|   | 100 AÑOS DE RODRIGO Y 75 DE
      HENZE Por Angel
      Riego Cue. Lee su curriculum.   
 Con motivo
      de cumplirse el próximo 22 de noviembre el centenario del nacimiento de
      Joaquín Rodrigo (el compositor nació precisamente el día de Santa
      Cecilia, patrona de la música), vamos a asistir a diversos eventos
      programados con tal ocasión, para coordinar los cuales se ha creado una
      Comisión Nacional. Entre ellos está, como cabía esperar, la recuperación
      de obras desconocidas del compositor fallecido en 1999, que den una imagen
      de Rodrigo que no se reduzca sólo al compositor del "Concierto de
      Aranjuez", por mucho que esta sea su obra más célebre, y
      posiblemente la de mayor éxito de toda la historia de la música española.
 Una primera muestra nos ha llegado con la primera grabación mundial de la
      única incursión de Rodrigo en el género lírico español, más conocido
      como zarzuela. "El hijo fingido", compuesta entre 1955 y 1960, y
      estrenada en 1964, está basado en las comedias de Lope de Vega "De
      cuándo acá nos vino" y "Los ramilletes de Madrid" (esta
      última sólo se utiliza en un número de la obra). En el argumento, tanto
      Angela como su madre Bárbara, viuda, se enamoran de Leonardo, apuesto
      militar de los Tercios de Flandes y primo de Angela; para deshacerse de su
      rival, Bárbara le mentirá, diciendo que Leonardo es en realidad hijo
      suyo, y que en su día lo abandonó por ser fruto de una aventura
      extraconyugal. Por tanto, el matrimonio de los dos jóvenes es imposible,
      al ser hermanos. Sin embargo, la superchería se acabará descubriendo,
      los enamorados podrán casarse, y hasta el capitán de Leonardo encontrará
      otro marido para la viuda: todo acaba bien. El libreto fue adaptado por
      Jesús María de Arozamena (que sugirió el proyecto a Rodrigo) y por
      Victoria Kahmi, mujer del compositor, y entre los ripios incluidos podemos
      destacar "Vida bona, vida bona, el Madrid de la chacona" o
      "A bailar el ay, ay, ay, como bailan los franceses en las fiestas de
      Cambray".
 
 Además del argumento propiamente dicho, se encuentra en "El Hijo
      Fingido" la evocación (por supuesto, muy idealizada) del Siglo de
      Oro, época tan grata a Rodrigo, pues a menudo encontraba inspiración en
      la música de entonces. Evocación tanto en el trasfondo histórico de los
      chismes que circulaban por la Villa y Corte, como en el empleo de músicas
      de la época de los Austrias, como las variaciones sobre "Guárdame
      las vacas" con las que se abre el Acto II, o el Canario que suena en
      el Prólogo, tan parecido al de la "Fantasía para un
      Gentilhombre", la obra que Rodrigo acababa de componer cuando comenzó
      esta. También escuchamos "evocaciones" rodriguescas del mundo
      del madrigal en las intervenciones de Angela, o del mismísimo Vivaldi en
      la obertura. En fin, los habituados al estilo "ingenuo" o
      "infantil" característico del maestro sabrán lo que pueden
      encontrar aquí. En las notas del libreto, José Luis García del Busto ve
      reminiscencias del "Huésped del Sevillano" de Guerrero, y
      concretamente del "Canto a la Espada", en la "Cavaletta"
      [sic] de Leonardo al final del Acto I, lo que es cierto en unos breves
      compases de introducción; pero lo de "Mis arreos son las armas, mi
      descanso es pelear", escuchado hoy, a lo que más suena es a himno
      falangista.
 
 Con todo, no se puede dejar de lado que en la la obra encontramos también
      momentos del mejor Rodrigo, el íntimo y recogido de canciones como
      "Pastorcito santo" (en el "Coro Interno" del Acto II)
      o el de los "Cuatro Madrigales Amatorios" (en algunas
      intervencones de Angela). Momentos así justifican el que alguien se haya
      acordado de esta obra, que tras una única representación en el estreno
      de 1964 había caído en el olvido, pese al prestigio de que gozaba el
      autor, quizás porque la zarzuela era un género ya por entonces muerto.
      Este mes de febrero se repone en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
 
 Para la grabación que publica EMI se ha contado con un elenco suficiente,
      con algún nombre conocido: Miquel Ramón como Leonardo, María Rodríguez
      como Angela, y Lola Casariego como Bárbara. La orquesta es la de la
      Comunidad de Madrid, dirigida por Miguel Roa, a quien conocíamos de la
      grabación de "El Gato Montés" de Penella con Plácido Domingo.
 
