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MÚSICA DE TRADICIÓN ORAL Parte III Por Rafael María Yépez Pino. Profesor Superior de Clarinete y Maestro en Educación Musical.
En las anteriores partes del estudio hemos contextualizado la Procesión en el pueblo, hemos hablado de diferentes aspectos de la misma, hemos hablado de la importancia de la música en Espejo y hemos analizado los cantos del Miserere y Stabat Mater. Para finalizar, en esta tercera y última parte veremos en qué consisten los cantos de La Sentencia, El Pregón del Ángel y Las Tres Caídas. No podría ser un estudio folclórico completo si no tratáramos otro aspecto relacionado con la Procesión, como es la gastronomía asociada al evento. 6.3. La Sentencia, El Pregón del Ángel y Las Tres Caídas A lo largo de la larga historia de la Semana Santa espejeña podemos comprobar que, aun no disponiendo de importante patrimonio artístico hasta hace poco, - se dan casos similares en otros pueblos de la provincia -, si poseía un alto numero de costumbres y tradiciones que a través de los siglos se mantienen, heredándose de generación en generación. Nos referimos a las representaciones de la Sentencia, el Pregón del Ángel y “Las Caídas”. Son, pues, el patrimonio inmaterial de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Espejo. Conmemoran momentos de la Pasión de Cristo e intervienen personas y la propia imagen del Nazareno, que se integra en la escenificación como si de un actor se tratase. Estos actos tienen su origen más remoto en los antiguos autos sacramentales. De forma general, podemos decir que estas escenificaciones son pregones[1]. Se recrea un momento determinado de la Pasión con motivo de la salida en procesión de las imágenes, del encuentro de estas por las calles o de su paso por un lugar característico. Entre los más repetidos se encuentran los pregones o sermones de la Sentencia, de las Siete Palabras y el Sermón del Paso. El auge de las representaciones vivientes de la Pasión y de los sermones tiene lugar durante el Barroco, al igual que las procesiones en general. La Sentencia de Pilatos y el Pregón del Ángel son dos pregones que se realizan en Espejo[2]. La Sentencia de Pilatos es de los pregones más frecuentes por los diferentes pueblos de la provincia. Los textos son muy similares de unos lugares a otros, por lo que es de suponer que tienen un origen común. En algunos sitios son textos prosaicos integrados en las escenificaciones que tienen lugar, y en otros, como en Espejo, son cantos destinados a la imagen. Estos cantos nos llevan al momento en que Pilatos condena a Jesús y el Pregón del Ángel consiste en una rúbrica de la anterior sentencia condenatoria. A continuación, citamos dichos cantos: SENTENCIA DE PILATOS
“Yo, Poncio Pilatos, Presidente de la Inferior Galilea, hoy en Jerusalén regente y por el gran emperador Tiberio César estando en mi palacio y Tribunal pronuncio y doy sentencia capital contra Jesús, llamado “el Nazareno” y de nación, galileo, por hombre alborotador y sedicioso, contrario a la ley y escandaloso, enemigo de nuestro Emperador César, al que a muerte en cruz le doy sentencia y en una cruz pague su merecido, pues se halla de reo bien conocido que a Jerusalén él lo ha sublevado y por el Rey de Israel Él se ha aclamado y por el Hijo de Dios Él se acredita y para que así lo crea el pueblo en vista y a quien tanto delito hoy le encontramos entró en nuestra gran ciudad con palmas y ramos. Por tanto, mando que Quinto Cornelio Centurión vaya y le acompañe con su escuadrón y personalidad y por la puerta de la ciudad el pregonero publique su maldad y que le pongan en lo más alto de la cruz que es el Rey de los judíos el tal Jesús en las tres lenguas que hoy más se usan griega, latina y hebrea para que así lo entienda todo el que lo lea y todo el que lo viera en el monte Calvario entienda y sepa lo que este temerario acabó para siempre su memoria: ¡Cuán malhechor y malvado sería! Dada esta sentencia en Jerusalén que va según la ley en que se fundó año de la creación del mundo cinco mil quinientos treinta y tres a veintiuno de marzo. Firmo yo, Poncio Pilatos.
