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Abbado
contra Beethoven
Por
Víctor Pliego de Andrés. Lee su
curriculum.
Obras de
Beethoven: Obertura de
Leonore III.
Concierto para piano núm. 2, op. 19. Sinfonía
núm. 3, op. 55 “Heroica”. Margarita
Höhenrieder, piano.
Mahler Chamber
Orchestra. Director: Claudio Abbado.
Ciclo Beethoven. Teatro Real. Madrid, 26 de
abril de 2008.
La presencia de Claudio
Abbado el
Teatro Real,
dirigiendo Fidelio,
culminó con un concierto sinfónico al frente de
la Orquesta
Mahler. Fue un renovado
triunfo que despertó la histeria y pasión de los aficionados, bajo el
influjo irresistible y hechicero del maestro. La orquesta estuvo genial en
todas las secciones, aunque me impresionó especialmente su cuerda grave.
Los planos sonoros y la exacta articulación sostuvieron un edificio sonoro
verdaderamente impactante. Fue un evento extraordinario, aunque las
versiones que Abbado presentó de
Beethoven fueron muy personales y discutibles.
La obertura parecía más propia
de
Rossini que del genio alemán,
por la viveza del ritmo, el vértigo de los reguladores y el lirismo de las
líneas. Esa fue la tónica general del concierto, incluyendo la
Sinfonía “Heroica” que, tal vez, lo fue en grado extremo.
Beethoven nunca ha sonreído tanto como bajo la
batuta de Abbado. Esta imagen traiciona algo
la otra más habitual, huraña y vehemente que tenemos
de
Beethoven. El carácter que
Abbado confirió a
la “La
Heroica” fue el más brioso y optimista que recuerdo. En
el concierto, Margarita Höhenrieder presentó
cierta resistencia a este criterio, aún a riesgo de parecer brusca. El
sonido noble y cálido de su toque fue su rasgo más destacable, junto a un
exuberante empleo del pedal. La combinación de ambas cosas otorgó a su
trabajo un colorido brillante y aterciopelado al mismo tiempo.
Abbado atrajo toda la atención de intérpretes
y espectadores, con gesto ampuloso y atento, con un trabajo sutil y
sorprendente. No defraudó a nadie a pesar de anteponer su personalidad a
la de
Beethoven.
Abbado conoce bien el alcance
de sus posibilidades. Sostuvo el músico italiano un duelo personal con el
titánico compositor alemán. Son pocos los intérpretes que pueden
permitirse el enfrentarse con el mito sin salir humillados. Esta
confrontación virtual fue parte del espectáculo ofrecido. Porque este
concierto fue un evento musical y un también un gran demostración
impresionante de poderío.
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