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BLACK HAWK DERRIBADO Se
puede decir que el año 2001 ha sido uno de los más fructíferos e
inspirados de la carrera de Hans Zimmer. ‘Hannibal’ fue la primera
banda sonora que nos regalaba; su música para esta película es
obsesiva, insinuante, amenazante, lujuriosa y, sobretodo...
tremendamente exquisita; fiel reflejo del alma de su protagonista, y
auténtico motor del film. ‘Pearl Harbor’ sólo la puedo definir
con dos palabras: OBRA MAESTRA. Estoy seguro que el paso del tiempo la
pondrá en el lugar que la corresponde. ‘El
Juramento’ fue su siguiente trabajo estrenado en nuestro país. El
score lo firmaba también la actual promesa y futura estrella Klaus
Badelt (‘La Maquina del Tiempo’, ‘El Juramento’). El
eclecticismo y un acertado tono folk son sus notas más características.
A esta la siguió "Los Chicos de mi Vida", película que
supuso una nueva colaboración entre Penny Marshall y Hans Zimmer y
por último BLACK HAWK DERRIBADO. Todas
y cada una de estas bandas sonoras resultan absolutamente diferentes
entre sí, y al mismo tiempo suponen una ruptura con la obra anterior
de Zimmer. Podemos decir que el autor ha alcanzado un nuevo nivel en
su evolución como compositor. La pregunta que yo me hago ahora, es:
¿Seguirá evolucionando el Señor Zimmer? BLACK
HAWK DERRIBADO cuenta una historia que ya conocemos, con unos
resultados que siempre son los mismos, y que seguramente no sea la última
vez que ocurran. La guerra es un mal intemporal. Es caos, improvisación,
dolor, honor... Todo esto debieron pensar Hans Zimmer y Ridley Scott a
la hora de afrontar tanto musical como cinematográficamente el
proyecto de BLACK HAWK DERRIBADO. Hablemos
primero de Ridley, y de su visión de este sangriento y brutal
episodio de la historia más reciente de las operaciones militares
norteamericanas. Hay que decir, que ha realizado una película
tremendamente honesta, más cercana al documental que al cine al que
nos tenía acostumbrados y, sobre todo, con una brillante e impecable
realización técnica. Aporta
una visión de un conflicto bélico de forma global. Unos mueren y
otros matan (o al revés). Nosotros sólo lo vemos, no nos deja que
nos involucremos en uno u otro bando. ¿Quienes son los agresores y
quienes los agredidos? ¿Quienes los héroes y quienes los mártires?
A mí, al menos, me parece que estos estereotipos no podamos
atribuirlos ni a unos ni a otros... La guerra es la guerra y lo que
ocurre en ella no es algo que pueda ser controlado por el raciocinio
humano, más bien imperan los sentimientos... "He
tratado de reinventar el típico score de acción, he buscado algo
nuevo, más agonizante y expresionista de lo que nadie hubiera hecho
hasta ahora. BLACK HAWK DERRIBADO no es un score emocional. ¡Es
Real!". Con estas palabras, Hans Zimmer resume a la perfección
su principal objetivo con una de las bandas sonoras más
inclasificables y difícil de asimilar de los últimos años. Para
lograr este efecto, Zimmer reunió en su centro de operaciones de
Media Ventures a un grupo de reputados compositores como Michael
Brook, Heitor Pereira, Martin Tillman, Craig Eastman o Jeff Rona, con
el objetivo de lograr una fusión de estilos musicales y eclecticismo
sonoro, no realizada por nadie hasta la fecha... Y a fe que lo ha
conseguido, ya que diferenciar la música realmente compuestos para la
película, de la que surgió fruto de la improvisación es
sencillamente imposible. La
música se divide en dos bloques muy definidos: por un lado la música
étnica con la que retrata al pueblo Somalí, y en el otro bando las
cuerdas, teclados, guitarras eléctricas y ritmos techno usado para
reflejar la, en un principio "sencilla", operación militar
de los soldados americanos. Estos
dos estados musicales, no son ningún misterio para Hans Zimmer.
Especialmente, el uso de música africana. ‘Un Mundo Aparte’,
‘El Rey León’, ‘La Fuerza de Uno’, ‘Gladiator’ o incluso,
‘El Príncipe de Egipto’ son ejemplos perfectamente ilustrativos
de la supremacia de Zimmer en este género. Para
BLACK HAWK DERRIBADO, incorpora a Baaba Maal, interprete senegalí,
cuya desgarradora voz la podemos encontrar en los tristes lamentos
insertados en los temas "Hunger" o el titulado "Of the
Earth". El pueblo Somalí no sólo llora también sabe sufrir y
luchar con una visceral violencia, que se mueve más que por su propia
fuerza física, por la fuerza que la miseria proporciona. La música
para describir esta situación es agresiva, con un poderoso trabajo de
percusiones étnicas, y donde las guitarras eléctricas se funden en
una melodía progresiva con las guitarras y el resto de sonidos
tribales. Tanto en el corte "Hunger", anteriormente ya
mencionado, como en "Chant" podemos apreciar esta
circunstancia. ¿Qué
mejor que un "Blues" para describir el "alma" de
los Soldados Norteamericanos ante la brutal batalla a la que se
enfrentan? Pues eso lo encontramos con los temas "Vale of
Plenty", "Still" o "Mogadishu Blues". La música
de diseño como metáfora del poder tecnológico norteamericano tiene
fiel reflejo en los casi nueve minutos del brutal tema titulado
"Synchrotone" y en el corte "Tribal War". El
único momento de respiro y meditación que concede Zimmer, lo
encontramos con "Leave
No Man Behind". Intenta reflejar el espíritu último de un grupo
de soldados a los que no les importa jugarse la vida cuantas veces sea
necesario, con tal de llevar de vuelta a casa hasta el último de sus
compañeros... sin importar si están vivos o muertos. Es un tema
absolutamente genial, muy en la línea del famoso "Journey to the
Line" de La ‘Delgada Línea Roja’, tanto por el predominio de
las cuerdas, como por su progresión emocional. El
disco, se completa con varias canciones perfectamente integradas con
el score. Por un lado, tenemos "Barra Barra" con la cual
Rachid Taha adopta una posición muy similar a la de Zimmer al mezclar
los sonidos de África con una base rítmica difícilmente
clasificable, pues tras un inicio muy cercano al ‘Funk’, pronto
adquiere tonalidades propias del ‘Hard Rock’. La musa de Zimmer en
‘Gladiator’ y ‘Mission Impossible 2’, Lisa Gerrard, no podía
faltar a esta cita; su canción junto a Denez Prigent, "Gortoz a
Ran - J'Attends", es un perfecto contrapunto coral y melódico a
tanta agresividad musical. Por último, tenemos la canción
tradicional escocesa "Minstrel Boy", brillántemente
arreglada e interpretada por Joe Strummer and The Mescaleros
del tema tradicional "Minstrel Boy". BLACK
HAWK DERRIBADO es una banda sonora que no dejará a nadie indiferente
y que, probablemente, a muchos aficionados les resulte insufrible su
audición. Pero una vez
que asimilas su mensaje musical y sitúas la composición en el
contexto de la película, les aseguro que pocas veces disfrutarán
tanto de un disco como en este caso.
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