 
 ***
 
 El otro autor del que EMI nos presenta una primera grabación mundial
      tiene poco o nada que ver con Rodrigo, y escuchando la música de cada uno
      se podría pensar que sus fechas de nacimiento están separadas no por dos
      décadas, sino por dos siglos. Hans Werner Henze (n. 1.7.1926),
      posiblemente el compositor vivo más respetado de Alemania, celebra este año
      su 75 aniversario. Henze comenzó militando en el serialismo integral de
      la vanguardia surgida en la posguerra, junto a Nono o Boulez, y
      posteriormente adoptó un estilo más ecléctico que le permitiera una
      comunicación mayor con el público, aspecto este a menudo descuidado por
      las vanguardias. De hecho, de su generación es uno de los que conserva
      mayor vigencia; prueba de ello es la atención que le presta EMI: antes de
      este CD ya ha editado de Henze su "Séptima Sinfonía" dirigida
      por Rattle, y su "Novena" por Metzmacher; pocos compositores
      vivos de tendencia "no comercial" pueden decir lo mismo, al
      menos en lo que se refiere a este sello. En realidad, la obra de Henze había
      sido grabada regularmente durante décadas por la Deutsche Grammophon, que
      a partir de los años 80 parece haberse "cansado" de su
      compatriota.
 
 El presente CD contiene dos ciclos de canciones: los "Seis cantos de
      los árabes" fueron un encargo del tenor Ian Bostridge (su intérprete
      en la grabación), quien los estrenó en 1999; las "Tres Canciones de
      Auden", estrenadas en Aldenburgh en 1983, fueron dedicadas a la
      princesa Margarita de Hesse (creadora de un fondo para que los jóvenes
      melómanos pudieran asistir a dicho Festival) y en 1996 los cantó
      Bostridge en su debut en Aldenburgh, siendo escuchado por Henze entonces
      por primera vez.
 
 Quien esto escribe no siente mucho entusiasmo por el arte de Bostridge,
      que parece ser el liederista de moda. Personalmente, me parece un intérprete
      en exceso enfático y con cierto amaneramiento en el estilo, aunque otros
      podrán ver en él una "gran sensibilidad"... Su peor disco
      hasta ahora para mí es uno de lieder de Schubert, en el que costaba
      llegar despierto hasta el final; algo mejor era el de Schumann, que recibió
      el premio de sus compatriotas de la revista "Gramophone". Como
      es habitual en los intérpretes jóvenes, Bostridge ha hecho bien en
      explorar nuevos repertorios, donde haya poca o ninguna competencia de
      otros cantantes, en vez de volver a grabar por enésima vez el repertorio
      más trillado; una prueba de ello es este disco.
 
 Los "Seis cantos de los árabes" están escritos sobre textos en
      alemán del propio Henze, que hacen referencia a personas reales conocidas
      por él que viven en Africa, a excepción de la sexta, del poeta árabe
      Hafis, traducido al alemán por Friedrich Rückert. La música presenta
      una variada gama de influencias, desde el "Sprechgesang" de
      Schoenberg y su "Pierrot Lunaire" (audible en el comienzo de la
      primera canción), hasta ciertas reminiscencias de los lieder de Hugo Wolf
      en cuanto al carácter ultra-matizado de cada palabra puesta en música,
      sin excluir las referencias a aires folklóricos, a los que es tan
      aficionado Henze (esto último se percibe en los momentos en que el piano
      calla y el cantante continúa a solo). Se nota el interés de Henze por
      comunicar algo al oyente, sin que por ello se pueda decir que estas obras
      sean asequibles para todo tipo de público (más cerca estarían las 3
      canciones de Auden, en inglés, idioma donde también Bostridge convence más
      que cuando canta en alemán). Ahora bien, los interesados en el "lied"
      alemán encontrarán en este disco una válida muestra de cómo continúa
      la historia de este género, al que algunos tratadistas consideraban ya
      muerto y enterrado.
 
 
 REFERENCIAS:
 
 JOAQUÍN RODRIGO: El hijo fingido (Comedia lírica). Primera grabación
      mundial. Miquel Ramón, María Rodríguez, Lola Casariego, María José Suárez,
      Emilio Sánchez. Coro y Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director:
      Miguel Roa.
 EMI 7243 557127 2 1
 
 HANS WERNER HENZE: 6 cantos de los árabes; 3 canciones de Auden.
 Ian Bostridge, tenor; Julius Drake, piano
 EMI 7243 5 57112 2 9
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