientos y el ejecutar éstos mismos, así como el sentido del ritmo en combinación con la canción tradicional infantil. La canción ayuda a introducir al niño en la situación dramática de una manera más lúdica si cabe. Cada canción tiene una temática diferente, de forma que el niño imaginará el contexto en el cual se desarrolla la historia de la canción, y en base a ese contexto irá improvisando expresiones diferentes para reproducir la canción mediante el gesto, reproduciendo las enseñanzas adquiridas de manera inconsciente y al mismo tiempo desarrollando su imaginación. Al ser una actividad propuesta para el grupo reforzará la interacción del alumno con el mismo, siendo más fácil para el alumno participar de manera colectiva que individual, creando un clima de compañerismo y respeto por los demás. Esta práctica ayudará al alumno/a a desinhibirse y expresarse con mayor libertad, tanto por ser contemplado por ellos como un juego, como por el hecho de que todos estarán participando, y por lo tanto todo el grupo deberá hacer lo mismo, aportando una sensación de seguridad al individuo. Así mismo, no podemos olvidar que todo ha de tener sentido para el alumno/a ya que todo su aprendizaje ha de ser significativo, por lo que el profesor/a ha de ser muy cauteloso a la hora de elegir la canción y de enfocar el juego dramático para conseguir los objetivos deseados, ya que cada canción y juego se prestarán a favorecer unos objetivos a otros. Por ejemplo:
- “Tenía una muñeca” (música: Pilar Fuentes; letra: Juan Cervera), así como “Pin Pon” (anónimo): bajo mi punto de vista son canciones que claramente favorecerán la psicomotricidad en el alumno, ya que se prestan a la dramatización, al tener una letra muy descriptiva de los movimientos que se han de hacer, favoreciendo la imaginación del niño y siendo de libre representación por cada uno, según si experiencia vivida.
Como conclusión, debemos tener en cuenta que el juego es uno de los
principales recursos del niño para relacionarse con los demás y para
aprender a edades muy tempranas. Para Vigotsky, el juego era la forma
natural del niño para interiorizar el conocimiento y desenvolverse en su
entorno, favoreciendo la relación con los demás y el desarrollo propio
de la persona, por lo que debemos tenerlo presente en el aula. La
canción tradicional infantil será nuestra herramienta para desarrollar
el juego dramático en el aula y desarrollar en el alumno los objetivos
propuestos.
Tenía una
muñeca Tenía una
muñeca Tenía una
muñeca Tenía una
muñeca Tenía una muñeca Tenía una
muñeca
Música: Pilar Fuentes Cervera, Juan; Fuentes, Pilar;
Cervera, Felipe: Pin Pon
Anónimo
Partitura:
Bibliografía: Ø Cervera, Juan: Cómo practicar la dramatización con niños de 4 a 14 años. Cincel. Madrid, 1981. Ø Cervera, Juan; Fuentes, Pilar; Cervera, Felipe: Canciones para la escuela I Preescolar. Piles, Editorial de la Música, Valencia, 1984. Ø Pascual, Pilar: Didáctica de la Música para Primaria. Pearson Educación. Madrid 2002. Ø Escudero, Mª del Pilar: Educación musical, rítmica y psicomotriz. Real Musical. Madrid 1988. Ø Decreto 105/1992, BOJA del 9 Junio.
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