PREGÓN DEL ANGEL
Ésta es la justicia que manda hacer el eterno Padre, Rey del Cielo y Tierra, con su unigénito Hijo, Dios y Hombre verdadero, Jesús Nazareno, por haberse ofrecido a redimir a los hombres y salido en sus consejos. Fiador por los pecados como bien su Amor inmenso. Por tanto manda que sea ajusticiado entre dos famosos ladrones, siendo para ello preso, escupido y despreciado. Y amarrado a una columna, terriblemente azotado. Y coronado de espinas, manda que sea llevado por las calles públicas de Jerusalén hacia el monte Calvario con una pesada Cruz donde en ella sea enclavado para con este sacrificio purificar el pecado. Que aun considerando el hombre tanto su Dios agraviado el impulso de su Amor dando su vida liberal para conducirnos a la Vida Eterna.
Las Caídas son una escenificación de las tres caídas que tuvo Jesús llevando la cruz a cuestas por la Calle de la Amargura, sirviéndose de la propia imagen sobre el paso. Datan del s. XVIII. Consisten en llevar el paso al suelo, como ya explicamos en su momento, todo el pueblo se arrodilla y un orador, miembro de la Capilla las entona. El texto de las caídas es el siguiente:
I CAÍDA
Hoy sufres en tu carrera desprecios y bofetadas, te hacen caer en tierra, con era cruz tan pesada que hasta el suplicio te lleva.
Va la Reina de los Cielos llorando triste y afligida, y sin encontrar consuelo, en su primera caída te hacen besar con tu boca el suelo.[3]
Caído su Majestad cruelmente le trataban aquella turba infernal su rostro abofeteaba para hacerle levantar.[4]
II CAÍDA
El que predicó el bien en las calles de Samaria vemos en tierra caer en la puerta judiciaria de la Gran Jerusalén.
Hacen los astros tu duelo, Tierra y Cielo se estremecen, se rompe en el templo el velo y nadie se compadece de verte besar el suelo.
El Redentor de la Vida caído en tierra está. Su cuerpo lleno de heridas y sin poder caminar, con esa pesada cruz, ya te hacen levantar.
III CAÍDA
Hoy para el mundo se ofrece el Sacrificio Mayor Cielo y Tierra se estremecen de ver al Hijo de Dios caer en tierra tres veces.
El Rey de Tierra y Cielo caído en tierra está; todos se glorían de verlo, de levantarse y besar con su santa boca el suelo.
Levanta ya de la tierra y camina hacia el suplicio, que en faltándote la fuerza los ángeles sean propicios para cumplir tu sentencia.
La Sentencia, Pregón del Ángel y Las Caídas de Jesús son cantos de Semana Santa, que por lo tanto pertenecen al Ciclo de Cuaresma y Semana Santa. Por facilidad de análisis, veamos primero la música de Las Caídas. Cada una esta dividida en tres estrofas de cinco versos, octosílabos y rima asonante. Estructura ababa. El ritmo está adaptado a la estrofa, los acentos del verso dictan la métrica de la melodía y vemos que aparecen tanto acentos tónicos como agógicos. Cada estrofa se entona siempre igual; se utiliza básicamente tres sonidos: uno a modo de dominante o cuerda de recitación, que se mantiene a lo largo de cada verso, otro situado a una tercera mayor ascendente, utilizado sólo en las dos o tres primeras sílabas del primer verso de cada estrofa y otro situado a una tercera menor descendente, que puede aparecer en la primera sílaba del 2º, 3º o 4º verso de cada estrofa. Estos dos últimos serían, pues, la entonación. Para verlo más fácil, vamos a llevar al pentagrama la primera caída:
Respecto a la fuente sonora hay que hacer notar un hecho: debido a la edad avanzada del que canta las caídas, se aprecia como va descendiendo por semitonos en el tono de recitación a medida que se queda sin aliento. El canto de la Sentencia es de similares características que las Caídas anteriormente citadas. Utiliza también los intervalos de tercera menor ascendente y descendente y cuarta en la entonación. Los últimos versos son también algo más elaborados, para hacer la cadencia. Aquí los versos son muy irregulares y las rimas son generalmente pareados, pero el ritmo y la melodía siguen los mismos esquemas. Ponemos a continuación un fragmento del comienzo y el final (no merece la pena detallar toda la música de la Sentencia, ya que elabora siempre las mismas fórmulas melódicas):
