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Número 26º - Marzo 2.002


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BLACK HAWK DERRIBADO

Por Pablo Nieto Jiménez.           

Se puede decir que el año 2001 ha sido uno de los más fructíferos e inspirados de la carrera de Hans Zimmer. ‘Hannibal’ fue la primera banda sonora que nos regalaba; su música para esta película es obsesiva, insinuante, amenazante, lujuriosa y, sobretodo... tremendamente exquisita; fiel reflejo del alma de su protagonista, y auténtico motor del film. ‘Pearl Harbor’ sólo la puedo definir con dos palabras: OBRA MAESTRA. Estoy seguro que el paso del tiempo la pondrá en el lugar que la corresponde.

 ‘El Juramento’ fue su siguiente trabajo estrenado en nuestro país. El score lo firmaba también la actual promesa y futura estrella Klaus Badelt (‘La Maquina del Tiempo’, ‘El Juramento’). El eclecticismo y un acertado tono folk son sus notas más características. A esta la siguió "Los Chicos de mi Vida", película que supuso una nueva colaboración entre Penny Marshall y Hans Zimmer y por último BLACK HAWK DERRIBADO.

 Todas y cada una de estas bandas sonoras resultan absolutamente diferentes entre sí, y al mismo tiempo suponen una ruptura con la obra anterior de Zimmer. Podemos decir que el autor ha alcanzado un nuevo nivel en su evolución como compositor. La pregunta que yo me hago ahora, es: ¿Seguirá evolucionando el Señor Zimmer?

 BLACK HAWK DERRIBADO cuenta una historia que ya conocemos, con unos resultados que siempre son los mismos, y que seguramente no sea la última vez que ocurran. La guerra es un mal intemporal. Es caos, improvisación, dolor, honor... Todo esto debieron pensar Hans Zimmer y Ridley Scott a la hora de afrontar tanto musical como cinematográficamente el proyecto de BLACK HAWK DERRIBADO.

 Hablemos primero de Ridley, y de su visión de este sangriento y brutal episodio de la historia más reciente de las operaciones militares norteamericanas. Hay que decir, que ha realizado una película tremendamente honesta, más cercana al documental que al cine al que nos tenía acostumbrados y, sobre todo, con una brillante e impecable realización técnica.

 Aporta una visión de un conflicto bélico de forma global. Unos mueren y otros matan (o al revés). Nosotros sólo lo vemos, no nos deja que nos involucremos en uno u otro bando. ¿Quienes son los agresores y quienes los agredidos? ¿Quienes los héroes y quienes los mártires? A mí, al menos, me parece que estos estereotipos no podamos atribuirlos ni a unos ni a otros... La guerra es la guerra y lo que ocurre en ella no es algo que pueda ser controlado por el raciocinio humano, más bien imperan los sentimientos...

 "He tratado de reinventar el típico score de acción, he buscado algo nuevo, más agonizante y expresionista de lo que nadie hubiera hecho hasta ahora. BLACK HAWK DERRIBADO no es un score emocional. ¡Es Real!". Con estas palabras, Hans Zimmer resume a la perfección su principal objetivo con una de las bandas sonoras más inclasificables y difícil de asimilar de los últimos años.

 Para lograr este efecto, Zimmer reunió en su centro de operaciones de Media Ventures a un grupo de reputados compositores como Michael Brook, Heitor Pereira, Martin Tillman, Craig Eastman o Jeff Rona, con el objetivo de lograr una fusión de estilos musicales y eclecticismo sonoro, no realizada por nadie hasta la fecha... Y a fe que lo ha conseguido, ya que diferenciar la música realmente compuestos para la película, de la que surgió fruto de la improvisación es sencillamente imposible.

 La música se divide en dos bloques muy definidos: por un lado la música étnica con la que retrata al pueblo Somalí, y en el otro bando las cuerdas, teclados, guitarras eléctricas y ritmos techno usado para reflejar la, en un principio "sencilla", operación militar de los soldados americanos.

 Estos dos estados musicales, no son ningún misterio para Hans Zimmer. Especialmente, el uso de música africana. ‘Un Mundo Aparte’, ‘El Rey León’, ‘La Fuerza de Uno’, ‘Gladiator’ o incluso, ‘El Príncipe de Egipto’ son ejemplos perfectamente ilustrativos de la supremacia de Zimmer en este género.

 Para BLACK HAWK DERRIBADO, incorpora a Baaba Maal, interprete senegalí, cuya desgarradora voz la podemos encontrar en los tristes lamentos insertados en los temas "Hunger" o el titulado "Of the Earth". El pueblo Somalí no sólo llora también sabe sufrir y luchar con una visceral violencia, que se mueve más que por su propia fuerza física, por la fuerza que la miseria proporciona. La música para describir esta situación es agresiva, con un poderoso trabajo de percusiones étnicas, y donde las guitarras eléctricas se funden en una melodía progresiva con las guitarras y el resto de sonidos tribales. Tanto en el corte "Hunger", anteriormente ya mencionado, como en "Chant" podemos apreciar esta circunstancia.

 ¿Qué mejor que un "Blues" para describir el "alma" de los Soldados Norteamericanos ante la brutal batalla a la que se enfrentan? Pues eso lo encontramos con los temas "Vale of Plenty", "Still" o "Mogadishu Blues". La música de diseño como metáfora del poder tecnológico norteamericano tiene fiel reflejo en los casi nueve minutos del brutal tema titulado "Synchrotone" y en el corte "Tribal War".

 El único momento de respiro y meditación que concede Zimmer, lo encontramos con  "Leave No Man Behind". Intenta reflejar el espíritu último de un grupo de soldados a los que no les importa jugarse la vida cuantas veces sea necesario, con tal de llevar de vuelta a casa hasta el último de sus compañeros... sin importar si están vivos o muertos. Es un tema absolutamente genial, muy en la línea del famoso "Journey to the Line" de La ‘Delgada Línea Roja’, tanto por el predominio de las cuerdas, como por su progresión emocional.

 El disco, se completa con varias canciones perfectamente integradas con el score. Por un lado, tenemos "Barra Barra" con la cual Rachid Taha adopta una posición muy similar a la de Zimmer al mezclar los sonidos de África con una base rítmica difícilmente clasificable, pues tras un inicio muy cercano al ‘Funk’, pronto adquiere tonalidades propias del ‘Hard Rock’. La musa de Zimmer en ‘Gladiator’ y ‘Mission Impossible 2’, Lisa Gerrard, no podía faltar a esta cita; su canción junto a Denez Prigent, "Gortoz a Ran - J'Attends", es un perfecto contrapunto coral y melódico a tanta agresividad musical. Por último, tenemos la canción tradicional escocesa "Minstrel Boy", brillántemente  arreglada e interpretada por Joe Strummer and The Mescaleros del tema tradicional "Minstrel Boy".

BLACK HAWK DERRIBADO es una banda sonora que no dejará a nadie indiferente y que, probablemente, a muchos aficionados les resulte insufrible su audición. Pero  una vez que asimilas su mensaje musical y sitúas la composición en el contexto de la película, les aseguro que pocas veces disfrutarán tanto de un disco como en este caso.