El Pregón del Ángel es aún más elaborado, posee más giros melódicos, aunque también se basa en el ritmo prosódico y la entonación sobre una nota:
Como vemos, aquí utiliza más sonidos por verso, cubriendo un ámbito de 6ª en la obra (sol –mi´). 7. Gastronomía La gastronomía es otro de los elementos definitorios de la Cuaresma y Semana Santa espejeña. Los productos de repostería tienen su más preciado exponente en los tradicionales pestiños, cuya elaboración constituye todo un rito en la Cuaresma en la práctica totalidad de los hogares del pueblo. Por su parte las clásicas magdalenas o los roscos enmelados de elaboración casera han cedido su protagonismo a los denominados “bichitos”, que se presentan y consumen de manera indistinta junto a los pestiños, casi siempre acompañados de una “copita” de aguardiente o el típico espejeño “rosoli”. No falta a lo largo de los desfiles procesionales una bandeja de estos productos caseros que los vecinos sirven de manera espontánea y generosa a costaleros, músicos y cantores, mientras los pasos descansan. Por su parte, el hornazo mantiene su presencia tradicional en la Semana Santa. Compuesto de masa de pan, tipo rosca, envolviendo a uno o dos huevos cocidos, se consume en Espejo en la mañana del Viernes Santo, siendo entrañable la figura del niño o niña, durante la procesión, portando una de estas piezas en sus manos. Detallamos a continuación las recetas de estos productos típicos: Pestiños de Espejo Ingredientes: Para 2 kilos de harina, 5 cazos de aceite y 5 de vino. Almendras Ajonjolí Canela Clavo Azúcar Matalahúva Vino Aguardiente Sal Raspadura de limón Miel Cáscara de limón Aceite desahumado Pimienta
Modo de hacerlo: Se muelen las almendras, tostadas, ¼ o más según gusto, se coge un puñado de ajonjolí, un poco de clavo molido, un puñado de matalauva molida, un poco de raspadura de limón y azúcar, y se mezcla todo con la harina, se echa encima el aceite desahumado, caliente y se mezcla con una paleta. Al vino se le echa la sal y se le añade, y se amasa bastante. Si se quiere, se le echa también aguardiente. Una vez echa la masa, se cogen pequeños pedazos, se aplastan y se doblan cada uno pasando a freírlos en aceite caliente. Cuando estén fritos y bien escurridos se enmielan en una cazuela donde se echa para que hierva miel, cáscara de limón, aguardiente y vino. Se meten y sacan inmediatamente, se escurren y se emborrizan en azúcar, canela, clavo y una pizca de pimienta. BichitosIngredientes: Para 3 huevos y un cascarón de aceite. Harina Matalahúva Raspadura de limón Ajonjolí Azúcar Canela Modo de hacerlo: Se mueve con las manos lo huevos, se le añade el aceite, matalauva, ajonjolí, raspadura de limón y la harina que admita hasta que la masa se pueda trabajar. Se hacen formas irregulares con pequeños trozos y se fríen en aceite templado. Al final se hace un almíbar con azúcar y poca agua y se le echa a los bichitos moviéndolos al aire para que se pongan blancos. Magdalenas de EspejoIngredientes:1 kilo de azúcar 1 kilo huevos 1 kilo de harina (se le quita un puñado para que salgan más finas) aceite raspadura de limón canela almendras tostadas y molidas
Modo de hacerlo: A un cascarón de huevo se le quita un trozo y se vacía, lo que sirve para medir el aceite. Se echa tantos cascarones de aceite como huevos hay. En recipiente se baten las claras a punto de nieve. Se le añade el azúcar y cuando está bien batido se le añade las yemas. A continuación se le va añadiendo la harina, poco a poco para que no haga grumos. Se le echa el aceite, las raspaduras de limón, la canela y las almendras. Cuando este bien batido la masa, se unta en aceite tacillas de lata, se llenan con la masa y se ponen al horno caliente. Cuando han subido, se pinchan con una aguja y si esta no se pega con la masa es que ya están listas para sacarlas. Se pueden espolvorear con canela y azúcar. RosoliIngredientes: 1 litro de aguardiente dulce 100 gramos de café natural molido ½ kilo de azúcar Modo de hacerlo: Se pone todo en un tarro y se mueve constantemente durante 48 horas que se deja en maceración. Luego se filtra con un paño de cocina de algodón o con un filtro de cafetera. 8. Conclusión La riqueza de los pueblos trasciende más allá de lo material, incluyendo las tradiciones, costumbres, ritos… que, a veces, los hace inigualables. Es el caso de la localidad espejeña, rica culturalmente desde antiguo. La Procesión de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Espejo no es más que una manifestación del valor cultural que nos encontramos en este pueblo de la campiña cordobesa. 9. Bibliografía ü Patrimonio Cultural de las Cofradías, Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, Cajasur y Diputación de Córdoba, Córdoba, 1999. ü Solano Márquez, F. (coord.): Semana Santa en los Pueblos Cordobeses. Caja Provincial de Ahorros de Córdoba, Córdoba, 1990. ü Ventura Gracia, M.: La Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Espejo durante el s. XIX, en Laguna López, M. (Coord.): Alto Guadalquivir. Especial Semana Santa Cordobesa 1993. Cajasur, Córdoba, 1993. ü Ventura Gracia, M.: Las Cofradías de la Vera Cruz, Ánimas y Santo Entierro y la Soledad en la Villa de Espejo, Hdad. del Santo Entierro y Ntra. Señora de la Soledad, Ayuntamiento de Espejo y Diputación Provincial de Córdoba, Espejo, 1997. ü Ventura Gracia, M.: La Agrupación de Hermandades y Cofradías de Espejo. XXV Aniversario de su Fundación, en VV. Coord.: Crónica de Córdoba y sus pueblos IX, Asociación Provincial Cordobesa de Cronistas Oficiales, Córdoba, 2003. ü Ventura Gracia, M. (Coord.): Espejo – Apuntes para su historia, Ayuntamiento de Espejo y Diputación Provincial de Córdoba, Espejo, 2000. ü Ventura Gracia, M. (Coord.): I Jornadas de la Real Academia de Córdoba sobre Espejo, Ayuntamiento de Espejo y Diputación Provincial de Córdoba, Espejo, 1993. ü VV. Coord.: Crónica de Córdoba y sus pueblos VII, Asociación Provincial Cordobesa de Cronistas Oficiales, Córdoba, 2001. ü Guía de Semana Santa, Agrupación de Hermandades y Cofradías de Espejo, Espejo, 1981 a 2005. ü Romero, F.: Algunos datos sobre la reorganización de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, en Silencio, Cofradía del Stmo. Cristo del Amor, Espejo, 1996. ü Revista de Feria, Ayuntamiento de Espejo, Espejo, 1990 a 2004. ü Palacios Luque, D.: La música en Espejo, en Periódico Córdoba, Córdoba, 1998. ü Michels, U.: Atlas de la Música, Alianza Atlas, Madrid, 1998. ü Hoppin, R.: La Música Medieval, Akal, Madrid, 2000. ü Atlas, A. W.: La Música del Renacimiento, Akal, Madrid, 2002. ü Gran Enciclopedia Larousse, Ed. Planeta, Madrid, 1991. [1] La Gran Enciclopedia Larousse (GEL) nos da estas definiciones: 1. Promulgación o divulgación que se hace en alta voz y en un lugar público de una noticia, aviso o hecho que conviene hacer saber a todos. 2. […] 3. Discurso literario que se pronuncia en público con ocasión de alguna festividad o celebración. […]. [2] GEL: Sentencia: 1. Dicho o frase corta que encierra o contiene un principio moral o un consejo de sabiduría popular. 2. […] 3. Decisión que en cualquier controversia toma la persona a quien se ha hecho árbitro de ella. […] [3] Al llegar aquí el paso es levantado de atrás, como representando la inclinación para besar el suelo. Lo mismo ocurrirá en las otras dos caídas. [4] Acabada esta, a la voz del capataz, el paso es levantado “a los cielos”, con la ovación del pueblo. Acto seguido se interpreta el Miserere. Igual ocurre en las otras.
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